La Nueva Economía, ¿utopía o realidad? | El Nuevo Siglo
Domingo, 19 de Junio de 2016
LA ESTRATEGIA del Gobierno para darle un viraje al desarrollo del país denominada ‘La Nueva Economía’,  ha dado de qué hablar entre en el país, ya que no se sabe si es apenas un nombre para describir la situación actual y el manejo económico, o sí de verdad es un plan para dejar la dependencia de las materias primas como el petróleo y la minería.
 
Antes y después, en el país se ha tratado de primero desarrollar otras áreas o actividades alejadas de los rubros del crudo y las minas, pero como el desarrollo de los servicios y la tecnología.
 
Busca impulsar las pequeñas y medianas empresas que buscan desarrollar proyectos brindando recursos de inversión y financiamiento a quienes deseen hacer inversiones en Colombia, así lo manifestó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
 
“No son los megaproyectos, son las pequeñas y medianas iniciativas de miles de personas, compatriotas que quieren desarrollar proyectos productivos y que el Gobierno quiere ayudar e impulsar”, dijo el Ministro.
 
“Apoyaremos las pequeñas iniciativas de los emprendedores, innovadores a los que tenemos que apoyar con crédito o capital semilla. El gran reto es fortalecer el financiamiento de la mediana y pequeña empresa, de las nuevas ideas. Por eso estamos trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Financiera Nacional”, sostuvo.
 
Tarea difícil
 
El desarrollo de ‘La Nueva Economía’, no es fácil ni está a la vuelta de la esquina. No depender del sector minero-energético requiere de muchos años de trabajo para reemplazarlo. Cabe recordar que las exportaciones de minerales (como carbón, esmeraldas, ferroníquel, petróleo y derivados) representan el 44 por ciento de las ventas externas de Colombia.
 
Cómo va a reemplazar Colombia estas ventas externas. Para la ministra de Comercio, María Claudia Lacouture, “la caída del precio de los hidrocarburos y de los minerales nos recordó que el país sigue atado a las materias primas y a pocos productos, al vaivén de la tasa de cambio y la baja sofisticación”. 
 
Sin embargo, la funcionaria dice que se deben desarrollar las llamadas rutas competitivas, para promover y orientar los negocios estratégicos en las diferentes zonas del país.
 
Lacouture anticipa que desde los ministerios de Comercio y de Agricultura se fortalecerán los ‘Proyectos de interés nacional estratégico’ (Pines), para identificar y superar cuellos de botella de las exportaciones. 
“La idea es lograr la admisibilidad sanitaria en nuevos mercados para bienes como carne bovina, aguacate hass, trucha y tilapia”, explica la Ministra.
 
La funcionaria advierte, sin embargo, que no habrá subsidios a exportaciones sino que se fortalecerán las herramientas de promoción y financieras de organismos como Bancóldex, Procolombia o Fontur. El plan incluye enfoque y oferta especializada de productos y servicios por región y encadenamientos productivos.
 
Frente al desarrollo de las regiones con el enfoque de la ‘Nueva Economía, la ministra indica que “estamos priorizando las regiones, promoviendo su especialización y buscando inversiones ancla que ayuden en ese proceso. Es urgente continuar y profundizar la diversificación de productos y destinos y aprovechar al máximo los acuerdos comerciales”.
 
Transición
 
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, sostuvo por su lado que la transición de la economía para el caso de la industria debe basarse en los planes para insertarse en las cadenas de valor y diversificarse.
 
Tras un año largo, la mayor parte de los sectores no mineros tampoco toman una buena dinámica exportadora, no obstante la mayor competitividad que ganan con la tasa de cambio.
 
Y para completar el difícil panorama, el proceso de desaceleración que viven países vecinos no impulsa la demanda de los productos colombianos. O sus monedas también se han devaluado respecto al dólar, tanto que nos compiten con igual o más fortaleza en Estados Unidos o Europa.
 
Diversificación
 
El presidente de Acoplásticos, Carlos Alberto Garay, afirma que aunque no se requieren políticas de choque, el proceso de diversificación tomará tiempo. Sin embargo, pide medidas urgentes, como el descuento del IVA para la compra de bienes de capital.
 
“También se requiere una tributación que no aleje la inversión internacional porque es mucho más alta en Colombia frente a los que compiten con la industria nacional”, acota.
 
De la misma manera, el gremio solicita modificar urgentemente las fórmulas que fijan los costos de transmisión y distribución de energía para ponerse a la par o superar la tasa de retorno, superior a las de países como Perú o Estados Unidos.
 
Optimismo
 
Mauricio Hernández, analista económico de BBVA Research, dice que, sin embargo, no hay que ser tan pesimistas sobre el futuro de las exportaciones y sobre su diversificación, porque los resultados del PIB correspondientes al primer trimestre demuestran que, a pesar de la caída de las ventas en dólares, se presentó un crecimiento del 2,1 por ciento en moneda nacional.
 
Entre tanto, el presidente de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, prevé la consolidación en los mercados internacionales, por cuanto el producto nacional se ha logrado diferenciar en elementos como el diseño.
 
Por su parte, el presidente de la marca estadounidense de vehículos Navistar para Latinoamérica, Manuel Barrios, señaló que si bien como importadores quisieran que la tasa de cambio se revaluara, la demanda de los proyectos de construcción, como las 4G, va a ser determinante para impulsar otros sectores no petroleros como la industria de materiales para construcción, los servicios y la industria automotriz.
 
Superar crisis petrolera 
 
El Gobierno Nacional mostrará al mundo cómo Colombia ha venido consolidando su sostenibilidad fiscal tras haber afrontado exitosamente la crisis global de la caída internacional de los precios del petróleo. Sin embargo, Cárdenas  aclaró que el Gobierno Nacional continuará impulsando y protegiendo el sector minero energético.
 
“Este es el momento, la oportunidad histórica. Le llegó la hora a la Nueva Economía, porque terminó un ciclo de altos precios de los productos de exportación. Pero esto se debe hacer sobre la base de que el sector Minero Energético se mantenga sólido, que el país siga produciendo 900 mil barriles de petróleo al día. Sin esto no podemos construir la Nueva Economía”, enfatizó el Titular de la cartera de Hacienda.
 
Cárdenas, explicó que Colombia está entrando a una nueva fase de su economía que se basará principalmente en los sectores de la industria, la agricultura, el turismo, como principales protagonistas.
 
“Tenemos que pensar en el país del futuro, en el que vamos a tener necesidades de ingreso, de empleo, que las tenemos que crear. Ya no van a ser esos años de altos precios del petróleo, del carbón. Debemos buscar que la industria, la agricultura, el turismo tomen el liderazgo, sean lo protagonistas”, aseguró el funcionario.
 
La industria nuevo jalonador
 
“La Industria es la Nueva Economía, el sector líder en Colombia, el que más crece, donde se está generando el empleo de calidad y donde están despertando muchos negocios. Los colombianos estamos decididos a comprar productos nacionales, hemos dejado de importar cosas que podemos producir acá y a mejor precio” puntualizó.
 
Finalmente destacó que la industria se consolida como uno de los sectores que impulsará la Nueva Economía. Ésta ha venido teniendo uno de los mayores crecimientos en la economía nacional.
 
¿Y el sector petrolero qué?
 
El presidente de la Asociación Colombiana  del Petróleo (ACP), Francisco Lloreda, sostuvo a EL NUEVO SIGLO que “es entendible que el Gobierno desee impulsar otros sectores. Lo que no tendría sentido es no impulsar también el petrolero, como si se tratara de escoger”.
 
Para el dirigente gremial, “impulsar otros sectores en detrimento de otros sería un error, pues el país requiere de todos,  no creo que el ministro Cárdenas este sugiriendo hacer a un lado el sector, más cuando él fue el impulsor del desarrollo económico y social  de la última década, cuando le aportó al país, $200 billones en impuestos, derechos, regalías y dividendos. Significaría para empezar ver languidecer a Ecopetrol, la empresa más grande del país y cuyo socio mayoritario es el Gobierno”.
 
Según Lloreda, “nadie con cinco centímetros de frente entendería que el modelo económico de Colombia prescinda del sector petrolero”.
 
El presidente de la ACP enfatizó que el país no se enfocó sólo en el sector de hidrocarburos. “Cosa distinta es que éste creciera más que otros por la coyuntura de los altos precios del petróleo”.
 
Para el economista, Ismael Molina: “Hoy, con la caída de los precios del petróleo y de otros minerales, descubrimos que las ofertas con que se vendieron los tratados de libre comercio de acceso a amplios mercados a nivel de todo el mundo, fue una falacia. Las exportaciones de bienes y servicios que hace Colombia en la actualidad son similares o menores a lo que hacíamos 25 años atrás y ello se traduce en un déficit creciente en la balanza de pagos”.
 
“El auge de los precios del petróleo y de otros bienes primarios no sirvió para apalancar propuestas estratégicas que proyectaran al país al futuro, con capacidad real de ser competitivo en el mercado internacional. Por el contrario, la bonanza se gastó en guerra, corrupción y clientelismo. ¿Dónde está la infraestructura de base del desarrollo que se requiere para poder competir? ¿Dónde están las transformaciones productivas que debieron implementarse para mejorar la productividad y competitividad de nuestro tejido empresarial? ¿Qué se ha hecho para la producción e introducción de la ciencia, la tecnología y la innovación en las estructuras productivas, condiciones necesarias para ser un país ganador en el mundo global?” puntualizó el experto.