Con una inversión de 38.000 millones de pesos se adelanta la de impacto social y cultural.

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Con una inversión de 38.000 millones de pesos aproximadamente,  se adelanta el proyecto San Roque Distrito Local, que tendrá  como prioridad no hacer más de lo mismo, sino una obra de alto impacto social y cultural.

De acuerdo con La Trocha y Contexto Urbano, en el diseño; 2 + Proyectos en el gerenciamiento y Múltiplo Gestión de Proyectos en la comercialización, la iniciativa está dirigida a un número cada vez más creciente de personas que se establece en poblaciones vecinas a Bogotá, a las que se suman las que crecieron en la Sabana y deben ir a la capital con frecuencia, y a una gran población flotante que busca salir de la rutina, del ruido de la ciudad encontrando espacios para compartir en familia o con amigos.

“Teníamos el reto de hacer algo más impactante, un sitio que se volviera un destino, donde el cliente natural y la población flotante se sintieran a gusto,  donde ‘estar’ fuera tan importante como comprar, así que empezamos a estudiar casos exitosos en el mundo. Quisimos incluir oficinas, escasas en este momento y más presentes hoy en proyectos muy diferentes a San Roque, y tener consultorios para cubrir la demanda que se presentará con la construcción de una sede de la Clínica Marly en el entorno inmediato, además porque en La Sabana se necesita una mejor oferta médica”, explica Claudia Abello Uribe, gerente de Múltiplo Gestión de Proyectos.

Uno de los aspectos que más ha influido en el proceso de urbanización ha sido la migración de bogotanos hacia municipios de las afueras y el norte de la capital, según el informe. Ese crecimiento demográfico ha influido en el proceso de urbanización y uno de los aspectos que más ha tenido que ver en esto es la migración de bogotanos hacia los municipios del norte de la ciudad.

Según la más reciente Encuesta Multipropósito hay una importante proporción de habitantes de origen bogotano en municipios como Chía, donde el 33% de sus habitantes son oriundos de la capital; y de Cota, donde lo son el 27%, mientras que en los otros municipios esa proporción se acerca al 20% de su población.

Finalmente, la apertura de nuevos proyectos en otros sectores también fue un factor a tener en cuenta. Como es el caso de la construcción de la Clínica Marly en Chía, lo que fue un factor decisivo para incluir consultorios en San Roque, dado que a muchas especialidades médicas no les conviene tener un consultorio si eventualmente no pueden hacer un procedimiento en una clínica.

¿Por qué Distrito Local?

El término Distrito Local encarna de forma efectiva el concepto del proyecto. Distrito, porque tendrá una variedad de zonas, usos e interacción de elementos urbanos como calles en una escala pequeña, senderos peatonales, plazas, mercados, entre otros. Así se sentirá, muy urbano. Y local porque corresponde al lugar, a la región, la sabana. Es un proyecto hecho específicamente para el sitio y es único.

De hecho los compradores en su mayoría son de la zona y en la historia del proyecto tienen un arraigo especial tanto para los desarrolladores como para el mismo municipio. Por esa razón el elemento local es muy importante y en las zonas públicas habrá eventos que buscarán darle cada vez más peso a ese componente local.

“Dicho de otra manera, funcionalmente San Roque va a vender artículos y ofrecer servicios, a tener oficinas, parqueaderos y en eso podría asimilarse como un centro comercial, pero no lo es, conceptualmente lo hará de una forma totalmente nueva, a la manera de un Distrito Local”.

Incluso los visitantes podrán ir y no consumir o adquirir nada porque eso es lo que se quiere, un espacio en donde esté permitido que cada quien lo viva como sienta la necesidad. Es una pequeña ciudad dentro de la ciudad con sus pequeñas calles, su parque, su espacio para las mascotas y un lugar para que los niños jueguen y los jóvenes y adolescentes puedan reunirse tranquilamente, en el que la familia pueda comer un helado o simplemente estar.

Inspiración en fábricas

Elementos como los colores cálidos y la apariencia sencilla e industrial de las fábricas de fachadas desgastadas sirvieron para plantearse una idea que paulatinamente fue dando paso al concepto de San Roque Distrito Local.  

La forma de lograrlo fue utilizando ladrillo artesanal, un elemento que no permite el anclaje de la estructura por su misma conformación. Para solucionar ese aspecto se utilizó bloque de concreto para dar ese soporte estructural y ‘forrarlo’ con el ladrillo de modo que éste se convirtió en un elemento ornamental.

Ese uso de ladrillos artesanales, según los ingenieros, proporcionó ventajas técnicas que permitieron cumplir con tres  propósitos: uno estético -el principal- pues dio el aspecto que evoca una arquitectura industrial en los edificios. El segundo, que las paredes quedaran dobles, lo cual generó una mejor sensación de confort térmico. Y el tercero actuar como aislante del ruido.

Según el gerente de La Trocha, no hubo que importar nada ni se usó nada sofisticado ni complejo. “Se construyó con todo lo que se construye aquí. Por eso definitivamente uno de los elementos más importante es el ladrillo, porque es artesanal y es fabricado en la región”.
La dificultad radicó en que la colocación del ladrillo era una obra de arte que hacía la labor dispendiosa y eso hizo necesario buscar mamposteros con el suficiente conocimiento y dedicación para permanecer en la obra y con la experiencia y paciencia necesarias.

Claudia Uribe Bello, gerente de Múltiplo Gestión de Proyectos y Clara Taborda, directora comercial de San Roque; nos cuentan un poco más sobre el proyecto que le cambiará la forma de vivir a la Sabana norte de Bogotá.

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