Admitió que su país está en una situación muy compleja ahora y el objetivo es salir de ella: crecer y crear empleo
Insistiendo en que la reforma laboral no tiene espera y tras fracasar en su intento de lograr un consenso con sindicatos y empresarios, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy admitió que el costo social que le acarreará ese proyecto.
“La reforma laboral me va a costar una huelga”, dijo en Bruselas Rajoy a uno de sus homólogos europeos, el primer ministro finlandés Jirky Katainen en una conversación informal que fue captada por la televisión y luego confirmada por el mandatario en una rueda de prensa.
"Esa conversación era con el ministro finlandés, no era pública, pero me va bien para responder" sobre este asunto, dijo más tarde en una rueda de prensa, al finalizar la reunión de dirigentes de la Unión Europea.
"La reforma laboral hay que hacerla", señaló Rajoy. "Yo intenté que sindicatos y empresarios intentaran ponerse de acuerdo, pero no fue posible", se lamentó. "El gobierno por tanto tiene que tomar su decisión".
En los últimos tres meses de 2011, 295.300 personas más integraron las listas de desempleados en España, que ya totalizan 5.273.600.
La idea de una huelga siempre se considera, señaló. "Yo sé que muchas de las decisiones que hemos tomado y de las que vamos a tomar no le van a gustar a mucha gente".
"En el año 2009 con un crecimiento negativo, los salarios subieron 4%: todo el mundo sabe que eso es un disparate", dijo Rajoy, refiriéndose al gobierno de su predecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
El número de desempleados en España supera ya la barrera histórica de los cinco millones, con una tasa de 22,85%, récord en casi 17 años, en un país al borde de la recesión que multiplica las medidas de rigor para sanear sus cuentas.
El aumento del desempleo es especialmente dramático para los menores de 25 años, más de la mitad de los cuales (51,4%) se encuentra sin trabajo en un país donde 1,575 millones de hogares tienen a todos sus miembros desocupados.
El Banco de España, la UE y el FMI ya expresaron recientemente su preocupación por el creciente desempleo en España y le urgieron a reformar cuanto antes su mercado laboral, considerado demasiado rígido.
Rajoy dijo que intentará hacer aprobar una ley sobre la reducción del déficit y las reformas del mercado laboral y de los bancos, entre el 27 de enero y el 10 de febrero.
"España está en una situación muy compleja ahora y el objetivo es salir de ella: crecer y crear empleo", aseguró.
El dirigente español afirmó que su política económica se centra en cuatro ejes, que abordará al mismo tiempo: consolidación fiscal, con el control de los déficits; reformas estructurales para "crecer" y "crear empleo"; preservación de la liquidez como "instrumento financiero"; y reformas del Consejo Europeo.
Rajoy reconoció sin embargo que su país está en una "situación muy difícil", que requiere "decisiones difíciles" pero "absolutamente necesarias".
Todos los datos recientes indican que España se prepara para enfrentar una recesión en 2012. El Banco de España prevé una caída del 1,5% del PIB./EL NUEVO SIGLO – AFP