En el foro "Latinoamérica y el Grupo de los 20: hacia la construcción de un espacio de diálogo en la región", organizado por la Aladi, los representantes regionales buscaron alcanzar una postura común para trasladar al G20.
"América Latina puede llegar a ser un actor importante que tenga voz y voto en el mundo que se está desarrollando", aseguró el secretario general de Aladi, Carlos Alvarez.
En la misma línea, el alto representante del Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), Samuel Pinheiro Guimaraes, reclamó que "no hay razón" para que América Latina no esté representada a través de la Aladi en la próxima cumbre del G20, que contará como invitados a España, Emiratos Arabes Unidos, Etiopía, Singapur y Guinea Ecuatorial.
El G20 no obstante, es un foro de discusión política que integra individualmente a economías desarrolladas y emergentes industrializadas, y que surgió para debatir caminos de salida para la crisis financiera mundial que estalló en 2008.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, aseguró por su parte que por ser una región que ha reforzado sus reservas monetarias en los últimos años "América Latina merece un lugar en la mesa para discutir el sistema monetario internacional".
Bárcena apostó a la primera reunión del G20 en 2012 en México para que se produzca "un cambio de timón, por lo menos en la reflexión" que genere propuestas concretas al grupo desde América Latina.
El canciller argentino, Héctor Timmerman, insistió por su parte en que América Latina necesita respuestas de los países centrales sobre la crisis.
"No estamos diciéndole a Europa o a Estados Unidos cómo deben resolver sus problemas sino que, dado que una recesión en esos mercados o una crisis en los centros financieros internacionales afectarían al resto del mundo, les decimos que nos urge percibir una respuesta", enfatizó.
El canciller advirtió que "confiar en que solamente los países emergentes, en general, y China, en particular, puedan compensar con políticas expansivas el ajuste de las otras economías sería un error de cálculo peligroso en el contexto actual".
A mediano plazo, Timerman consideró que el G20 debe priorizar la agenda social y laboral, promover un crecimiento económico inclusivo y generador de empleo y crear reservas alimentarias regionales de emergencia, entre otros temas.
Para el representante brasileño en el G20, Valdemar Carneiro Leao, el G20 se ha visto absorbido por la crisis financiera internacional pero "antes o después la crisis será superada y el G20 tendrá que enfrentar su agenda de mediano y largo plazo".
"Para Brasil esa agenda tendrá que tener, como tema central, la cuestión del desarrollo sustentable y la eliminación de la miseria en el mundo", destacó en un discurso leído, ya que Carneiro no pudo viajar a Montevideo debido a la ceniza volcánica que afecta a la región.
El representante de México para el G20, Roberto Marino, destacó finalmente que cuando presida el foro,su país aspira a desarrollar una agenda "incluyente, que dé prioridad a los países en desarrollo y a la región latinoamericana en particular".
En ese sentido, defendió un crecimiento económico con empleo, la realización de reformas para promover la productividad o cómo manejar las distintas velocidades de crecimiento de los países, sin descuidar temas como la seguridad alimentaria.
La cumbre del G20 se desarrollará los 3 y 4 de noviembre en Cannes (sur de Francia), y estará dominada por la crisis de la deuda soberana en Europa.
AFP