Capitalistas de otras partes del mundo han llegado en la última década a los polos más importantes del balompié europeo, siendo el Indonesio Eric Tohir, multimillonario copropietario del Grupo Astra, el último en sumarse la semana anterior al poderoso club de propietarios de los clubes europeos al comprar el 70% del paquete accionario, por una cifra cercana a los 300 millones de euros, del histórico Inter de Milán, históricamente de propiedad de Massimo Moratti.
Tohir proviene de un poderoso clan de Indonesia, cuyo holding empresarial regenta Astra en compañía de William Soeryadjaya y tienen negocios en automóviles, minería, servicios financieros, agricultura, infraestructura y tecnología de la información. En el 2012 los ingresos del grupo bordearon los 12 mil millones de euros y tuvo un beneficio de 1,38 millones de euros. Tohir no es nuevo en las inversiones deportivas ya que posee participación accionaria en el equipo de los 76ers de Filadelfia junto al actor Will Smith con su familia y el agente de basquetbolistas Jason Levien. Con este último es también dueño del club DC United de la MLS estadounidense, además de ser propietario de equipos de fútbol y baloncesto en su país.
La de Tohir es la segunda llegada de un inversor extranjero al fútbol italiano, tras la del grupo estadounidense liderado por Thomas DiBenedetto que se hizo con el control de la Roma en abril de 2011. DiBenedetto, quien el año pasado dejó a su socio James Palotta en la presidencia del club romano, ya tiene al giallorosso viendo los frutos de la nueva administración. Pese a que no dio resultados en su primer año con jugadores como los argentinos Erik Lamela y Pablo Osvaldo y el español Bojan Krkic, quienes debieron salir para dar paso a una nómina en teoría más modesta, pero que en la práctica lidera invicta el calcio italiano tras nueve jornadas.
Inglaterra: donde todo comenzó
Las islas británicas fueron donde primero se dieron estos influjos de capitales de países poco tradicionales en cuestión futbolística y donde hoy en día los capitales foráneos controlan a todos los clubes grandes de la Liga Premier y varios de los demás. De hecho, solo nueve de los 20 equipos de la primera división permanecen en manos de empresarios locales.
El Manchester United, club que cotiza en bolsa, es de estadounidenses, siendo la familia Glazer, propietaria de los Bucaneros de Tampa Bay de la NFL, la que controla la totalidad del club de los “diablos rojos” desde septiembre de 2003. Esta compra ha encontrado amplia resistencia en la fanaticada del United, pese a que el club mantuvo por 10 años a Sir Alex Ferguson y los títulos siguieron llegando en su gestión.
Los otros dos clubes de camiseta roja, el Arsenal y el Liverpool, también están relacionados con norteamericanos. En el caso de los londinenses, Stan Kroenke, quien también regenta a los Denver Nuggets de la NBA y al Colorado Rapids de la MLS, comparte la propiedad con el usbeko Alisher Usamov y el iraní Farhad Moshiri. Por su parte, los reds, tienen nada menos que al posible mejor jugador de baloncesto de la NBA LeBron James dentro de su holding de dueños, el Fenway Sports Group que controla también a los Medias Rojas de Boston de las grandes ligas de beisbol y al Roush Fenway Racing, equipo de la Nascar.
Pero sin duda, los que más han invertido en la Gran Bretaña son los dos grandes clubes que visten de azul: el marino Chelsea y el celeste Manchester City. Los londinenses han sido apoyados por inversiones que superan los 200 millones de euros anuales desde que se encuentra al comando el multimillonario ruso Roman Abramovich, cuya fortuna ha sido estimada en más de 10 mil millones de libras esterlinas y proviene de inversiones en el sector energético. Pero esta suma es prácticamente duplicada por el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan de los Emiratos Árabes que controla al club celeste, y también se ha gastado sumas semejantes hasta lograr ensamblar la poderosa nómina que tiene hoy. Entre los megaproyectos del jeque Mansour, está el de construir una “Masía”, similar a la del Barcelona.
Otros protagonistas
Dos clubes franceses, el PSG y el Mónaco, y uno en España, el Málaga, se sumaron a esta oleada de capitales foráneos. En la capital francesa, la autoridad inversora de Catar al mando de Nasser Ghanim Al-Khelaïfi se hizo cargo del club desde 2011 y han sido los mayores inversores en el mundo del fútbol desde entonces. El proyecto en el principado monegasco a cargo del ruso Dymitry Ryboloviev tiene la atención del país gracias a la presencia de los colombianos James Rodríguez y Falcao García. Por su parte, el Málaga, a cargo del jeque Abdullah Al Thani de Catar es quizás el único equipo de propiedad de árabes en Europa que ha tenido algunos inconvenientes económicos que incluso lo llevaron a no jugar la Europa League este año por sanción de la UEFA.