¿De qué color eran las estatuas de los apóstoles de la Santa Capilla de París? En el Palacio del Louvre, los detectives del Centro de investigación y de restauración de los museos de Francia (C2RMF) intentan descubrirlo.
Armados con instrumentos científicos, analizan minuciosamente seis estatuas del colegio apostólico de este monumento de estilo gótico, edificado por San Luis en el siglo XIII para acoger las reliquias de la Crucifixión de Cristo.
Forman parte de la colección del museo de Cluny, en París, que confió al C2RMF su análisis y restauración.
Bajo la tenue luz de los talleres de restauración, las estatuas de piedra caliza revelan sus secretos.
Está el "apóstol con pinta de filósofo", con su barba tupida, el que parece "melancólico", con la cabeza inclinada, el joven "San Juan", y también el "acéfalo". De las otras dos obras, todavía coloridas, sólo queda la parte inferior.
Transportaron las estatuas a los laboratorios del C2RMF, en los sótanos del Louvre, para someterlas a radiografías, explicó Alexandra Gérard, jefa de la rama escultura del departamento de restauración del centro. "Esto permitió entender mejor el montaje" de las obras.
Una serie de fotos con luz ultravioleta (que vuelve fluorescentes algunas superficies) revelaron las zonas de yeso que "envejecieron mal", añade.
Decapitación
Pero lo que más interesa a los conservadores del museo del Cluny y del C2RMF es el estudio de la policromía. Las estatuas fueron pintadas varias veces hasta la Revolución Francesa, y quedan rastros.
Se tomaron muestras con escalpelo y se envolvieron con resina. Se examinaron con microscopio electrónico de barrido. El corte estratigráfico, "algo así como un sándwich", permite ver las capas de colores, informa Alexandra Gérard.
El colegio apostólico de la Santa Capilla, obra maestra del siglo XIII, sufrió múltiples vicisitudes tras la Revolución Francesa.
Las estatuas de los doce apóstoles se sacaron sin hacer cuidado cuando en 1797 el lugar se convirtió en un almacén de archivos. Dos se rompieron y fueron enterradas bajo los adoquines y las otras diez se enviaron al museo de los Monumentos franceses. Con el tiempo se dispersaron.
La revolución de 1830 fue todavía más dañina. Los alborotadores decapitaron a cuatro de las imágenes de los apóstoles. Una anciana encontró las cabezas.
A partir de los años 1840, el arquitecto Félix Duban intentó juntar las doce estatuas (y sus pedazos) para llevarlas de nuevo a la Santa Capilla y renovarlas.
Pero las cuatro estatuas decapitadas y las dos rotas en 1797 estaban demasiado mutiladas para ser trasladadas a la capilla. Se prefirió hacer copias de yeso, todavía visibles en la Santa Capilla junto con los seis originales, que se pintaron a la moda del romanticismo del siglo XIX.
Los originales en mal estado acabaron en el museo de Cluny y tres de las estatuas recuperaron sus cabezas.
'Piececito'
Los análisis de la policromía continúan pero los conservadores tienen una pista.
"La Santa Capilla en su estado actual propone una visión extremadamente colorida y recargada de los apóstoles, algo así como los vitrales", recalca Damien Berné, conservador del patrimonio del museo de Cluny. "Parece como si en el siglo XIII hubiera una gama cromática muy diferente" que "distinguía los apóstoles" de las famosas vidrieras.
En los próximos meses, el museo de Cluny lanzará una licitación para restaurar los seis apóstoles. Se trata de hacer una limpieza completa de la superficie, retirar "el enlucido moderno" pero preservando los rastros de policromía, precisa Damien Berné.
También se restaurarán las juntas entre las cabezas y los cuerpos, lo que podría modificar el aspecto de los apóstoles y la figura del "melancólico" puede que ya no lo sea tanto...
Por último, se separarán las estatuas de los pedestales que les fueron añadidos en el siglo XX y que acabaron con los tobillos de los apóstoles.
"Quizá encontremos al dueño legítimo del piececito 'encantador'" del apóstol guardado en el museo, espera el conservador./AFP