En vista de que la tasa de cambio no ha reaccionado como pretenden los mercados y la devaluación de la moneda sigue marcando a algunos sectores, sus efectos tienen connotaciones distintas en las empresas. Los analistas de Economía Aplicada, indican algunos aspectos favorables: si las exportaciones son vitales en la marcha de la empresa, un dólar devaluado favorece sus ingresos y le permite ofrecer precios competitivos en los mercados externos.
Pero si bien el tipo de cambio ayuda, la eficiencia en costos sigue siendo el principal motor de crecimiento exportador, pues quienes aumentaron sus ventas externas en estos años, lo hicieron con un dólar revaluado.
Si se cuenta con una actividad intensiva en mano de obra, la devaluación es una buena noticia, pues le permite, por cada dólar generado y cambiado a pesos, contratar más mano de obra para su empresa. Un dólar devaluado genera una sustitución de importaciones, pues aquellas empresas que combinan el producto nacional con el importado tendrán un estímulo para fabricar en el país y de esta manera aumentar el empleo.
Si su empresa exporta e importa a la vez, las cosas se complican. El efecto neto de la devaluación estará asociado al valor de las importaciones frente al valor exportado en cada sector o empresa.
La información DANE permite comparar el valor de las exportaciones de la industria con el consumo de materias primas importadas. Asimismo, los analistas indican que la devaluación es menos favorable si se consume materia prima importada. Existen sectores que por sus características aumentan sus costos cuando el dólar se deprecia (devalúa). Un ejercicio realizado por Economía Aplicada con la información del DANE permite concluir que el 33% de la materia prima que la industria consume es importada, un consumo concentrado en 100 productos principales y seis sectores específicos: químicos, cereales, vehículos, textiles, metalmecánica y alimentos.
Se esperaría que los costos de los productos de estas industrias aumenten, trasladándose al precio final si son productos donde la demanda se mantiene aunque el precio suba, como podría ser el caso de los medicamentos o algunos alimentos. Si no, la empresa asumirá el mayor costo y bajará su rentabilidad.
Otro de los impactos de la devaluación se da en los sectores intensivos en capital fijo. Estos sectores demandan maquinaria no fabricada en el país, repuestos, herramientas y equipo de transporte, bienes que se encarecen ante un dólar costoso.