Londoño sólo ve dos candidatos del uribismo | El Nuevo Siglo
Domingo, 8 de Julio de 2012

Al explicar el objetivo del nuevo movimiento político uribista, el ex ministro Fernando Londoño Hoyos lanza varias cargas de profundidad. Por ejemplo, dice que los congresistas tendrán que definir pronto a quién apoyan. Considera que el expresidente Uribe desautorizó a La U y creará otro partido. Y cuando se le pregunta sobre los candidatos presidenciales del uribismo sólo menciona a los ex ministros Oscar Iván Zuluaga y Martha Lucía Ramírez. Por último, considera que no ve a Uribe como senador ni vicepresidente…

 

PALOMA VALENCIA:- Su homenaje se convirtió en un acto político muy importante para la política del uribismo ¿Cree que ahí se inicia un cambio en la política colombiana?

FERNANDO LONDOÑO:No cabe dude la política colombiana estaba en un momento muy melancólico que se limitaba a presenciar la manera como el Gobierno llenaba de mermelada las tostadas de los políticos, especialmente de los congresistas. No había nada, ni pensamientos de fondo o decisiones claras sobre el país y su futuro. Nada que fuera políticamente sustantivo. La reunión que se hizo para homenajearme desembocó en una política distinta, seria. Mi propuesta personal -que no ha tenido respuesta por parte de nadie, ni siquiera por los críticos- es la de que hagamos un acuerdo sobre lo fundamental, para desarrollar después la política de confrontación que sea necesaria sobre cómo y cuándo se desarrollan los postulados esenciales. Por ejemplo, si nos ponemos de acuerdo en que hay que hacer desarrollo económico -porque de otra forma no hay justicia ni paz- discutamos cuál es el mejor camino para hacerlo. Si estamos todos de acuerdo en que hay que combatir el terrorismo para que no haya terror en Colombia, que es un punto fundamental, entonces la discusión es cómo combatir más eficazmente el terrorismo.

La propuesta del Presidente en Uribe empieza por ser una crítica muy sesuda y muy profunda sobre lo que está haciendo el Gobierno. Le llama la atención sobre sus equivocaciones y seguimos esperando que este Gobierno y sus amigos contesten con argumentos y no simplemente con agresiones.

La política no se puede volver frívola ni superficial. María Isabel Rueda, en El Tiempo, se queja de que el expresidente Uribe hubiera ido a un cóctel. Ella no fue y no sabe que eso no fue un cóctel, sino un acto académico. Entiendo que después cuando el ex presidente y yo nos habíamos ido, le dieron una copa de vino a cada asistente, como una medida de cortesía. Lo cierto es que un evento de esa trascendencia, de esa importancia y de esa significación, no puede reducirse a que el expresidente fue a un coctel. Por Dios, seamos serios. Hagamos política seria, es el momento en que el país más lo necesita. Hay señales muy claras de que el país está -como dijera Carlos Lleras en su momento- “descuadernado”.

PV:Hay mucha intriga sobre cuál será la plataforma política del uribismo, en términos, por ejemplo, de los partidos y de los candidatos ¿Cómo ve el asunto?

FL:  Creo que las cosas están claras, desde que el expresidente habló de un nuevo partido es porque desautoriza al partido de La U como su partido. Lo declara como partido del presidente Santos; como un partido que se le fue, porque está muy entusiasmado haciéndole cuentas a los nuevos puestos que se crean, a los contratos, a las casas gratis, a cómo se va a repartir el tema de las regalías y a la plata que quedó para tecnología. El expresidente dijo que esta nueva política tiene que ser con un nuevo partido y ese nuevo partido se echó a rodar. Cuándo se vaya a estructurar, si será el mes entrante, dentro de tres meses…  formalmente no lo sé, pero sustancialmente ya apareció. Los parlamentarios dirán dónde quieren estar y qué es lo que quieren hacer.

Me parece que al expresidente Uribe le faltaba contundencia. Hacía unos en análisis muy críticos sobre el Gobierno, pero le daba un espacio a sus supuestos amigos en el partido de La U para que se quedaran en La U y, al mismo tiempo, mantuvieran simpatías con el Gobierno. Eso se acabó. El señor Roy Barreras, por ejemplo, ya se definió. Eso está muy bien. Dijo que no había que ir al homenaje en mi honor, porque eso era extrema derecha y esa era la reunión de los que sostenemos que hay que matar hasta al último guerrillero para hacer la paz. Anotó dos cosas: primero, ya se fue y está bien que se vaya, cada uno está donde quiere estar. Lo  segundo, es pedir que tratemos de hacer política seria, sin incluir en majaderías y sin ofender al otro tergiversando su pensamiento. ¿Cuándo en la vida el expresidente Uribe o cualquier persona seria del movimiento ha dicho que hay que matar al último guerrillero? Menos se le puede decir a un gobierno como el de Uribe que le permitió la reinserción a la vida civil a más de quince mil guerrilleros de las Farc.

Empieza el debate y esperamos sea un debate responsable, civilizado y no como este que plantea el señor Roy Barreras, que es un debate trivial y de mala condición.

 

 

Los congresistas

PV: ¿Cuáles considera que son los congresistas uribistas y cuál será el destino de ellos con estos cambios?

FL:Esto puede tener discusiones, pero creo que Juan Lozano. Por supuesto el senador Juan Carlos Vélez y, por supuesto, el representante Miguel Gómez.  Quiénes vengan con ellos, no sabemos, ni tiene mucha importancia, porque aquí habrá un cambio tan sustancial en el país y el que lo ignore está por fuera de la realidad política colombiana. Pensar cuántos son los parlamentarios que se van a quedar en un lado, que se van para el otro, significa muy poco, pues si hay algo desprestigiado en este momento en Colombia es el Congreso y, por supuesto, los miembros del Congreso. Entonces quiénes están y quiénes no están no significa nada. El expresidente Uribe no está jugando sobre las decisiones que vayan a tomar los congresistas, eso es irrelevante para la política nacional. Los que aspiren a verse reelegidos algún día o a tener alguna significación en las urnas de la mano de Uribe, tendrán que tomar camino muy pronto.

PV:Muchos consideran que esos otros congresistas -que usted no mencionó- traicionaron al uribismo y los principios de los electores ¿El uribismo estaría dispuesto a recibirlos aun cuando no supieron mantener las banderas?

FL: Eso no lo puedo decir, porque eso le corresponde al jefe del partido que es el expresidente Uribe. Yo no soy nada en ese partido, yo aspiro a ser un intelectual y un periodista que tenga alguna influencia en el pensamiento político del país. Mi adhesión es sobre todo a la política que representa Uribe, este no es un movimiento no es una persona; el movimiento se encarna en el expresidente, su pensamiento, sus ideas, su concepción de la vida nacional. No tengo la menor idea de si Uribe los vaya a recibir o no; él es lo menos rencoroso que yo he conocido en la vida. La decisión hay que tomarla ya, porque en todas las regiones del país hay gente de primera categoría que está buscando una oportunidad para hacer una política alta, la política noble, la política creativa que Uribe quiere hacer, no quieren seguir nadando en mermelada.

 

 

Los presidenciables

PV: Frente a los candidatos a la Presidencia ¿Quiénes creen que podrían ser las figuras que jugarían por el uribismo?

FL:Para mi sólo hay dos: Oscar Iván Zuluaga y Martha Lucía Ramírez, o Martha Lucía Ramírez, porque siempre las damas primero, y Oscar Iván Zuluaga. No hay un orden de preferencia en lo que estoy diciendo. Martha Lucía tiene la gran condición de ser mujer, y ambos le han demostrado al país de lo que son capaces. Son figuras impolutas, nuevas en la política, en el sentido en que nunca han estado contaminados por bajezas, ambos conocedores de la nación y ambos con condiciones sobre las que se pueden tomar decisiones. No veo en el horizonte que haya otros candidatos, salvo ellos.

PV:¿Y  por qué descarta otros nombres que se sugiere están en la baraja como el senador Juan Lozano, el vicepresidente Angelino Garzón y el exvicepresidente Pacho Santos?.

FL: No  es cosa de que descarte a otros, simplemente insisto en que no veo a más candidatos sino los dos que me mencioné.  Usted indicó a personas muy ilustres y muy capaces, pero yo no los veo para hacer una campaña a la Presidencia de la República. Insisto en que no veo sino esas dos figuras en el uribismo que sean capaces de hacer una gran campaña y de consolidar un gran movimiento uribista.

PV: A todas las personas que durante su homenaje gritaban “Londoño Presidente” y a tantos otros colombianos que quisieran que usted fuera el Presidente ¿qué les dice?

FL: Les digo que, por fortuna para mí, estoy inhabilitado por lo que me quede de vida útil, entonces eso no hay ni que tocarlo ni mencionarlo. Creo que soy el único colombiano que, sinceramente, desde el fondo del alma, nunca ha tenido ganas de ser Presidente de la República, ni cuando estaba chiquito. Dicen que por ahí a los diez o doce años, todos los colombianos han querido ser bomberos o Presidentes de la República, probablemente quise ser bombero pero no Presidente de la República, no me interesa. No soy de los que dicen las uvas no están verdes, simplemente estoy inhabilitado y no hay nada más que discutir.

 

 

Lo electoral

PV:¿Qué hará Uribe en las siguientes elecciones? Hay muchas especulaciones, se dice que podría encabezar una lista al Senado, podría ser un Vicepresidente ¿Qué hipótesis tiene?

FL:Me parece un tema menor, Uribe no está esperando nada. Cualquier cargo específico le quita relevancia, le quita significación, él con ser Uribe tiene. La Corte Constitucional, en un verdadero golpe de Estado -de esos en los que incurre todos los días y nadie le reclama-, prohibió que el expresidente fuera reelegido, Uribe, él específicamente, eso no tiene antecedentes en la historia de Colombia. No sé si estratégicamente convenga que el expresidente encabece una lista para el Senado, eso será cosa que el resuelva en su momento. La historia de que sea Vicepresidente sencillamente no la veo seria. Lo digo con toda franqueza desde el fondo del alma, no lo veo serio, porque eso cualquiera lo entendería como una tentativa de hacerle un esguince a la sentencia de la Corte Constitucional, y uno no puede incurrir en ese tipo de cosas. Uribe es más importante que cualquier cargo: la Vicepresidencia no la veo; que encabece una lista para el Senado, puede ser una decisión; me cuesta trabajo ver a Uribe metido en sesiones de seis y ocho horas hasta las 12 de la noche en el Senado, discutiendo la ley sobre honores a Ramiriquí. Él tiene otro temperamento y tiene otra manera de ver las cosas.

PV:Una de las críticas que se hizo en la elección pasada fue que  Uribe dejó pasar mucho tiempo para decidir cuáles serían los candidatos; ¿Usted coincide con esa apreciación? ¿Cuándo se deberían conocer el nombre de los candidatos?

 FL: Eso habrá que hacerlo pronto, el candidato uribista tiene que salir por el país, tiene que ser considerado como tal desde ya.  Hay muchos que creen que una candidatura larga puede enfriar los ánimos y quemar un candidato. No lo sé, pero tal vez  el país necesita una esperanza, necesita una alternativa y esa hay que encarnarla en una persona que congregue las voluntades. Estamos pasando un terrible momento, uno ve uno a los guerrilleros de las Farc haciendo retenes de cuatro horas en las carreteras de Colombia…. Uno ve una crisis económica que se viene encima y que el Presidente Santos no se ha dado cuenta; dice no esto no puede ser, el desempleo galopante; al país hay que darle una esperanza. La gente si no vive de realidades, tiene que tener, por lo menos, el aliciente de una esperanza para superar los duros momentos, como este que estamos viviendo los colombianos.

PV: ¿Cuál cree que debe ser la actitud del presidente Santos? ¿Cómo debe enfrentar esto? Porque se dice que con la salida del uribismo del santismo se parte el centro derecha y que, entonces, Santos y Uribe serán los culpables de que la izquierda vuelva al poder ¿Cree eso?

FL:Creo que el presidente Santos no representa mucho en la política colombiana, él fue elegido con nueve millones de votos uribistas. Él nunca ha tenido un voto propio y creo que ahora lo tiene menos. Tendría lo que significa el respaldo de un gobierno que ha sido tan impúdico para tratar de comprar la opinión pública, a través, por ejemplo, del mecanismo de las pautas publicitarias. Es sencillamente vergonzoso,  penoso, basta que vea un noticiero de televisión para que se dé cuenta de lo que está pasando; de la clase de soborno que se le está haciendo a la opinión de los medios de comunicación. No veo que una división entre Uribe y Santos dé lugar a una tercera alternativa o una solución seudo-chavista, como lo ha propuesto ya Vargas, lo propone inclusive Plinio Apuleyo Mendoza. En Colombia ni hay Chávez ni Colombia es Venezuela, me parece a mí, pero esa es mi opinión.