Que tomaría medidas para impedir el ingreso de los periodistas al recinto donde se lleva a cabo el juicio al general en retiro Miguel Maza Márquez, procesado por el magnicidio del líder político Luis Carlos Galán, dijo ayer el magistrado Fernando Castro.
A pesar de que es una audiencia pública, en la que el general Maza Márquez ha entregado su versión sobre los hechos de lo ocurrido el 18 de agosto de 1989 y ya han entregado su versión dos testigos solicitados por la Fiscalía, el magistrado Castro hizo la advertencia porque se podría afectar la ‘integridad’ del juicio.
El magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia citó el artículo 406 del Código de Procedimiento Penal de la Ley 906.
“Los testimonios no pueden ser recibidos en presencia de quienes aún hubieren declarado en la audiencia, con este fin el juez ordenará que se retiren de la Sala las personas que no hubieren rendido testimonio y tomará las medidas necesarias para evitar que reciban informes al respecto”, señala la norma.
De igual forma indicó que “de nada serviría tener buen cuidado de que no estén en el recinto personas que van a declarar y que aún no lo han hecho, si los medios de comunicación revelan los contenidos de las declaraciones que se han dado”.
Entre tanto, durante la audiencia, Aura Rocío Restrepo, exesposa del jefe del Cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, reveló que enviaron al general Maza Márquez, grabaciones que interceptaban al narcotraficante Pablo Escobar con el objetivo de tenerlo de aliado.
Sin embargo, la testigo presentada por la Fiscalía advirtió que pese a que tenían la intención de buscar alguna cercanía con el entonces director del DAS, el oficial nunca se convirtió en alguien que tuvieran de aliado dentro de la guerra que tenían en contra de Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín.
Y negó haber tenido algún conocimiento de las actividades que al parecer se realizaron para asesinar al líder político, Luis Carlos Galán Sarmiento, por ello desistió de dar algún detalle sobre una supuesta alianza de los carteles para provocar la muerte de Galán en 1989.