Irán anuló un contrato de 2.000 millones de dólares con China para la construcción de una represa hidroeléctrica, una obra que será finalmente atribuída a los Guardianes de la Revolución iraníes, anunciaron los medios de comunicación el martes.

"El Banco Central iraní rechazó el proyecto financiero presentado por los chinos, y el ministerio de Energía decidió atribuir el mercado a Jatam al Anbiya", el brazo económico de la milicia política del régimen iraní, indicó el ministro de la Energía, Majid Namju, citado por el cotidiano Kayhan.

Las razones por las cuales Teherán rechazó la propuesta china no fueron precisadas.

El contrato cuya anulación fue anunciada este martes establecía la construcción de una represa de 315 metros de altura con una capacidad de producción eléctrica de 1.500 mégawatts, llamada Bakhtiari, en el suroeste de Irán.

AFP