Autoridades mexicanas investigan la identidad de los organizadores de una marcha en la que centenares de personas reclamaron la libertad del recién capturado narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, informó este jueves el gobierno del estado de Sinaloa (noroeste).
La inusual y festiva manifestación, que también exigió que Guzmán no sea extraditado a Estados Unidos, se llevó a cabo la tarde del miércoles en una céntrica zona de Culiacán, la capital de Sinaloa, el bastión del considerado capo más poderoso del mundo.
La marcha, a la que acudieron unas 2.000 personas, fue convocada en la mañana por medio de papeletas anónimas repartidas y lanzadas sobre la ciudad, de 860.000 habitantes, desde al menos un helicóptero.
El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdéz, dijo este jueves que carece de datos precisos sobre quién convocó a la manifestación, en la que fueron repartidas cerveza, tamales y hasta dinero.
"Pero la investigación debe arrojarlos. Es algo que no creímos que fuera a ocurrir y no lo estamos avalando", afirmó el gobernador a la cadena Televisa.
Con gritos de "suéltenlo" y "viva el Chapo", así como pancartas de apoyo al líder del poderoso cártel de Sinaloa, los manifestantes marcharon durante unas dos horas prácticamente sin vigilancia policial, aunque al final la manifestación fue disuelta por agentes municipales.
Los policías detuvieron a 10 personas, que recibieron sanciones administrativas y salieron bajo fianza el mismo día, dijo de su lado a la AFP una portavoz del gobierno municipal de Cualiacán.
El gobernador López Valdez sostuvó que fue una "sorpresa" comprobar el poder de convocatoria que tiene "El Chapo", pero que sus abogados le recomendaron privilegiar "el derecho a la expresión y a la manifestación".
La marcha, a la que los simpatizantes se presentaron con camisetas blancas, fue amenizada por dos bandas de la tradicional música de tambora, y acompañadas de vehículos de lujo en los que se hicieron sonar "narcocorridos" dedicados a la vida y actividad criminal del capo.
Guzmán, de 56 años, fue detenido el sábado en uno de los apartamentos de un turístico condominio del puerto de Mazatlán, en Sinaloa, donde se encontraba con su esposa y dos hijas pequeñas.
El capo fue capturado por la Marina Armada mexicana con la colaboración de inteligencia de Estados Unidos, donde se estudia pedir la extradición del capo para que afronte cargos por la introducción de masivos cargamentos de cocaína y lavado de dinero.
Los integrantes de los cárteles del narcotráfico han organizado anteriormente manifestaciones en varias ciudades para protestar contra la presencia de la policía y el ejército en sus poblaciones, pero raramente las han hecho para apoyar abiertamente a un capo.