Lotería invierte en su área Comercial | El Nuevo Siglo
Lunes, 11 de Noviembre de 2013

La vieja, deteriorada y antigua entrada que encontraban los visitantes de la Lotería de Cundinamarca quedó en el pasado y en los recuerdos de quienes laboraron, gestionaron y esperaron en ese primer piso que ha pasado a la historia.

Las áreas frías, oscuras y con poco oxígeno, se han transformado hoy en unas instalaciones modernas, agradables, claras y con tecnología de punta.

La remodelación de la sede principal está acorde con lo requerido en las normas técnicas de calidad NTCGP 1000:2009, atención al cliente con tecnología de alta gama, nuevos espacios modernos y agradables, para así mejorar la imagen comercial, mediante un cambio físico, organizacional y de exhibición comercial en las nuevas instalaciones, disponiendo de amplios espacios de comunicación, publicitarios y administrativos con una arquitectura agradable a los clientes.

El objetivo general de la obra es el de adelantar una expansión comercial, proyectando la empresa como una entidad industrial y comercial, líder en los juegos de suerte y azar a nivel regional y nacional, para incentivar más la compra y comercialización de la Lotería de Cundinamarca, con énfasis en prestar la mejor atención al cliente, que es la razón de ser.

Desde que llegó a las instalaciones y se posesionó como gerente, iniciando el año 2012, Alberto Dimaté asumió un reto de mejorar la infraestructura de la planta física de la Lotería de Cundinamarca, haciendo real su propósito, primero con la fachada que estaba muy deteriorada y ahora con la entrega del primer piso en óptimas condiciones para su uso.

El gerente Dimaté ha mostrado su complacencia por el desarrollo de las obras y manifestó que “hoy entregamos unas instalaciones nuevas, remodeladas, cumpliendo con las especificaciones técnicas y de calidad que exige la nueva tecnología y los sistemas de construcción arquitectónicos, para prestarle a nuestros clientes un mejor servicio, en aras de obtener mayores beneficios para la salud y aportes sociales de los cundinamarqueses”.