Después de que el 26 de marzo de 2012 el entonces magistrado Jaime Arrubla venció el periodo constitucional para el cual fue elegido en la Corte Suprema de Justicia, este alto Tribunal está terminando por estos días de distribuir la totalidad de los procesos asignados a ese Despacho entre los demás integrantes de la Sala de Casación Civil de la Corte, correspondiéndole a quien se le asigne su trámite hasta la culminación.
Explicó la Corte que los procesos distribuidos serán compensados gradualmente al nuevo Magistrado de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, cuando asuma sus funciones, según lo establece el Acuerdo 006 del 13 de agosto de este año.
Explicó la Corte Suprema de Justicia que “en cumplimiento de las políticas de descongestión de la Sala y en defensa de los intereses de las partes e intervinientes en los procesos repartidos al despacho que ocupó el señor Magistrado (Arrubla), se hace necesaria su distribución entre los demás integrantes de la misma”.
Este hecho se enmarca dentro del problema que viene aquejando a la Corte Suprema de Justicia en cuanto al proceso de elección interna de las vacantes que se produzcan por vencimiento del periodo o por la renuncia del titular.
Es decir que en el caso de Arrubla Paucar, ya son 17 meses sin que haya sido elegido un magistrado para ocupar la plaza que dejó en la Sala de Casación Civil y de los procesos que éste llevaba.
En este momento hay cuatro plazas más sin llenar en la Corte Suprema de Justicia. Se habla en la Sala de Casación Laboral del lugar que dejó desde septiembre de 2012 el magistrado Francisco Ricaurte así como del magistrado Camilo Tarquino, desde junio del año anterior; en tanto que en la Sala Penal falta elegir al reemplazo de Augusto Ibáñez, quien dejó la Corte en mayo del año anterior.
Igualmente en la Sala de Casación Penal falta llenar el lugar que dejó desde febrero pasado Julio Enrique Socha Salamanca, por cumplir la edad de retiro forzoso.