Ocho meses después de los atentados de París, un tunecino desconocido de los servicios de inteligencia franceses causó al menos 84 muertos y dejó a más de 200 heridos, 54 de ellos que se debaten entre la vida y la muerte, al embestir con un camión a la multitud reunida en Niza, Francia, para festejar la fiesta nacional.
Por el momento se desconocen las motivaciones de Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, de 31 años y padre de familia, descrito por sus vecinos como taciturno y violento con su mujer.
Para el fiscal de lucha antiterrorista, François Molins, este nuevo ataque aún no reivindicado "corresponde" a los "llamamientos al asesinato" lanzados por grupos yihadistas.
Pese a ello, matizó que Lahouaiej-Bouhlel era "totalmente desconocido para los servicios de inteligencia (...) y nunca había estado fichado ni mostrado el menor signo de radicalización".
El conductor avanzó durante dos kilómetros sembrando caos y muerte: al menos 84 personas fallecieron en el ataque, entre ellas una decena de niños y adolescentes, y hay más de 200 heridos, de los cuales 52 se debaten entre la vida y la muerte. Entre las víctimas hay al menos 17 extranjeros, entre ellos tres alemanes, dos estadounidenses, tres tunecinos y tres argelinos.
En el momento del drama, cientos de personas acababan de presenciar en el Paseo de los Ingleses, la rambla costera de Niza, los fuegos artificiales con motivo del aniversario de la toma de la Bastilla.
Cuerpos que salían disparados
El vehículo de 19 toneladas, alquilado el 11 de julio, avanzó arrollando a su paso a la gente y el conductor disparó varias veces, hasta que fue abatido por las fuerzas de seguridad. "Cambió de trayectoria al menos una vez", según la policía, lo que significa que "claramente trató de causar un máximo de víctimas".
"Escuché un bum, me di la vuelta y vi el camión acelerando, y cuerpos que salían disparados", contó Najate, una vecina de Niza de 52 años que presenció la escena. "Había gente triturada por las calles. Dos pequeños de 8 y 9 años murieron al lado de nosotros" ante los ojos de sus padres, explicó Bachir desde un hospital de Niza.
Un motociclista trató de detener el camión abriendo la puerta del conductor, pero finalmente fue arrollado, explicó por otro lado el periodista alemán Richard Gutjahr, que presenció la escena desde el balcón de un hotel.
Mohamed Lahouaiej-Bouhlel nació en la ciudad tunecina de Susa y era residente en Niza, "capital" de la Costa Azul. Casado y padre de familia con tres hijos, este conductor transportista se encontraba en proceso de divorcio. En el barrio donde vivía, en el este de la ciudad, varios vecinos lo describieron como "solitario y callado".
Un hombre desequilibrado
"Yo nunca lo vi en la mezquita", declaró un guardia en un restaurante contiguo a la sala de rezos. A su lado, tres musulmanes practicantes asienten. El conserje del edificio en el que vivía el matrimonio lo describe como un hombre "muy violento con su mujer".
El fiscal antiterrorista señaló que era conocido de la policía y la justicia por su historial de "amenazas, violencia, robo y degradaciones cometidos entre 2010 y 2016". Los investigadores tratan de establecer si existen "eventuales vínculos" del autor de la matanza con grupos "terroristas islamistas". En el camión se hallaron dos pistolas automáticas y armas falsas.
En una primera intervención televisiva desde París, el presidente francés François Hollande advertía de que, pese a los ataques, Francia "reforzará su acción en Siria e Irak", países donde combate a los yihadistas del Estado Islámico (EI).
El estado de emergencia, que debía finalizar dentro de 15 días, ha sido prolongado tres meses. Dicho régimen, decretado tras los atentados del 13 de noviembre, facilita los registros policiales y la puesta bajo arresto domiciliario de los sospechosos.
A petición de Francia, la lucha antiterrorista se ha añadido a la agenda de los 28 ministros de Exteriores de la Unión Europea, que se reunirán el lunes en Bruselas.
Brasil anunció un refuerzo de la seguridad para los Juegos Olímpicos de Rio-2016, que comienzan el 5 de agosto.
El del jueves es uno de los atentados más sangrientos cometidos en Europa en los últimos años, y el segundo peor en Francia tras los ataques de noviembre en París, cuando varios suicidas del grupo Estado Islámico (EI) mataron a 130 personas.
Antes Francia ya había sido golpeada por la violencia yihadista en los ataques de enero de 2015 contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado kósher, que dejaron 17 muertos.
Lejos de la unidad nacional reinante entre la clase política tras los atentados de enero de 2015, la oposición conservadora no tardó esta vez en criticar al gobierno socialista de Hollande, a menos de un año para las elecciones presidenciales en Francia.
Dos kilómetros de horror
Hacia las 23H00 locales (21H00 GMT), una multitud abarrotaba el muy turístico paseo de los Ingleses con motivo de los tradicionales festejos del 14 de julio. Los fuegos artificiales acababan de terminar cuando un camión blanco de 19 toneladas, alquilado unos días antes, irrumpió entre la muchedumbre, llevándose por delante a numerosas personas, incluyendo a varios niños, a lo largo de dos kilómetros.
El conductor "cambió de trayectoria al menos una vez", afirmó la policía a la AFP. "Claramente trató de causar un máximo de víctimas".
La investigación deberá determinar cómo pudo el camión entrar en este famoso paseo costero, cerrado a la circulación y bajo estrictas medidas de seguridad en ocasión de la fiesta nacional.
El chofer, que mató a más de 80 personas y dejó decenas de heridos, de los cuales 18 estaban el viernes en estado crítico, disparó varias veces con una pistola antes de ser abatido por la policía.
El camión terminó su mortífero recorrido cerca del Palacio del Mediterráneo, un hotel de lujo, con los neumáticos reventados y la puerta del lado del pasajero y el parabrisas lleno de agujeros de bala.
Dentro del vehículo se encontró una granada "desactivada" y "armas falsas", según una fuente cercana a la investigación.
¿Quién es el atacante?
Las fuerzas de seguridad francesas "identificaron formalmente" al conductor del camión. Es un franco-tunecino de 31 años residente en Niza cuyo documento de identidad se encontró en el interior del vehículo.
Según una fuente policial, este hombre no figuraba en la lista de personas de los servicios de inteligencia por presunta radicalización. Pero tenía antecedentes por pequeños delitos, sobre todo por violencia.
Este hombre estaba sólo en el vehículo. Se están llevando a cabo investigaciones para determinar si tenía cómplices.
La presencia de armas ficticias en el camión levanta también interrogantes sobre su perfil.
¿Cuáles eran sus motivaciones?
Unas horas después de los hechos, el presidente francés François Hollande dijo que el "carácter terrorista" del ataque es "innegable".
Ocho meses después de los atentados del 13 de noviembre en París, que dejaron 130 muertos, la investigación deberá determinar si el atacante actuó sólo o si siguió órdenes.
Hasta el momento, el ataque no ha sido reivindicado. Sin embargo, la manera de actuar y la fecha escogida para atacar, el día de la fiesta nacional francesa, recuerdan consignas de grupos yihadistas como Al Qaida o Estado Islámico (EI).
En un mensaje de audio difundido en 2014, el portavoz oficial del EI Abu Mohamed Al Adnani urgió a aquellos que denomina "soldados del califato" a utilizar cualquier arma disponible.
"Si no pueden hacer explotar una bomba o disparar, arréglenselas para encontrarse solo con un infiel francés o estadounidense y rómpanle el cráneo con una piedra, mátenlo a cuchilladas, arróllenlo con su vehículo".
Hace un mes, el 13 de junio, Larossi Abbala, utilizó un simple cuchillo para matar a un policía y a su pareja en el domicilio de ambos cerca de París, en un ataque que reivindicó el EI.