El vicepresidente Angelino Garzón arremetió nuevamente en contra de las propuestas planteadas en torno al aumento del salario mínimo para el próximo año, al decir que no cree posible que alguien que pide dinero en la calle pueda ganar más que un trabajador con el sueldo mínimo.
“No puede ser que a una persona le vaya mejor pidiendo limosna en la calle que luchando por un salario mínimo”, fueron las palabras de Garzón al referirse nuevamente a las propuestas del sector empresarial de que dicho aumento sea del 3,5%.
El pasado martes, el mismo Vicepresidente había dicho que “el 3,5 significa 18 mil pesos mensuales, es decir 600 pesos diarios, por eso es una oferta miserable”.
Sin embargo este comentario que fue rechazado por el presidente de Fenalco, Guillermo Botero puesto que “esas declaraciones son injuriosas y vergonzosas. Nos sentimos ofendidos pero aclaro que lo que digo no lo hago a nombre del congreso nacional gremial sino de Fenalco”.
Añadió que “del concepto miserable del que nos tilda el señor Vicepresidente y de persistir ellos en estas diferencias sería muy difícil llegar a un acuerdo”.
En su opinión, son precisamente el gremio de los comerciantes quienes les aportan considerablemente a la economía del país pues “por más dignidad que tenga el señor Vicepresidente, nosotros somos los generadores de empleo formal, somos los que estamos contribuyendo al crecimiento de la economía colombiana y nos parece absolutamente vergonzoso que nos haya tratado de esa manera”.
Aún sin acuerdo
Entre tanto, durante la cuarta reunión ayer de la Mesa de Concertación Salarial y Laboral, de la que hacen parte el Gobierno Nacional, las centrales obreras y los empresarios, los sindicalistas siguen sin llegar a un acuerdo.
Por ejemplo, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en cabeza de Domingo Tovar, planteó que lo ideal sería aumentar en un 10% el salario mínimo, lo que representaría 56.670 pesos y con lo que quedaría un sueldo de 623.370 pesos.
El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez, comentó que el incremento debería ser del 7,85%, es decir menos de 45 mil pesos para fijar un sueldo de 612.036 pesos mensuales.
Por su parte, la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), liderada por Luis Miguel Morantes, propuso que fuera del 8%, unos 45 mil pesos.
En ese sentido, el presidente de Fedesarrollo, Leonardo Villar explicó recientemente que la generación de empleo se vería seriamente afectada por un aumento excesivo del sueldo básico.
Para Villar, “aumentando demasiado, muchos trabajadores terminan perdiendo demasiado”, ya que “muchos pasan a la informalidad, dejan de ser contratados por la formalidad y terminan en situaciones en las que no les pagan ni siquiera el mínimo. Tampoco recibirán los aportes para pensiones y seguridad social. Eso quiere decir que tendrán unos ingresos menores”.
También puso en la balanza el caso colombiano y el de otras naciones al indicar que “si uno compara el salario mínimo de Colombia con el ingreso per cápita, da un 55%. Esa cifra en Brasil es de 31%. En Perú es del orden del 34%. En México es del 11%. Es decir que en nuestro país el salario mínimo es mucho más alto a nuestros ingresos per cápita de lo que es en otros países de la región”.
Mañana será la última reunión de la mesa tripartita cuando las centrales obreras presenten la propuesta unificada que anunciaron y la discutan con el Gobierno Nacional, en caso de no llegar a un acuerdo, la decisión se tomará por decreto por parte del Ejecutivo.