Las posibilidades para que Millonarios clasifique a los cuadrangulares semifinales de la Liga Postobón cada vez se reducen más y más, en gran parte por sus errores defensivos.
Ayer, los dirigidos por el técnico venezolano Richard Páez tuvieron todo para derrotar al Deportes Quindío en Armenia, pero como ha ocurrido en otros partidos, se tuvieron que conformar con un empate 2-2.
Y, de la misma manera, como ha sucedido en anteriores oportunidades, la mano del estratega tuvo que ver en el resultado final, con cambios inexplicables como el de dejar a su elenco sin un volante de manejo.
Primero excluyó a Omar Vásquez, luego a Mayer Candelo y para rematar a Wilberto Cosme, quien arrancando desde atrás hizo un gran trabajo. ¿Por qué? Solo Páez lo sabe.
Las decisiones de Páez bien pudieron costarle no solo el empate, después de ir dos veces arriba en el marcador, sino la derrota, por ese extraño gusto de cambiar por cambiar y no realizar variantes producto de un análisis de lo que ocurre en desarrollo del cotejo.
Primero fue el goleador Humberto Osorio Botello el que puso a ganar a los azules, pero García igualó para el local. Entonces Erick Moreno, quien acababa de ingresar anotó, pero no hubo tiempo para la celebración porque de inmediato Murillo decretó la paridad.
No es nuevo que, a parte de las decisiones erróneas de Páez, se sumen equivocaciones en el sistema defensivo de Millonarios y que por ello se le escapen puntos vitales. Una victoria ayer hubiera dejado al equipo bogotano muy cerca de acompañar a Santa Fe y La Equidad en los cuadrangulares semifinales, pero ahora las cuentas se complican y queda con la obligación de ganar los nueve puntos en contienda para llegar a los 28.
Tal vez, los jugadores entendieron que quedaron mal parados y que sus aspiración es se van esfumando y por ello se retiraron cabizbajos del gramado del Estadio Centenario de Armenia o, como en el caso de Henríquez, que se quedó meditando, reflexionando en los errores que cometen atrás y que llevan al sacrificio al golero Nelson Ramos.
Los jugadores del Quindío también quedaron con la sensación de que hubieran podido hacer más y por lo mismo, también se fueron con sentimientos encontrados: felices por el empate, tristes porque no ganaron.
No hay que olvidar que los Cafeteros luchan por alejarse de la zona de promoción, en la por fortuna para los dirigidos por Fernando Pecoso Castro están dos equipos que no hacen nada por salir de allí, como son Real Cartagena y Cúcuta.
Quindío, con una nómina muy barata, con una base de jugadores formados en las escuelas de Hernando Ángel y reforzada con los veteranos Ricard y Cocho Patiño, por momentos fue más que Millonarios, cuyo plantel es mucho más costoso y que se supone, fue armado para pelear los primeros lugares.
Lo peor es que si el técnico Páez no reflexiona sobre los cambios que va a realizar y si la defensa no se concentra y evita dar tantas ventajas, llegar al grupo de los ocho le va a quedar complicado. Al frente tendrá a Pasto, que está clasificado por ahora; Envigado, que es una especie de bestia negra para los azules, y Patriotas, que también lucha por quedarse en el selecto grupo.
PESE A que Humberto Osorio Botello volvió a marcar, Millonarios no consiguió los tres puntos en Armenia, ante el Quindío.
“Se quería ganar para alejarnos de la zona de promoción, pero no se pudo, así es que lo importante es que se sumó un punto”: Olmer García, jugador del Quindío.
“Nos quedan tres partidos, hay que salirlos a ganar para poder clasificar. Creo que tenemos con qué”: Humberto Osorio Botello, atacante de Millonarios.