Gabriel Sonny Cubillos
Periodista de EL NUEVO SIGLO
A pesar de que hay tres proyectos en trámite y se anuncia que por lo menos serán presentados dos más después del 20 de julio, la reforma a la Ley Quinta de 1992 apenas se quedaría en unos aspectos puntuales como el funcionamiento de las comisiones de conciliación, dejando de lado las modificaciones de fondo que algunos piden.
En ese sentido, el ex congresista Darío Martínez, coautor de esta norma, dijo que esta requiere de una urgente reforma que la actualice, en la cual las conciliaciones serían apenas una parte.
La Ley Quinta es pan de cada día en el Congreso, pues fija los parámetros para el funcionamiento legislativo en materia del trámite de los proyectos de ley y de las comisiones, entre otros.
Sin embargo, esta Ley se puso en boca de todo el mundo a raíz de la malograda reforma a la Justicia, específicamente por lo sucedido al interior de la comisión de conciliación designada por los presidentes de Senado y Cámara para unificar las diferencias que se presentaron en los textos aprobados en las dos corporaciones.
Los graves ‘micos’ que a la postre costaron el hundimiento de la reforma, fueron introducidos por los conciliadores, según denunció el ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra, quien además aseguró que los conciliadores no le permitieron estar en la reunión del 19 de junio, en la que a puerta cerrada tomaron estas decisiones.
Por su parte, los conciliadores en bloque produjeron un comunicado asegurando que no introdujeron ‘micos’ en la reforma y que los temas que quedaron en la conciliación fueron discutidos y aprobados ya sea en Senado o en Cámara. Incluso afirmaron que no sacaron al Ministro de la reunión de conciliación y que le entregaron con tiempo el texto acordado.
Paralelamente se oyeron voces en el Congreso sobre la necesidad de reformar la Ley Quinta, especialmente en lo que tiene que ver con las comisiones de conciliación.
El senador Roy Barreras (Partido Social de Unidad Nacional –La U), virtual presidente del Senado, manifestó que desde la Presidencia impulsará algunas modificaciones que son necesarias para la labor del legislador: “Estamos trabajando ya en la propuesta de la reforma a la reglamentación de las conciliaciones”.
Según el congresista, la Ley Quinta es un conjunto de mecanismos inoperantes y el Legislativo no puede trabajar con normas que están desde hace 20 años.
EL NUEVO SIGLO conoció que Barreras está trabajando en un proyecto de ley en ese sentido, el cual espira radicar antes del 30 de este mes.
Se sabe que el representante Alfonso Prada (Partido Verde) también trabaja en un proyecto de reforma a la Ley Quinta, en el cual se pondría en cintura la labor de los conciliadores.
En cuanto a los proyectos de reforma a la Ley Quinta que vienen en trámite, uno de ellos busca darle más protagonismo a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, en tanto que otro pretende crear una comisión de administración en la Cámara, como sí existe en el Senado. Finalmente hay otra iniciativa para crear en Cámara una comisión más de vigilancia.
Cambios de fondo
Según el ex congresista Martínez, durante la vigencia de la Ley Quinta se han hecho 35 reformas constitucionales (incluyendo la malograda a la Justicia), por lo que es necesario actualizar esta norma.
“Es urgente comenzar a trabajar, primero, con la modificación a la estructura y funcionamiento de las comisiones de conciliación y luego preparar un proyecto del nuevo reglamento”.
En este punto dijo que falta acoplar lo dispuesto sobre las comisiones de conciliación en la Ley Quinta y en la reforma constitucional de 2003.
Considera que los ponentes deben ser designados por las mesas directivas de Cámara y Senado, a diferencia de hoy, que lo hacen sus respectivos presidentes; que las comisiones de conciliación solo estén integradas por los ponentes del proyecto en Senado y Cámara; que los informes de conciliación deben ser presentados para la publicación, siquiera con ocho días de anticipación a las plenarias, “para que tengan la oportunidad de leer los informes los Partidos y los congresistas”. Levantar actas de las comisiones firmadas por los que intervienen y, “lo más importante, se debe prohibir que los conciliadores incorporen artículos nuevos”.
Añadió que además es necesario actualizar varios aspectos más de la Ley Quinta, como “el funcionamiento de los Partidos políticos mediante bancadas; la Ley Quinta se expidió cuando no existían las bancadas”.
Agregó que hay que incorporar un régimen disciplinario interno y “excluir del reglamento lo correspondiente al juicio en contra de los altos funcionarios del Estado, eso no debe estar allí sino en el Código de Procedimiento Penal, como está”.
Además dijo que es necesario modificar la forma como son designados los ponentes, los términos para rendir ponencias y el contenido de las ponencias.