LSD, segunda droga más usada por estudiantes | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Junio de 2013

2CB (más conocido como Tucibí) que se consume en el país es falso o mezclado con ketamina, medicina que también tiene uso veterinario.

El Observatorio de Drogas de Colombia del Ministerio de Justicia y del Derecho expidió las primeras alertas tempranas relacionadas con el consumo de drogas ilícitas en Colombia.  Como resultado de un trabajo conjunto de la Fiscalía General, la Policía Nacional y los Ministerios de Salud y de Justicia se da comienzo a esta estrategia con la que se busca dar a conocer a consumidores y no consumidores el contenido de las nuevas drogas ilícitas en el país y sus graves efectos para la salud.

Alerta 1:

El último Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en la Población Universitaria reveló que el LSD (Dietilamina de Ácido Lisérgico) es la segunda droga más consumida entre los jóvenes después de la marihuana. Fueron síntomas inusuales en los consumidores que acudían a buscar ayuda médica lo que llevó a que el Ministerio de Justicia y del Derecho le pidiera a la Fiscalía General analizar en sus laboratorios muestras recogidas en Bogotá, Pereira y Manizales.

Estas muestras, analizadas con metodologías de última tecnología (cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas), llevaron a concluir que en Colombia lo que se vende como LSD, en realidad es una mezcla que contiene unas peligrosas sustancias sintéticas conocidas como 25B-NBOMe y 25C-NBOMe.  Estas sustancias, según el examen científico, tiene el potencial de generar problemas de salud que pueden llevar al usuario a requerir servicios de urgencias.

“Las sustancias actúan potenciando los receptores 5 HT2 de la Serotonina -que es el neurotransmisor que entre otras funciones tiene el regular el ciclo sueño-vigilia, los umbrales convulsivos y los movimientos coordinados-, por esta razón alteran la regulación de estas funciones y producen efectos agudos como: episodios psicóticos agudos, crisis de pánico, cuadros de despersonalización, insomnio y pueden llegar a producir cuadros convulsivos generalizados similares a un status epiléptico. En las crisis de pánico existe un alto riesgo de que el individuo presente intentos de suicidio o episodios de psicosis paranoide severa”, explica la Alerta expedida por el Observatorio de Drogas.

Y agrega que se multiplica el riesgo de muerte, de psicosis aguda y de crisis de pánico en personas que sufran de migraña, hipertensión y personas con antecedentes convulsivos.  “Esta droga no se debe mezclar estas sustancias con cafeína, cocaína, éxtasis u otros análogos de las anfetaminas, porque sus efectos se potencian”, indica el estudio. 

Alerta 2:

Por solicitud del Ministerio de Justicia y del Derecho, el laboratorio de Química del CTI de la Fiscalía analizó muestras de 2CB (Tucibí) comercializadas en Bogotá. El resultado es que esta droga tiene como componente ketamina, una sustancia de uso farmacéutico que en algunos casos también tiene uso veterinario. En otras muestras, recogidas  en incautaciones hechas en el Valle del Cauca entre marzo y abril del 2013, en donde se decomisaron entre 3.000 y 4.000 dosis, se encontró que ni si quiera contenían 2C-B.

Esta droga, que se comercializa en forma de polvos de colores, tiene un alto costo para los consumidores que desconocen lo que están comprando en realidad.

La ketamina es una droga disociativa con efectos alucinógenos que puede producir anestesia, cataplexia, inmovilidad, taquicardia, aumento de la presión sanguínea, nistagmo, hipersalivación, amnesia, habla confusa, pérdida de coordinación e incluso delirios, psicosis o síntomas similares a un ataque de esquizofrenia. Además tiene un alto potencial de crear dependencia.

Se alerta porque la mezcla de estas sustancias con otras drogas pueden potenciar sus efectos u ocurrir efectos cruzados con desenlaces incluso fatales.