Aunque los indicadores de la economía van por buen camino, en los próximos cuatro años el país va a necesitar profundas reformas para alcanzar un desarrollo óptimo que les permita a los colombianos tener mejores ingresos.
Son muchos los retos pero El Nuevo Siglo ha escogido 10 puntos que son clave para emprender el despegue definitivo de la economía con alto crecimiento y un potencial que la confirme como la tercera potencia del continente.
1. Infraestructura
Otra de las necesidades del próximo Presidente debe ser la modernización de infraestructura debido a que es uno de los puntos más débiles que tiene el país para ser más competitivo.
Con esas prioridades, el presidente de ANIF, Sergio Clavijo, dijo que se necesita por lo menos dos puntos del PIB en recaudo.
El presidente de Fedesarrollo dijo que se debe aumentar el recaudo en los hogares de clases media y alta y a los industriales se deben dejar igual que están ahora. Además están pendientes soluciones como el desarrollo de la minería y los hidrocarburos. Sin embargo, el proyecto de navegabilidad del río Magdalena, será de gran importancia en el desarrollo de la infraestructura de Colombia y vital para el aprovechamiento de los 15 Tratados de Libre Comercio del país. Además de conectar ciudades grandes y medianas con puertos traerá beneficios en materia ambiental “como la reducción del consumo de energía, de emisiones locales nocivas y la no afectación del suelo”.
Otro proyecto de infraestructura será acabar la Conexión Pacífico de Autopistas para la Prosperidad que conectan a Medellín con Buenaventura y el Eje Cafetero, y reducirán el tiempo de viajes a estos destinos hasta en 7 horas.
2. Reforma tributaria
Sin duda Colombia necesitará la reforma tributaria más grande de su historia si continúa en la tarea de bajar el déficit como lo ha venido haciendo desde 2010. El director ejecutivo de Fedesarrollo, Leonardo Villar, dijo que se evidencian menores fuentes de ingreso y gastos no previstos, como los contemplados para el sector salud. El directivo aseguró que este contexto presiona la necesidad de la "reforma tributaria más grande de la historia de Colombia", que represente al menos 2,2% del PIB.
Las cifras de Villar también las sustenta la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, que prevé que el recaudo de los hogares colombianos también debe aumentar. De otro lado, con una reforma estructural, el Gobierno deberá recolectar recursos para el posconflicto de llegarse a acuerdos de paz con la guerrilla. Los expertos consideran que se necesitarán por lo menos 15 billones de pesos adicionales al presupuesto para poder enfrentar los retos de atender a las víctimas y la reinserción de los violentos.
3. Reforma a la salud
A pesar de tener lista la ley estatutaria de Salud, el país requiere una reforma al sector. Esta reforma debe regular los beneficios, estudiar lo concerniente a la implementación de APS y RISS, establecer si el nuevo fondo, MiPlan, genera exclusiones acorde con la decisión del Ministerio de Salud y Protección Social.
El último proyecto ocasionaba la fragmentación en la prestación de servicios e incluso la acentúa generando los prestadores primarios y complementarios. Se genera una regionalización de la salud. Además, se pretendía imponer a los gestores (lo que hoy son las EPS) y se eliminaba el concepto de redes integradas por redes de servicios de salud.
Las dos leyes, tanto la ley Estatutaria que ya fue aprobada, como la ley ordinaria que estaba en discusión, no son la reforma a la salud que el país necesita, sino un maquillaje y un salvavidas a las EPS.
La reforma pone el derecho a la Salud por debajo de la sostenibilidad fiscal y como un modelo de salud como negocio. Pero se debe tener la garantía que los colombianos tengan un mejor servicio y cubrimiento.
4. Crecimiento del PIB
Tener un crecimiento por encima del 6 por ciento será una de las metas que deberá tener el próximo gobierno. No es una tarea fácil, pero esto también depende que se acabe el conflicto de violencia que soporta el país. Ya los expertos han dicho que esto puede provocar un aumento de 2 puntos del PIB, con lo que el país podría llegar sin problemas a tener altas tasas de crecimiento.
En la actualidad, diversos analistas coinciden en que la economía durante este año va a crecer entre 4,5 y 4,7 por ciento, pero con optimismo podría llegar al 5 por ciento.
Este hecho se debe, principalmente, a un crecimiento equivalente en el consumo privado.
De acuerdo con cálculos del centro de estudios del BBVA Research, la primera mitad del año tendrá un crecimiento levemente mayor (5,1%), impulsado por la aceleración de la construcción y por un crecimiento importante en el consumo privado mientras que para el segundo semestre se estima un crecimiento de 4,4%.
5. La industria
Una de las grandes responsabilidades para el cuatrienio, es que la producción industrial se mantenga creciendo constantemente, incluso a cifras cercanas al 10 por ciento. Con ello se podrían generar alrededor de 2 millones de empleos adicionales, lo que redundaría en un mayor desarrollo de la población.
En abril la confianza de los consumidores se mantuvo en niveles por encima de su promedio histórico. Según la encuesta de Fedesarrollo, la confianza de industriales y comerciantes continúa al alza (series desestacionalizadas). En el mismo mes, las ventas de vehículos retrocedieron, pero su componente tendencial volvió a crecer.
De todos modos, hay que advertir que las cifras del segundo trimestre estarán afectadas por los menores días hábiles, y por ello, el desempeño de la economía en este período puede ser menor al del primero.
En abril el crédito bancario presentó de nuevo mayores ritmos de aumento, como consecuencia de una mejor dinámica de los préstamos comerciales (en pesos) e hipotecarios y por una cartera de consumo que dejó de desacelerarse. Las tasas de interés reales de los diferentes tipos de créditos volvieron a descender, debido al aumento de la inflación sin alimentos.
6. Desempleo
Aunque el desempleo está bajando y en abril llegó a 9 por ciento, la idea es que debe bajar al 7 o 5 por ciento en los próximos 4 años. Se cree que cada año el país puede producir entre 500 mil y 600 mil empleos, lo que podría resultar en una generación de 2,2 millones de puestos en el cuatrienio.
Con los proyectos de infraestructura y un aumento en la producción industrial del país, se considera que se van a crear nuevas plazas tanto en el campo profesional como en el técnico. Al lograr un mejor empleo, los colombianos tendrán una mejor capacidad de ingresos y a la vez de pagos con lo que podrán demandar servicios y productos.
Actualmente, el desempleo a nivel nacional bajó 1,2 puntos porcentuales, situándose en 9,0% en abril de este año, frente al 10,2 % en abril de 2013.
Las ciudades con menor desempleo fueron Barranquilla con 7,6%, seguida por Bucaramanga con 8,4% y Cartagena con 8,5%. Para el total nacional, en el trimestre móvil febrero-abril de 2014, el empleo particular creció 7,6% y el empleo por cuenta propia creció 0,8%, respecto al mismo período del 2013.
7. Inflación
En materia de precios, la inflación, que en 2013 registró un récord de 1,94 por ciento, está planteada para que este año se llegue al promedio establecido por el Banco de la República en 3 por ciento. Sin embargo este es un reto complicado si se tiene en cuenta que hasta mayo de este año ya existen presiones. Para los próximos 4 años se debería tener una baja inflación de entre 1,5 a 2 por ciento pero sin caer en la estanflación o en la desinflación, que es cuando el país no puede producir lo necesario para cubrir las necesidades de su población.
La muestra de este comportamiento es que para mayo la inflación en lo corrido del año con 2,48 por ciento ya superó el resultado total del 2013, cuando llegó a 1,94 por ciento. Si se compara con la cifra anual hasta mayo con 2,93 por ciento, el costo de vida ya está siendo superior en 1 por ciento, de allí que los retos del Gobierno deben dirigirse a frenar las presiones de inflación.
Incluso analistas como Daniel Velandia, de Credicorp Capital, incrementaron sus estimaciones para este año.
8. Tasas de interés
Para los próximos 4 años se pretende tener unas tasas de interés flexibles pero cercanas a la inflación. En los últimos años el Banco de la República ha desarrollado una política monetaria flexible y para 2014 se pretende disminuir esa flexibilidad para aumentar las tasas siquiera a 4 por ciento desde el 3,25 por ciento.
En la postura de la política monetaria, también se hace un seguimiento a las variables financieras. En este sentido, varios directores mencionaron que el crecimiento del endeudamiento de los hogares y de las empresas y la evolución de los indicadores de carga financiera representan una acumulación de riesgos en los balances de los agentes de la economía. Resaltaron que en la actualidad un aumento en la tasa de interés de intervención es coherente con el objetivo de reducir el estímulo a la acumulación de dichos riesgos. De acuerdo con BBVA Research, la política monetaria será menos expansiva en 2014 y neutral al final de 2015.
Los miembros de la Junta Directiva consideraron que en el contexto anteriormente descrito, es deseable continuar con el retiro gradual del estímulo monetario, lo que implica un incremento en la tasa de interés de intervención.
9. Tasa de cambio
En los últimos años la tasa de cambio ha oscilado entre los 1.650 pesos y los 2.300 pesos. Para los expertos se considera que un precio del dólar en el que la economía no tenga complicaciones debería estar entre 1.950 pesos y 2.100 pesos. Este es el reto del próximo gobierno, mantener una tasa de cambio que beneficie a los exportadores pero que no perjudique a los importadores. En este último año, la decisión del Gobierno de que iba a incrementar la compra de dólares por parte de la Tesorería General, ha provocado un comportamiento con altibajos por parte de la tasa de cambio.
De acuerdo con el jefe de investigación económica de Credicorp Capital, Daniel Velandia, “el Tesoro Nacional está comprando en el mercado, lo que ha generado algún ruido en cuanto la mayor parte de participantes (de este mercado) estaban vendidos en dólar. Así, la Tesorería ha enviado una señal al mercado acerca de que el Gobierno estaría dispuesto a contener la apreciación del peso”.
10. Reforma al agro
Uno de los sectores que necesitan un cambio en su rumbo es el agrario. En el campo el próximo gobierno no solo debe cubrir la seguridad alimentaria del país, sino buscar mecanismos y alternativas que brinden un mayor cubrimiento. A juicio del experto en tierras y docente de la Universidad Nacional, Absalón Machado, la gran falla del Estado colombiano al momento de proponer una reforma agraria ha sido mantener instituciones débiles en las regiones con precaria capacidad de ejecución. “Yo sí creo que el país necesita repensar la institucionalidad que tiene para atender las necesidades del sector rural. Es claro que las instituciones que hay no tienen capacidad de ejecución, sin duda, hay que descentralizar la política agraria y esto implica crear nuevas entidades en las regiones con estrategias de distribución de la tierra y uso de suelo propias”, señaló el académico.
El país ha sido testigo de 10 intentos de reformas al campo. Todas estas propuestas infructuosas ratifican que la tenencia y el uso de las tierras se convierte en la espina dorsal del conflicto armado, al que se le pretende poner punto final con las negociaciones de paz del Gobierno de Santos.