Por lo menos 31 pescadores murieron a manos del grupo yihadista Boko Haram en Nigeria a orillas de lago Chad, indicaron fuentes locales.
Combatientes armados irrumpieron el sábado en las islas del lago Chad y masacraron a los pescadores instalados en el lugar, agregan.
Los yihadistas de Boko Haram "atacaron las islas de Duguri y Dabar Wanzam y mataron a 31 personas", informó Babakura Kolo, miembro de las milicias civiles. "En Duguri mataron a 14 y 17 en Dabar Wanzam", dijo a la AFP.
Oriundos de la región de Baga, los pescadores se trasladan regularmente al lago a bordo de embarcaciones de madera, explica Musa Ari, otro miembro de una milicia que opera en la región.
Confirmó el ataque perpetrado este fin de semana en esta región devastada por años de conflicto, de acceso casi imposible y sin comunicaciones.
Un pescador de Baga, Sallau Inuwa, que llegó el lunes hasta Maiduguri, capital del Estado de Borno, pudo dar la voz de alerta.
"Los combatientes se dividieron en dos grupos", relató Inuwa a la AFP.
Según él, los yihadistas salvaron la vida de un pescador, obligándolo a transportar los cuerpos de sus colegas hasta Baga: una advertencia destinada a disuadir todo comercio y explotación del lago por poblaciones civiles.
El ejército acababa de levantar las prohibiciones de pescar en el lago, permitiendo a los lugareños, que dependen en buena medida de la ayuda alimentaria para su supervivencia, de ir a abastecerse por sí mismos.
Las Fuerzas Armadas habían prohibido todo comercio durante dos años, sospechando a los pescadores de recurrir a esta actividad lucrativa como fuente de ingresos para el grupo.
Ninguna fuente militar u oficial quiso hacer comentarios sobre estos nuevos ataques de gran envergadura, que se han intensificado en la región estos últimos meses.
Aunque las Fuerzas Armadas de Nigeria hayan retomado el control de Baga en febrero de 2015, los alrededores de la ciudad siguen siendo inaccesibles. Los combatientes usan las islas del lago Chad como bases de repliegue.
El conflicto de Boko Haram hizo más de 20.000 muertos y 2,6 millones de desplazados desde 2009 y destruyó toda una economía en la región del lago Chad, donde la inmensa mayoría de la población padece malnutrición severa.