El último obstáculo de España antes de la final de la Copa de Confederaciones de Brasil en el estadio de Maracaná el 30 de junio es una Italia tocada por la baja de su atacante estrella Mario Balotelli, pero con su tradicional capacidad de sobreponerse a las adversidades.
El delantero del AC Milan "sufre un desgarro muscular de primer grado en el cuádriceps de la pierna izquierda", anunció el domingo por la noche en un comunicado la Federación Italiana de fútbol (FIGC). "El jugador no estará disponible para la semifinal del jueves 27 de junio ante España", concluyó.
Se trata de la segunda baja de importancia de los Azzurra tras la del defensa Ignazio Abate del Milan, como Balotelli, que se dislocó un hombro ante Brasil y que regresa a Italia para ser tratado. La presencia de otro milanés, el volante Riccardo Montolivo también está en duda. El veterano Alberto Gilardino, el delantero del Bolonia de 31 años, se perfila como el sustituto del aguerrido Balotelli.
Por parte de España, el volante Cesc Fábregas del Barcelona y el atacante Roberto Soldado del Valencia son duda por molestias musculares, informó ayer la Federación española de fútbol (RFEF).
El partido se disputará el jueves en Fortaleza a las dos de la tarde, un día después de que Brasil-Uruguay jueguen su semifinal en Belo Horizonte, a la misma hora.
La esperanza del entrenador italiano Cesare Prandelli es la recuperación del centrocampista milanés Andrea Pirlo, que aporta la pizca de arte a un equipo al que la capacidad de sufrir se le da por descontada. Los futbolistas italianos son como los ciclistas italianos: 'cuesta arriba funcionan mejor'.
En su camino hasta Fortaleza, Italia ganó a México 2-1, a Japón 4-3 y perdió ante Brasil 4-2. Ante Japón perdía 2-0 y remontó; ante México empataba y marcó sobre la hora y a los brasileños les metió el miedo en el cuerpo con el empate a uno parcial y luego el 3-2. AFP