Japón rebajó el martes sus previsiones de crecimiento anuales, debido a la fragilización de las exportaciones, el aumento inesperado de las importaciones y el incremento del IVA en la tercera economía mundial.
Tokio dijo esperar una progresión del 1,2% del PIB del año fiscal que finaliza en marzo, comparado con una estimación inicial de 1,4%.
El Banco de Japón también revisó a la baja la semana pasada sus previsiones para el mismo periodo, de 1,1% a 1%.
"Las últimas previsiones se basan en una frágil demanda extranjera y en unas importaciones más robustas de lo esperado", indicó un responsable del gobierno.
La rebaja también se debe a "una baja demanda interior, tras el aumento de las tasas al consumo en abril", cuando se inicia el año fiscal, agregó. El IVA subió del 5% al 8% en esa fecha.
El año pasado, el primer ministro conservador, Shinzo Abe, lanzó un paquete de medidas conocidas como "Abenomics" para relanzar una economía enferma tras 15 años consecutivos de deflación.
El gobierno impulsó así el gasto público y el Banco de Japón flexibilizó la política monetaria, provocando la caída del yen para gran alegría de las empresas exportadores niponas.
No obstante, analistas advirtieron que el dinero barato no sería suficiente, pidiendo reformas estructurales en la tercera economía mundial.