Jugadores Anónimos, vacuna contra la ludopatía | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Junio de 2016
A esta hora, mientras usted lee este artículo, en todo el mundo millones de personas viven frente a una máquina tragamonedas, una ruleta, un cartón de bingo, una mesa de póker, de blackjack o de dados, una tragedia silenciosa: la ludopatía.
 
Considerada desde 1992 por la OMS una enfermedad, la ludopatía que es ni más ni menos que el trastorno del juego compulsivo, ya tiene en todo el mundo más de 100 millones de pacientes diagnosticados sin que se tenga en cuenta los que todavía no han declarado su padecimiento pero que día a día siguen dejando en las salas de juego su patrimonio económico, tiempo y salud.
 
En Colombia, las cosas no son distintas y aunque las cifras no son fáciles de calcular, se parte de la base que tres de cada 100 colombianos tienen problemas de juego compulsivo y en Bogotá, en las ciudades intermedias y municipios el crecimiento de las salas de juego ha sido potencial. Desde sofisticados casinos en el norte de Bogotá y en hoteles cinco estrellas de Cartagena, Medellín, Cali y Bucaramanga hasta sórdidos y oscuros salones en sectores deprimidos incluyendo las que recientemente encontraron en el tenebroso sector del “Bronx”, de la capital del país.
 
Por eso a Bogotá llegaron el pasado fin de semana cerca de 150 personas de diferentes países del mundo: Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador, México, EU y claro está de Medellín, Cali, Cartagena, Pereira, Armenia y Barranquilla entre otras para realizar el IV Congreso Hispano Latinoamericano de Jugadores Anónimos en el que durante dos días, los otrora jugadores compulsivos discutieron y plantearon el futuro de su comunidad en estos tiempos de globalización y redes sociales.
 
Jugadores Anónimos es un grupo de hombres y mujeres que comparten mutuamente la experiencia, la fuerza y la esperanza que ellos pueden resolver su común problema y ayudar a otros a recuperarse del problema del juego. El único requisito para ser miembro del grupo es el deseo de dejar de jugar.
 
Esta comunidad que nació en 1957, en Los Ángeles, California tras el encuentro casual de dos hombres que tenían una historia común de problemas y de sufrimiento debido a su obsesión por apostar, y que luego de reunirse regularmente y confirmar que esas reuniones les había permitido no volver a jugar, concluyeron que con el fin de evitar una recaída era necesario utilizar como guía ciertos principios espirituales que ya habían sido utilizados por miles de personas que se estaban recuperando de otras adicciones compulsivas y desde allí Jugadores Anónimos comenzó a tener su programa de 12 pasos.
 
En Colombia actualmente existen 17 grupos de JA, en Bogotá, Medellín, Pereira, Armenia, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena en los que se reúne un promedio de 10 personas por sesión. Su carácter anónimo no permite la identificación de sus miembros, solo el nombre y la primera letra del apellido. 
 
Juan B., uno de sus integrantes dijo a EL NUEVO SIGLO, que “este Congreso Internacional de Jugadores Anónimos permite traer a Bogotá el mensaje de lo qué es la enfermedad de la ludopatía y lo que puede hacer Jugadores Anónimos por quienes padecen esta tragedia. Por eso invito a todos los que tienen problemas con el juego o que ni siquiera lo saben a buscarnos, en Bogotá estamos en Bosa, en el sector de la Javeriana y en el barrio Contador, en el norte y nos pueden encontrar en http://www.jugadoresanonimoscolombia.org/ o en nuestra línea de vida 3103845185
 
Testimonios
 
Juancho R.: 
Barranquilla, Colombia. 6 años sin jugar
“Le debo la vida a Jugadores Anónimos, cuando llegué a ellos por primera vez que fue en Medellín, pues en Barranquilla todavía no existía, estaba entre ir a la cárcel o matarme. Lo había perdido todo, familia, empleo y patrimonio. Ellos me dieron la mano y me permitieron volver a vivir sin el infierno del juego”.
 
Erick E.: 
Nueva York-48 años de los cuales jugó 20. Hace 7 años no juega.
“Sin duda alguna Jugadores Anónimos es el hospital a donde acudimos los enfermos del juego compulsivo, yo por lo menos desde el año 2009 no volví a apostar tras vivir por más de 20 años el infierno del juego, desde lo peor de mi adolescencia en Las Vegas hasta los diferentes recorridos que hago por todo el continente y en los que es absolutamente imprescindible asistir a las reuniones que se den en la ciudad a donde llego”.
 
Sylvia G.: 
Buenos Aires- 44 años de los que jugó 17. Hace 9 años no juega.
“Me llevo como experiencia que este tipo de encuentros sirve para pasar el mensaje de Jugadores Anónimos a la sociedad y lo más importante es que todos estemos unidos en torno a este propósito, pues el juego compulsivo ataca a todos por igual, no hace diferencia de nacionalidades”.
 
Gabriel J.:
Grupo La Esperanza-Medellín. 12 años sin jugar
“Asistí prácticamente al nacimiento de la comunidad en el país, llevaba un año uno de los primeros grupos fundado en Medellín cuando yo llegué. El segundo grupo se fundó en Pereira. Y la verdad es que desde entonces ha crecido de alguna manera importante, pues hoy ya tenemos 17 grupos en Colombia, aunque no es el ideal, pues el crecimiento de los casinos se sigue dando de una manera exponencial”.