El estado de Arkansas, en el sur de Estados Unidos, anunció este martes la apertura de una investigación sobre la fuga de miles de barriles de petróleo de la compañía ExxonMobil, que supuso la evacuación de 22 hogares y el cierre de un oleoducto.
La fuga proviene de la ruptura el viernes de un tramo del oleoducto Pegasos, de 60 años de antigüedad, que transporta crudo canadiense desee Illinois (norte) hacia las refinerías de Texas (sur), cerca del pueblo de Mayflower, de unos 1.700 habitantes y situado al norte de Little Rock.
El grupo petrolero recuperó "alrededor de 12.000 barriles de agua y petróleo", indicó el martes en un comunicado, y empleó a 330 personas en limpiar el lugar.
Las imágenes de negro y espeso crudo inundando una calle residencial en Mayflower han renovado las preocupaciones sobre el petróleo de arenas de alquitrán, que según los ecologistas es más difícil de limpiar porque se sumergen en el fondo de los ríos en lugar de flotar en la superficie.
La residente en la zona Amber Bartlett, que se encontraba entre los evacuados tras la fuga del viernes, relató a la CNN que una calle sin salida en su barrio "estaba cubierta (...) sólo con petróleo. Parecía como un río derramado por la calle", afirmó.
La fuga se produce semanas antes de lo que se espera sea una áspera audiencia pública sobre el polémico proyecto del oleoducto Keystone XL, una iniciativa de 5.300 millones de dólares para trasladar el petróleo de arenas de alquitrán canadiense hasta las refinerías de Texas.
El fiscal general de Arkansas Dustin McDaniel envió una carta a ExxonMobil instruyendo al gigante petrolero conservar todos los documentos relacionados con el derrame y las tareas de limpieza en anticipación de "futuros litigios".
"El incidente ha dañado propiedades privadas y recursos naturales de Arkansas", afirmó McDaniel en un comunicado.
AFP.