Un reciente análisis de Fasecolda, señalaba la preocupación sobre el impacto de la piratería terrestre en el sector asegurador. En el informe realizado por la investigadora de la Cámara Técnica de Transporte del gremio, Ana Cristina Sierra, se indicaba que “la piratería terrestre sigue siendo una de las principales causas de interrupción de la cadena de abastecimiento de bienes en Colombia, y en este contexto, se estima que aproximadamente el 60% de los siniestros de transporte de carga que asume el sector asegurador son derivados de esta actividad delictiva”.
Señala el estudio que de acuerdo al último informe oficial de la Dijin, en el 2012 se presentaron 318 casos de piratería según esta definición, disminuyendo en 7,7% respecto al año anterior.
“Sin embargo, el número de casos reportado por la Policía resulta muy inferior al registrado por las aseguradoras, ya que una sola aseguradora puede llegar a registrar 500 casos de hurto o falta de entrega en un año. Esta divergencia estadística encuentra explicación si se tiene en cuenta que para las aseguradoras cualquier tipo de hurto que afecta a la cadena de abastecimiento, no solo los que se ajustan a la definición que se emplea en la elaboración de las estadísticas de la Policía, se contabiliza como “piratería”.
Un claro ejemplo del importante efecto que puede tener el comportamiento de la piratería en los siniestros del ramo se puede ver en la tendencia desfavorable presentada por la siniestralidad en el periodo 1998-1999, la peor época de inseguridad en las carreteras del país, época en que la siniestralidad se ubicaba por encima del 80%.
Señala que a partir del esfuerzo del gobierno y del sector privado en materia de seguridad, esta tendencia comenzó a reversarse. Sin embargo, actualmente en varios segmentos del sector existe la percepción generalizada de que la piratería terrestre está nuevamente en aumento.
Explica el análisis que existe consenso general respecto a que el tipo de mercancías que más son sujetas de robo son los electrónicos, electrodomésticos y textiles, lo que coincide con el diagnóstico de la Dijin. En cuanto a la localización, Antioquia es el departamento más afectado por este crimen seguido por Cundinamarca, mientras que entre las principales ciudades se encuentran Medellín, Bogotá y Cali. Sin embargo, la principal preocupación recae en el principal puerto del Pacífico que genera más pagos de siniestros por hurto que cualquier otro puerto de Colombia.