Los países de la región desean reformar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pero no aportan los recursos suficientes para poder hacerla más eficiente, lamentó ayer su secretario ejecutivo Emilio Álvarez.
"Hay una serie de críticas a la comisión pero yo no veo quién levanta el cheque para decir: 'aquí está, para que hagan lo que queremos que hagan”, dijo el mexicano Álvarez en una rueda de prensa para anunciar el periodo de audiencias públicas que la CIDH sostendrá en Washington la semana próxima, tal como lo había anunciado EL NUEVO SIGLO.
La CIDH divulgó el miércoles un plan destinado a mejorar su eficacia, en respuesta a recomendaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), que lleva a cabo un proceso para fortalecer a su ente autónomo de derechos humanos, en medio de críticas a su funcionamiento de varios países de la región.
"No es una falta de voluntad, es falta de recursos”, anotó Álvarez. “Si dotan de condiciones y recursos a la Comisión, podremos responder en mucho mejores términos", expresó el secretario ejecutivo, quien indicó que numerosas mejoras que propone el plan demandan más financiamiento.
La CIDH tuvo un presupuesto de 9,5 millones de dólares en 2011, dos terceras partes de ellos aportadas por la OEA, lo que a juicio de Álvarez es "insuficiente".
"El acuerdo económico de la OEA es de otro momento", cuando en la actualidad cinco miembros de la OEA integran el Grupo de los 20 países ricos y emergentes (Estados Unidos, Canadá, México, Brasil y Argentina), y "algunas economías de América Latina son de las más importantes del mundo", expresó.
El plan de la CIDH será discutido el martes próximo en dos audiencias públicas, la primera con los países miembro de la OEA y la segunda con representantes de organizaciones civiles, aunque las reacciones preliminares al documento han sido "positivas", según Álvarez.