Japón registró en julio su 25º mes consecutivo de déficit comercial, pero la mejora de las exportaciones permite abrigar la esperanza de una mejora de la situación en los próximos meses.
El desequilibrio de la balanza de las cuentas comerciales de la tercera potencia económica mundial fue de 964.000 millones de yenes (cerca de 7.000 millones de euros) el mes pasado, contra un déficit de 1 billón en julio de 2013. Aunque el saldo negativo se redujo cerca del 7% en un año, según las estadísticas del ministerio de Finanzas, sin embargo es superior a las expectativas de los analistas (en torno a los 700.000 millones).
Las importaciones crecieron menos deprisa que en meses anteriores, subiendo sólo 2,3% en valor, mientras que las exportaciones han frenado el declive iniciado en mayo para aumentar 3,9%, lo que es una buena noticia para el gobierno y el Banco de Japón.
Por zonas geográficas, las ventas aumentaron en dirección de la Unión Europea (+10,2%). También aumentaron en el mercado asiático 3,4%, 2,6% en China y 2,1% en Estados Unidos.
En cuanto a las importaciones, las compras de hidrocarburos que constituyen el principal rublo de gastos de Japón con el extranjero, han seguido pensando en la balanza, con una factura de gas natural licuado (GNL) en aumento del 7,4% y del 6,9% en la de petróleo crudo.
La factura energética de Japón aumentó tras el accidente nuclear de Fukushima en marzo de 2011 y que conllevó la parada del conjunto de los reactores nucleares del país.