Tras un esfuerzo de más de dos años, que tuvo como principal impulsor al senador Juan Manuel Galán, el Congreso prácticamente ya aprobó (sólo resta la diligencia de conciliación) el proyecto que viabiliza en Colombia la utilización de productos derivados de la marihuana para tratamientos terapéuticos.
Según el congresista, con la aprobación de esta ley se marca un hito en el establecimiento de una política de salud pública y se “afianza el camino para iniciar un cambio en la política prohibicionista".
La inminente norma, que muy seguramente recibirá la próxima semana su aprobación definitiva y pasará a sanción presidencial, establece que los beneficiarios serán los pacientes con enfermedades crónicas o terminales, que quieran acceder a los medicamentos extraídos del cannabis, en condiciones de igualdad, calidad y seguridad. Medicamentos desarrollados científicamente y avalados por especialistas de la salud, rompiéndose así cualquier nexo con la ilegalidad.
La futura ley ordena que las instituciones del Estado que harán parte del proceso de regulación sean los ministerios de Justicia, Salud y Agricultura.
De igual forma quedó claro que los medicamentos extraídos del cannabis no generarán ningún impuesto.
A ello se suma que, en coordinación con el Ministerio de Educación, la nueva ley prevé que se desarrollará un programa nacional de prevención del consumo de sustancias psicoactivas en la comunidad educativa.
De allí, por ejemplo, que se reglamenta el acceso del medicamento para menores de edad, únicamente y siempre que haya consentimiento de los padres de familia.
De otra parte, la virtual norma plantea que el Estado protegerá a los pequeños y medianos productores y cultivadores.
Paralelo a todo lo anterior, se promoverá una política de sustitución de cultivos ilícitos de coca y amapola por cannabis medicinal como una opción legal para el campo colombiano.
De acuerdo con Galán que el Congreso haya dado su aprobación a este proyecto permitirá aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de millones de pacientes colombianos que sufren graves dolencias.
Indicó el senador que en varios países ya existe una normatividad similar e incluso en Estados Unidos 24 estados ya legalizaron la marihuana para uso medicinal, mas no recreativo.
Pacientes con enfermedades como epilepsia refractaria, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, cáncer, VIH sida, diabetes y migraña, entre otras patologías graves o terminales, podrán acceder, una vez entre en vigencia la ley, a un medicamento seguro, de calidad y a un precio justo, regulado por el Estado y “no por los criminales”.
Frente al decreto que en el mismo sentido dictara meses atrás el Gobierno, Galán aclaró que esa norma dejó por fuera varios aspectos que la inminente ley sí contempla, como el cobro de licencias cuyos recursos estarán dirigidos a programas de prevención escolar; sanciones a quienes violen el régimen de licencias; vigilancia a las licencias utilizadas exclusivamente a fines medicinales y terapéuticos; y que los menores de edad sólo podrán usarla bajo el consentimiento de sus padres, entre otros.
Otros aspectos novedosos implican que el Gobierno nacional, a través de Colciencias, promoverá la transferencia tecnológica necesaria para la producción nacional de cannabis y sus derivados con fines médicos y científicos, en el marco del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.