UN documento base de negociación con vistas a un acuerdo multilateral contra el calentamiento climático, que se espera aprobar en diciembre en la conferencia de Paris, fue adoptado ayer en Ginebra por los países miembros de la convención de la ONU sobre el clima.
"¿Podemos considerar que el texto de negociación que presentan ustedes hoy en Ginebra es el texto sobre el que iniciaremos las negociaciones fundamentales?" inquirió, en sesión plenaria, el copresidente de los debates, Daniel Reifsnyder. "Al no escuchar objeciones, así se decide", dijo.
"El texto de negociación (...) refleja las propuestas realizadas por todas las partes" explicó Reifsnyder
"La tarea de esta sesión ha sido cumplida" dijo por su lado responsable del clima de la ONU, Christiana Figueres.
"Tenemos hoy un texto (...) que será la base de las negociaciones de los próximos meses hasta que lleguemos a Paris", donde los 195 países miembros de la convención deben adoptar el acuerdo final sobre el clima.
Este documento será transmitido luego a los Estados, y no podrá ser modificado antes de la próxima sesión de negociación, fijada en junio en Bonn, seis meses antes de la conferencia de Paris.
De aquí a junio, las negociaciones informales para intentar acercar posiciones a menudo muy alejadas o contrarias, van a ser difíciles. El objetivo es conocido y fue fijado en 2009: hay que limitar el alza de la temperatura mundial a +2°C respecto a la era preindustrial.
En caso contrario, se prevé un desarreglo climático que tendrá graves consecuencias en los ecosistemas, las sociedades y las economías, en particular en las regiones más pobres.
"Nos hemos puesto de acuerdo sobre un texto de negociación, es positivo porque es una base para avanzar" dijo Elina Bardram, representante de la UE. Pero "las negociaciones difíciles son las que están por venir, y nos falta tiempo", añadió.
Es "una base de trabajo, reconocida por todo el mundo", según Laurence Tubiana, enviada del gobierno francés."Pero no debemos ser cándidos. Aún no hemos entrado en las muy difíciles negociaciones", añade.
De hecho, los Estados están divididos sobre los medios que deben utilizarse. ¿Cómo repartir la carga de las reducciones de las emisiones entre los países del Norte y los del Sur, más vulnerables, menos preparados y muy necesitados de energía? ¿Qué rol desempeñan los grandes países emergentes, como China, Brasil o India?
"Todos los desafíos siguen sobre la mesa" constata Alix Mazounie, de la ONG Réseau Action Climat.
Sin embargo, Ginebra habrá permitido restablecer la confianza entre las partes. "Es importante que el espíritu de Ginebra se mantenga hasta Bonn", añade Mazounie.