El vicepresidente Raúl Sendic incurrió en un "proceder inaceptable" en el uso de dinero público, cuando era presidente de la petrolera estatal ANCAP determinó un tribunal de ética del Frente Amplio, la coalición gobernante en Uruguay, informaron medios locales.
El vicepresidente se encuentra envuelto desde hace tiempo en un escándalo por uso de un título falso y la utilización inapropiada de tarjetas de crédito corporativas de ANCAP.
El Tribunal de Conducta Política del izquierdista Frente Amplio entregó a los delegados su informe, que deberá ser discutido el próximo 9 de septiembre en el plenario de la coalición.
Sin embargo, medios locales difundieron en sus páginas de Internet extractos de las conclusiones.
"El cuadro general que presentan los actos reseñados del Cro. Sendic no deja dudas de un modo de proceder inaceptable en la utilización de dineros públicos", indica una de las conclusiones del informe, según la fotografía de esta parte del reporte difundida por el canal 10.
El documento señala que la actuación de Sendic "compromete su responsabilidad ética y política, con incumplimiento reiterado de normas de control", y añade que esta conducta se agrava por la responsabilidad que tuvo como presidente de ANCAP (2010-2013).
Respecto al argumento de los que relativizan el hecho por considerar que no hubo enriquecimiento por parte del funcionario, la comisión aclaró que la disposición indebida de un "monto poco importante es también una violación de principios que deben considerarse fundamentales".
La investigación de este tribunal de la coalición política se realizó al margen de la indagatoria que lleva a cabo la justicia uruguaya.
El informe aclara que no se pronuncia sobre los aspectos jurídicos, en manos de la autoridad.
Sendic, de 54 años, y quien llegó a la vicepresidencia de su país en 2015 en fórmula con el presidente Tabaré Vázquez, ha afirmado que no dejará su puesto.
El funcionario, hijo del fundador del movimiento guerrillero MLN-Tupamaros en Uruguay, se encuentra en el centro de la polémica desde febrero del año pasado cuando reconoció en una conversación con el diario El Observador que no era licenciado en Genética Humana graduado en Cuba como lo había pretendido hasta ese momento.
Las informaciones sobre gastos que realizó con la tarjeta corporativa de ANCAP en tiendas de artículos de lujo -que el político defiende como inherentes a su actividad- fueron determinantes para que muchos actores políticos cuestionaran su continuidad en el cargo.