El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, calificó de "primer paso" pero insuficiente la oferta de la primera ministra británica, Theresa May, para los derechos de los ciudadanos de la UE en Reino Unido tras el Brexit.
"Es un primer paso, pero este paso no es suficiente", aseguró Juncker, en la línea expresada la noche del jueves por la influyente canciller alemana, Angela Merkel, quien consideró la propuesta de May de "buen comienzo" aunque haya todavía cuestiones abiertas.
Durante la cena de trabajo con sus 27 socios la víspera, la primera ministra británica explicó que los ciudadanos europeos que residen en Reino Unido "legalmente" podrán permanecer allí una vez consumado el Brexit.
Además, Londres propone acordar a los ciudadanos de la UE un "estatuto definitivo" con derecho a residencia permanente, siempre y cuando hayan vivido cinco años en el país, medidas que espera que sean "recíprocas" para los británicos viviendo en el resto del bloque.
A su llegada a la segunda jornada de cumbre europea este viernes, los líderes prefirieron mantener la prudencia a la espera de conocer los detalles del plan que Londres desvelará el próximo lunes, si bien ya avanzaron que la información conocida era "particularmente vaga", en palabras del primer ministro belga Charles Michel.
"Es una buena primera propuesta, (...) pero está claro que tenemos mucho más trabajo por delante", dijo su homólogo austríaco, Christian Kern, para quien muchos de los ciudadanos europeos no están incluidos en la oferta. "Esto formará parte de la negociación", agregó.
Esta oferta, que May calificó de "justa y seria", podría no satisfacer a los 27, ante su rechazo a que el Tribunal de Justicia de la UE se encargue de resolver los diferendos sobre cuestiones vinculadas a los derechos tras el Brexit, como quiere Bruselas.
Garantizar los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido tras el Brexit es una de las prioridades de la UE que Londres aceptó negociar en primer lugar, antes de empezar a discutir sobre un acuerdo de libre comercio entre ambos, deseado por el gobierno británico.
Tras más de 40 años de unión a ambos lados del canal de la Mancha, más de tres millones de ciudadanos de la UE viven en Reino Unido y alrededor de un millón de británicos residen en el resto de países del bloque, la mayoría en España.
Casi un año después de la victoria del Brexit en referéndum, Reino Unido y los 27 empezaron formalmente las negociaciones del Brexit el pasado lunes, con Londres asumiendo los tiempos y las prioridades europeas, entre ellas los derechos de los ciudadanos.