El Nogal, diez años después. La Barcacambia hoy su formato habitual para reproducir en su totalidad el sentido mensaje del presidente de la junta directiva del Club El Nogal, doctor Julio César Ortiz Gutiérrez, a propósito del décimo aniversario de la demencial  arremetida del terrorismo contra esta respetable institución colombiana:

Transcurrido este tiempo en la  dolorosa ausencia de nuestros amados hermanos, hijos, nietos y padres, y  ante el insuperable vacío que se nos impuso con la forzosa pérdida de nuestros queridos amigos y conocidos, ha quedado en claro que la ocurrencia de la agresión terrorista  nos permitió construir fe y confianza en los  valores de nuestra sociedad, y unidad y compromiso en las instituciones democráticas y republicanas.

Seguimos lamentando las terribles consecuencias de las acciones terroristas cometidas contra nuestros socios en estas instalaciones en febrero de 2003 y sabemos que se trató  de una criminal operación dirigida, además, a dañar la sociedad colombiana y a socavar la estabilidad institucional de nuestro país.

No llegaron a tanto, pues los colombianos hemos estado resueltos a no dejar pasar el terror y a someterlo a la ley y al derecho.  Nos hemos levantado del golpe artero con la firme y solidaria presencia afectiva y tierna de nuestros compatriotas y hermanos, y hemos puesto nuestros recursos al servicio del orden, de la reconciliación, la convivencia, el pluralismo y la paz.  Estos valores esenciales se han hecho más sólidos y las instituciones, cada vez más firmes y recias, han podido afirmar su vigencia y vigor.

Esta década ha sido el escenario de la afirmación de las instituciones del Estado y del crecimiento de lo que hemos construido en toda la historia.  Las oportunidades para el desarrollo de los nuestros y la inserción de la economía colombiana en los escenarios internacionales, nos han acompañado en la afirmación de nuestro vigor como grupo social moderno y civilizado.

Desde el principio de esta década nos erguimos con la dignidad de las víctimas que creen en el bien y en el amor fraternal de sus semejantes, sin sentimientos extraños a la bondad, a la generosidad y al perdón, y sin perder el destino marcado de los inicios de la República.

Nuestra corporación no es más una isla de la razón.

En Colombia todos estamos construyendo un gran territorio de razones para mantener el rumbo de la civilización y para procurar la felicidad en nuestro entorno con la más firme vocación de respeto por los demás y por sus derechos.

Aquí estamos como actores del desarrollo y de la afirmación de nuestra sociedad con la memoria viva de nuestros semejantes que partieron en esas circunstancias trágicas. Hacemos de la vida un acto de fe permanente y afirmamos nuestro amor por ellos.

No estuvimos solos. No estamos solos y nunca olvidaremos a los ausentes.

(Palabras pronunciadas por el exmagistrado Ortiz  Gutiérrez, en la mañana de ayer, en la conmemoración del luctuoso episodio, en la sede del Club El Nogal).