Jérôme Kerviel, el ex corredor bursátil condenado a una pena de cárcel por causar graves pérdidas al banco francés Société Générale, fue detenido este domingo nada más volver a Francia desde Italia, después de intentar implicar en vano al presidente François Hollande en su defensa.
A la medianoche en punto, el ex corredor de la Société Générale fue detenido en la ciudad francesa de Menton (sureste) por dos policías vestidos de paisano, que se lo llevaron en coche.
Kerviel, que venía de la ciudad italiana de Ventimiglia y acababa de cruzar la frontera, no opuso resistencia.
El joven, condenado a cinco años de cárcel, tres de ellos firmes, por haber causado en 2008 una pérdida de 4.900 millones de euros a su banco, tenía hasta la medianoche para presentarse en la comisaría de policía de Menton.
"Hoy no he perdido, he pasado un día magnífico con mi gente. Hoy soy feliz, soy libre, me entrego a la policía y a la justicia", dijo Kerviel desde Italia, poco antes de cruzar la frontera.
"Nunca he huido, siempre he asumido mi responsabilidad", añadió.
El sábado, el ex trader pidió desde Italia al presidente Hollande que garantizara la inmunidad de los testigos que pueden declarar a su favor.
El Elíseo respondió diciendo que examinaría una eventual solicitud de indulto. Kerviel no tardó en replicar que no estaba pidiendo la gracia presidencial.
Este domingo, anunció que seguía a la espera de la respuesta del presidente sobre su pedido de protección de testigos. Y pidió también que sus abogados puedan reunirse con Hollande para plantearle "los graves problemas de funcionamiento" que según él se produjeron en el procedimiento judicial en su contra.
Kerviel se llevó por respuesta dos noes.
La justicia francesa le advirtió que se emitiría una orden europea de arresto en su contra si no se presentaba a su convocación en la comisaría de Menton a más tardar este domingo a medianoche, y el entorno del presidente replicó que no estaba previsto dicho encuentro con sus abogados.
Kerviel, cuyas actividades fraudulentas fueron ventiladas en enero de 2008, fue la única persona condenada por la gigantesca pérdida ocasionada. Al ex corredor se le reprocha haber disimulado operaciones de alto riesgo introduciendo datos falsos en un sistema automatizado.
El ex operador sigue no obstante acusando a la Société Générale de estar al tanto de sus operaciones y de haberlas encubierto en un primer momento.
"No soy culpable. Nunca me pondré de rodillas ante una decisión inicua", reiteró este domingo junto a su abogado, David Koubbi.
El ex corredor, que comenazó en la Société Générale con 23 años y tiene ahora 37, se convirtió rápidamente en un símbolo de los excesos que pusieron de rodillas el sistema bancario mundial. Pero últimamente dio un giro y no ha dejado de fustigar un sistema financiero que tacha de "amoral".
En la ciudad de Ventimiglia concluyó una marcha a pie iniciada el 5 de marzo en Roma, después de intercambiar algunas palabras con el papa Francisco el 19 de febrero en una audiencia general.
El papa se ha pronunciado en numerosas ocasiones a favor de una regulación más estricta de los mercados financieros y contra la corrupción y el capitalismo salvaje./AFP