La final entre Uruguay y Francia en el Mundial Sub-20 de fútbol de Turquía, el sábado en Estambul, pondrá frente a frente a sus dos estrellas, el atacante Nicolas López y el mediocampista Paul Pogba, dos jugadores con experiencia en una de las ligas más exigentes, la italiana.
Pese a su juventud, ambos han decidido probar ya suerte en el extranjero y además en clubes punteros, Pogba en la Juventus de Turín y López en la Roma, con lo que su experiencia puede ser muy importante para resistir la presión de una final como la del sábado.
De los dos, el más conocido por el gran público es Pogba, que se ha convertido en una pieza importante de la 'Vecchia Signora', con la que ha sido campeón del 'Calcio'.
Ha sido incluso internacional con la selección mayor a las órdenes de Didier Deschamps, formando parte del grupo que en marzo afrontó el crucial partido ante España en las eliminatorias mundialistas, donde los franceses cayeron 1-0 en casa ante los campeones mundiales y europeos.
En este Mundial, Pogba lleva un gol, el conseguido el sábado en cuartos de final contra Uzbekistán (4-0) y su actuación ha ido de menos a más.
De un arranque de torneo discreto, en el que se perdió incluso por suspensión el partido ante los españoles en la tercera jornada del grupo A, a asumir el papel de líder que por galones y jerarquía le corresponden, conduciendo a la perfección a los suyos en los octavos de final ante Turquía (4-1) y luego contra los uzbekos (4-0).
En la semifinal ante Ghana el miércoles (2-1), volvió a ser importante para los suyos y tras el encuentro, en calidad de capitán, recordó que todavía falta lo más difícil y que el equipo no ha ganado nada.
"Estamos en la final, vamos a ella e intentaremos ganarla. Hemos dado un gran paso y estamos contentos, orgullosos, pero hay que continuar para ganar este Mundial. No tenemos que cantar victoria. No se ha ganado todavía", señaló el volante de origen guineano.
Pogba fue semifinalista con Francia en las Eurocopas Sub-17 de 2010 y Sub-19 de 2012, y en su carrera de clubes estuvo primero en los juveniles del Manchester United, de donde dio el salto a la Juventus el pasado año.
En el caso de 'Nico' López, su nombre no es todavía tan conocido internacionalmente, pero también sabe lo que es jugar en la élite de la Serie A, en su caso en la Roma, a la que se unió con 18 años tras formarse en la cantera de Nacional.
Debutó en la primera italiana en agosto del pasado año, en un duelo contra el Catania y está en pleno proceso de progresión personal.
En la selección uruguaya ha conseguido importantes éxitos y ya fue la referencia del equipo en el tercer puesto del Sudamericano de principios de año en Argentina, donde fue el máximo anotador, con seis dianas.
En este Mundial Sub-20 ha conseguido cuatro tantos y es uno de los aspirantes a llevarse la Bota de Oro del torneo. Su aportación fue especialmente decisiva en los octavos de final, donde marcó un doblete, para superar a Nigeria (2-1) en Estambul, en el estadio donde se jugará la final el sábado.
"Es un sueño para todos, poder jugar una final, pero el sueño es también ganarla. A todos nos gusta ganar. Ellos lo intentarán también, pero nosotros lo vamos a intentar porque hemos demostrado que podemos conseguirlo", afirmó el miércoles en Trebisonda, tras superar la semifinal contra Irak (7-6 en la tanda de penales tras 1-1). Él anotó uno de los lanzamientos de su equipo desde los once pasos.
Después de este Mundial, ambos afrontarán una nueva temporada en el 'Calcio', pero sólo uno de los dos podrá presumir de ser campeón del mundo juvenil.
AFP