La disputa de los directivos al interior de Millonarios no sólo dejó por fuera a Felipe Gaitán y Hernán Torres, sino del mismo modo mostró que en el equipo existe una parte mayoritaria, en cabeza de Juan Carlos Ortiz, que parece tener intereses contrarios a los de la institución.
Las divergencias se presentaron como consecuencia de la propuesta de Ortiz de repartir los dividendos del club, tras la obtención de $834 millones en 2013. La iniciativa no cayó bien en el sector minoritario, el cual alegó que esos dineros tenían que ser destinados a reforzar el equipo para la temporada 2014.
Tal fue la pugna entre ambos sectores que Gustavo Serpa, minoritario con mayor participación, tras finalizado el encuentro dijo que en Millonarios sólo mandan Ortiz e Isaza y por este último se refería a Alvaro Isaza, quien tiene el 15% de participación del cual el 8% le corresponde a Corridori. Es decir, en Millos mandan Ortiz, una de las cabezas del cuestionado “Fondo Premium”, y el 8% de Corridori que va ser intervenido por la Fiscalía.
La oposición de los minoritarios es totalmente entendible, un equipo que está en proceso de reestructuración no puede retirar las utilidades porque son la principal fuente de capitalización. Y más bien, Millonarios debe mantener esos dineros para consolidarse económicamente y tener capital para nuevas contrataciones.
Pero no, al parecer los intereses de Ortiz son personales y van encaminados a saldar una serie de deudas. Cabe recordar, que Noemí Sanín y los demás miembros de la exjunta, se retiraron en marzo cuando Ortiz propuso el pago de una deuda por $4.000 millones con la firma Valores incorporados, firma creada por él en 2001.
Parece que el oscurantismo volvió a tomarse a Millos, ojalá que no termine en un triste desenlace como en las últimas décadas.