La Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM), bajo la batuta de su director, el maestro Enrique Bátiz, se ha posicionado como una de las más importantes de América. El maestro habló de su experiencia en el mundo de la dirección orquestal, su papel a la cabeza de la Orquesta y del concierto que esta noche ofrecerá en el Teatro Mayor con un excelso repertorio: obras de Johannes Brahms, Dmitri Shostakovich, Johann Strauss, Sergei Rachmaninov y el mexicano Manuel M. Ponce.
Comenzó a tocar piano a los 4 años ¿Cuándo decide que se va a dedicar a la dirección de orquesta y por qué?
En la Juilliard School of Music en Nueva York hice tres años del curso de dirección de orquesta en 1963, 1964 y 1965 con Jorge Mester. En Dallas, Texas, en la MSU en 1962 donde organicé un coro para cantar el Aleluya de Häendel para una Iglesia Metodista de mexicanos y logré que se la aprendieran de memoria y lo cantaran todos. La personalidad del director nace y crece como una rama dependiente porque debe nutrirse primero con cultura musical y con estudios muy sólidos y después de muchos años saldrá con toda su altura si se hacen todos los estudios necesarios antes de mover la mano. Es interminable. Pero eso no se puede hacer sin talento natural. Este solo lo da Euterpe (Diosa Griega de la Música). Sin estudios serios no hay ninguna posibilidad de ser un buen director de orquesta.
¿Qué fue lo que le motivó a crear la Orquesta Sinfónica del Estado de México OSEM?
La creación de la OSEM en agosto del 27 de 1971 fue por invitación del Gobernador de la entidad, profesor Carlos Hank González. Acepté desde marzo de 1971 dedicarme a ella en cuerpo y alma. El objetivo siempre ha sido llevar la música clásica a los municipios y a toda la República mexicana y al exterior. El fin siempre ha sido hacer de la capital del Estado de México un gran centro musical con el apoyo de los músicos jóvenes con talento. Llevo 47 años al frente como director de orquesta y hemos logrado superar todas las críticas y ganar adeptos y público permanente y fiel. La música clásica es una necesidad espiritual que tiene que apoyarse con el camino a la excelencia.
Es la primera vez que la OSEM viene a Colombia y lo hace con un repertorio en el que contaremos con obras de Manuel M. Ponce ¿Cuál es la importancia de este compositor en México?
Manuel María Ponce es el primer gran compositor mexicano con carácter romántico del siglo XX. Su música merece todo el respeto y la divulgación por sí misma. En orden de importancia le siguen Carlos Chávez y Silvestre Revueltas. Cada uno un genio. Es un honor tocar la música de Manuel María Ponce.
En ambas fechas, se mezclan en el repertorio el autor del que hablábamos anteriormente con europeos y rusos ¿Por qué?
Yo no hago diferencias por nacionalidad y si por el carácter de su música y por la importancia por sí misma. De ahí que Rachmaninoff sea cercano con Manuel María Ponce románticamente y todos sean cercanos con Brahms. No veo por qué no juntar en uno o varios programas a los grandes compositores rusos con el gran compositor mexicano.
Tanto el concierto de anoche como el de hoy cuentan con dos solistas invitadas, la violinista lituana Dalia Kuznecovaite y la pianista rusa Irina Chistiakova, respectivamente ¿Por qué escogió a estas solistas?
Son jóvenes triunfadoras; Primer premio del Concurso Internacional de violín Henryk Szeryng y de Piano del Primer Concurso Internacional Manuel María Ponce. Son las dos verdaderas solistas que tocan impresionantemente bien, no solamente desde el punto técnico si no de la musicalidad además que son poseedoras de un gran talento.
Por ser la primera vez que la OSEM llega a Colombia ¿cuál es la respuesta que espera del público?
Que se den cuenta del nivel que hemos logrado con la intención de estar cerca de la excelencia musical, nada más y nada menos./Prensa Teatro Mayor