Una contundente defensa del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia hizo ayer en Cartagena el presidente de Estados Unidos Barack Obama, al participar en la clausura de la Cumbre de Líderes Empresariales de América.
De acuerdo con el presidente Obama, el TLC negociado entre Colombia y Estados Unidos es “un ejemplo que beneficia a ambos” países, un “gana–gana con altos estándares” y fuertes normas que deben cumplir las partes, por ejemplo, en asuntos ambientales y laborales.
“El Acuerdo de Libre Comercio que hemos negociado entre Colombia y Estados Unidos es un ejemplo de un TLC que beneficia a ambos. Es un acuerdo gana–gana con altos estándares. Es un acuerdo con plataformas. Es una carrera a fondo. No es un mínimo común denominador de estándares, sino que es un Acuerdo en donde se cumplen con fuertes normas en cuanto a medio ambiente, fuertes normas laborales”, sostuvo.
Al indicar que los TLC son el “camino hacia el futuro”, el presidente Obama confió en que las oportunidades se verán a medida que los dos países implementen el acuerdo.
“Tengo gran fe en que a medida que implementemos este Acuerdo veremos grandes oportunidades tanto en Estados Unidos como en Colombia. Considero que estos TLC, como el que negociamos con el presidente Santos y su Gobierno, son el camino hacia el futuro”, reiteró.
Juntos ante el G-20
El presidente Juan Manuel Santos propuso ayer que los países de América presenten una posición común sobre la economía en la reunión del G-20 que se realizará en México el próximo mes de junio.
“¿Ustedes se imaginan el impacto que eso tiene hacia el resto del mundo, hacia Europa, hacia el Asia. Que desde Alaska hasta la Patagonia las Américas llegaran con unas propuestas concretas, prácticas y realizables? El impacto que eso tendría, no sólo hacia el resto del mundo sino, inclusive, el mensaje que nosotros daríamos en esa necesaria integración, que debemos buscar cada día más entre los países de América Latina y los países de América del Norte”, señaló el Mandatario al clausurar la Cumbre de Líderes Empresariales de América, donde también participaron los presidentes de los Estados Unidos, Barack Obama, y de Brasil, Dilma Rousseff.
El Jefe de Estado indicó que una posición concertada entre las naciones de América genera un peso específico muy importante y comienza a crear confianza y percepciones con impactos muy positivos.
“Estoy seguro que si nos sentamos vamos a encontrar muchos más comunes denominadores donde podemos trabajar juntos, y donde se crea una enorme sinergia. Brasil y Estados Unidos, solamente esos dos países, coincidiendo en una reunión como la del G-20, acompañada del resto de América Latina y Canadá, el peso específico que eso genera es muy importante”, puntualizó.
Santos reiteró la preocupación que tienen las naciones de América Latina por las políticas expansionistas de los países desarrollados, lo que calificó como “falta de coordinación en la búsqueda de los caminos para salir de esta recesión”.
Integración equilibrada
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff se mostró ayer partidaria de una verdadera integración entre las Américas, pero le advirtió a sus colegas de Estados Unidos y Colombia, Barack Obama y Juan Manuel Santos, respectivamente, que este proceso tiene que darse de igual a igual.
En específico, la mandataria le dijo al presidente Obama que si bien su país y su economía tienen la característica de ser poderosos, además de contar con el liderazgo en ciencia y tecnología, le corresponde el papel de desempeñar una labor que permita que las relaciones con la región sean de igual a igual.
Rousseff también advirtió que las políticas de expansión monetaria que se utilizan como defensa frente a la crisis económica mundial, a la larga se convierten en prácticas proteccionistas, por lo que, en su opinión, deben convertirse en proyectos de inversión, que dejen beneficios reales tanto a los países como a sus comunidades. “El proteccionismo no nos lleva al crecimiento ni a la prosperidad”, enfatizó.
La presidenta Rousseff invitó a los bancos de desarrollo, particularmente al BID, a acompañar con firmeza el proceso de integración: “La transformación de nuestra región pasa por una mayor y verdadera integración”.
Oleada de inversión
La Cumbre Empresarial de las Américas comenzó a arrojar sus primeros resultados palpables y enmarcan a Latinoamérica como un gran foco de las inversiones en todos los sectores económicos. Y es que a la hora de las decisiones, están contando factores que coinciden en los distintos países: estabilidad, crecimiento económico, mercados en ascenso y mejoras en el poder adquisitivo de una población que no está lejos de llegar a los 500 millones de personas.
Desde el punto de vista de lo que tienen bajo su responsabilidad los gobiernos, el renglón de infraestructura física surge como la prioridad, para hacer realidad un modelo de integración latinoamericana, en procura de un crecimiento socio-económico sostenido. Y continúan en la lista de prioridades la educación, la conectividad tecnológica y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población más pobre.
No menos importante serán los desarrollos en el campo de la integración energética, donde en el caso particular del renglón eléctrico, las posibilidades están servidas sobre la mesa y ya solo depende de las voluntades de los gobiernos para ponerlas en plena marcha.
Y en lo que respecta a la voluntad de los empresarios e inversionistas que asisten a la Cumbre Empresarial de las Américas, no queda la menor duda de que están jugados por la región y no vacilan en fortalecer la consolidación y expansión de sus negocios.
Un primer sondeo con jefes y directores de las más poderosas compañías que participan en la Cumbre Empresarial, hace prever una incontenible oleada de nuevas inversiones y proyectos.
Empresarios
Femsa
Este conglomerado económico, dueño de la franquicia de Coca Cola para América Latina, de la cadena de tiendas Oxxo y de una considerable participación en la cervecera Heineken, tiene a Brasil y Colombia en sus planes para la construcción de dos nuevas plantas para el proceso de sus bebidas refrescantes, las más modernas que existirán en la región. Y desde luego, según el presidente de la compañía José Antonio Fernández, continuará el proceso de fortalecimiento de sus negocios en países como Argentina, Perú y varios de Centroamérica.
Cisco
La compañía líder mundial en el sector tecnológico le dio instrucciones precisas a su presidente para América Latina, Jaime Vallés, para priorizar sus planes de expansión en los distintos países donde está presente, como aliado estratégico de las naciones en el desarrollo de plataformas robustas para la conectividad y la dinamización de sus productos de video comunicación.
Marriott
Su presidente Arne Sorenson no tuvo la menor duda al anunciar que la compañía le apuesta a duplicar sus operaciones en la región, por lo que su meta hasta 2017 es pasar de 69 a 140 hoteles, con una positiva incidencia en el empleo de la región, pues busca pasar de 13.000 a 27.000 puestos de trabajo. “El momento vibrante que vive Latinoamérica es la gran oportunidad para nosotros”, afirmó Sorenson, quien, además, agrega que la diversidad regional interna de cada país, ha significado para la compañía competir en los mercados de alta y media tarifa.
Falabella
Esta compañía dedicada al comercio minorista, con sede principal en Chile y presencia en Argentina, Perú y Colombia, espera, de acuerdo con uno de sus directores, Juan Cuneo, completar en el corto tiempo el plan de apertura de 40 nuevas tiendas, con inversiones cercadas a los 800 millones de dólares. El directivo sostuvo que Latinoamérica está viviendo su mejor momento económico.