Ya es común que ante las oportunidades de inversión las empresas utilicen naciones facilitadoras en el manejo de recursos para dirigir sus operaciones de compra en varios sectores. En el país se abren otras opciones para la llegada de recursos, diferentes al petrolero y al minero
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De acuerdo con las últimas estadísticas del Banco de la República sobre los flujos de inversión extranjera en el país, varios países que no son aportantes frecuentes en este rubro de la economía, se distinguieron gracias al papel de las multinacionales que tienen presencia en el país.
Varios países del Caribe como Panamá, Surinam, Bermudas, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Anguila, Barbados y Luxemburgo, que se han caracterizado por ser ‘paraísos fiscales’, ya han tomado presencia en la inversión extranjera en Colombia.
“Este comportamiento es normal en las transacciones financieras de las empresas, que utilizan sedes alternas por impuestos para colocar recursos en otras naciones, como es el caso de Colombia. Simplemente prefieren sacarle el jugo a un ahorro impositivo que existe en países con los que Colombia tiene acuerdos o convenios comerciales, pero que alivian un poco la carga tributaria”, señaló un analista consultado por este diario.
En la globalización de las economías, este manejo de recursos es frecuente, como lo opina la secretaria general de la Cepal, Alicia Bárcena, quien ha sostenido que “la globalización económico-financiera ha acrecentado la importancia de los paraísos fiscales, dado que conlleva significativos flujos comerciales y financieros transfronterizos en un marco de creciente desregulación financiera, los importantes aumentos en la inversión extranjera directa y la consolidación de las empresas transnacionales”.
Señala que “nuestra región espera que los flujos de IED puedan contribuir a la diversificación productiva y a la innovación, al desarrollo de nuevas industrias con menor impacto ambiental y a la generación de empleos directos e indirectos, de la mano de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible promovida por las Naciones Unidas”.
Las cifras
La inversión extranjera directa, acumulada al 31 de mayo de 2017, se ubicó en US$3.199,8 millones, es decir, US$ -863,6 millones menos que en el mismo periodo del año anterior (US$4.063,3 millones). En el acumulado al 31 de mayo de 2017 presentó una caída de 21,3% con respecto al observado en el año 2016.
El 68,6% de la inversión extranjera directa correspondió a petróleo, hidrocarburos y minería (US$2.194,1 millones). El año anterior participaba con 51,2% (US$2.079,2 millones).
Las estadísticas de la Balanza de Pagos que reveló el Banco de la República indican que de los US$2.515 millones que arribaron en el primer trimestre, el 30,7 por ciento (US$772 millones) provinieron de Panamá, Bermudas, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Anguila, Barbados y Luxemburgo.
Los recursos
Aunque mucho se ha dicho sobre el origen de los recursos, lo cierto es que también pagan tributos en el origen, aunque menores, y son un mecanismo puente de las multinacionales para inyectar recursos a terceros países.
En el primer trimestre Bermudas, isla del Caribe, pasó de remitir a Colombia US$489 millones en los tres primeros meses del 2016 a solo 20 millones en igual lapso de este año.
Los nuevos flujos de capital de largo plazo también se redujeron desde Holanda, 84,6 por ciento, al pasar de US$433 millones a US$67 millones. Entre tanto, los Estados Unidos pasaron de enviar US$402 millones a US$371 millones en el primer trimestre, con una caída del 7,5 por ciento, frente a igual periodo del año pasado.
Los flujos internacionales de capitales también aumentaron desde España, al pasar de US$322 millones a US$336 millones, con un progreso del 4,3 por ciento también respecto al primer trimestre del año pasado. Mientras que desde Barbados, Panamá, México y Suiza aumentaron, respectivamente, 108, 32, 30 y 16 por ciento.
Respecto a la inversión extranjera directa (IED) de Panamá, aunque cayó el año pasado 16,4 por ciento, al sumar US$1.387 millones y el nivel más bajo desde el 2009, en el primer trimestre del 2017 subió de 216 a 281 millones.
Compra de Isagen
Las estadísticas de la Balanza de Pagos, con corte al primer trimestre, indican igualmente que Canadá –país origen de los fondos con los que la firma Brookfield adquirió el año pasado a la generadora Isagen– pasó de remitir US$1.987 millones a desinvertir 56 millones en el primer trimestre de este año.
Cabe recordar que la venta de Isagen al fondo Brookfield –que primero adquirió el 57 por ciento perteneciente de la Nación en la generadora eléctrica y luego el otro 43 por ciento en manos de los socios minoritarios– aportó US$3.361 millones por la operación, lo que representó el 24,7 por ciento de la IED que llegó al país en el 2016, que sumó 13.593 millones.
Sectores
En el primer trimestre de 2017 por concepto de IED se recibieron US$2.515 millones (3.5% del PIB trimestral), inferior en US$2.188 millones (46.5%) a los recibidos un año antes. La distribución por actividad económica de la IED recibida en este periodo fue la siguiente: industria manufacturera (28%), minería y petróleo (22%), servicios financieros y empresariales (15%), comercio y hoteles (10%), transporte y comunicaciones (9%), y el resto de sectores (16%).
Por tipo de aporte de capital, se estima que del total de ingresos recibidos por IED en el primer trimestre de 2017, el 42% correspondió a nuevas participaciones de capital, el 36% a reinversión de utilidades y el 22% a deuda entre empresas con relaciones de inversión directa.
Durante el primer trimestre de 2017 los ingresos por inversión extranjera de cartera totalizaron US$1.982 millones (2.7% del PIB trimestral), monto inferior en US$187 millones al obtenido un año atrás. El 88.4% de estos recursos se destinó a la compra de TES y acciones en el mercado local por parte de inversionistas extranjeros, y el 11.6% se originó en la colocación de títulos de deuda de largo plazo en los mercados. El resto de sectores incluye las actividades de electricidad, agricultura, construcción y servicios comunales.
De acuerdo con el estándar internacional de la balanza de pagos, las deudas entre los inversionistas directos y sus empresas de inversión directa se clasifican como “Inversión directa-instrumentos de deuda”.
El sector público recibió recursos por un monto de US$1.336 millones, de los cuales el 62% correspondió a colocaciones de títulos de deuda de largo plazo en los mercados internacionales y el restante 38% a la adquisición de TES en el mercado local por parte de no residentes.
En comparación con lo ocurrido un año atrás, las compras de estos títulos de deuda disminuyeron US$309 millones. Este comportamiento fue resultado de la disminución en el valor de las colocaciones de bonos en los mercados internacionales (US$597 millones) y de las mayores adquisiciones de TES en el mercado local por parte de inversionistas extranjeros (US$287 millones).
Por concepto de inversión extranjera de cartera el sector privado recibió US$646 millones, originados en la compra de acciones en el mercado local por parte de no residentes de US$1.246 millones y en el pago de títulos de deuda de largo plazo en el mercado internacional por US$600 millones.
Frente a lo registrado en igual periodo un año atrás, en el primer trimestre de 2017 estas entradas de capital de portafolio aumentaron US$123 millones.
Por concepto de transacciones de forwards y opciones de divisas, en el primer trimestre de 2017 se estimaron ingresos netos por valor de US$20 millones como resultado de las ganancias originadas en la liquidación de estos contratos, cifra inferior en US$6 millones a los ingresos netos recibidos un año atrás.
Al comparar con el mismo periodo del año anterior, los ingresos por transacciones de instrumentos financieros derivados disminuyeron US$38 millones, al pasar de US$92 millones a US$54 millones.
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