El presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping reiteraron este sábado, tras una comunicación telefónica, su voluntad de encontrar una solución a la guerra comercial, casi un mes después de haber acordado una tregua.
"Acabo de tener una larga y muy buena llamada con el presidente Xi de China. El acuerdo avanza muy bien. Si se concreta, será muy abarcativo, cubriendo todos los temas, las áreas y los puntos conflictivos. ¡Estamos haciendo un gran progreso!", tuiteó Trump.
En tanto, la agencia estatal de noticias Xinhua citó a Xi diciendo que tanto él como Trump quieren alcanzar "un progreso estable" en sus relaciones, y dijo que estaban trabajando para implementar los términos de la tregua en la guerra comercial, acordada al margen de la cumbre del G20 en Buenos Aires hace casi un mes.
Washington y Pekín han intercambiado aranceles en más de 300.000 millones de dólares de bienes este año, enredándose en un conflicto comercial que ha comenzado a afectar a las economías y a los mercados.
Durante la llamada, Xi expresó la esperanza de que los equipos puedan reunirse "y llegar a un acuerdo que beneficie a ambos países y al mundo tan pronto como sea posible".
Pequeñas señales de progreso
La guerra comercial entre las potencias ha estado entre los factores que presionaron a los mercados estadounidenses y globales en diciembre, junto con las preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento, el cierre parcial del gobierno estadounidense, el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal y los ataques de Trump a esa entidad.
El domingo pasado, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, buscó aliviar la ansiedad de los inversores al anunciar que había realizado una conferencia telefónica con los principales directores ejecutivos de los bancos, pero los observadores del mercado criticaron ampliamente los comentarios por suscitar nueva incertidumbre.
Mientras la preocupación sigue pesando sobre el mercado, la relación bilateral entre Estados Unidos y China se ha descongelado desde que el presidente chino Xi Jinping y Trump acordaron una tregua de 90 días cuando se encontraron en diciembre en Argentina.
Las dos partes trabajan ahora para aliviar las tensiones comerciales antes del 1° de marzo. Por el momento, ha habido pequeñas señales de progreso y la ausencia de nuevas amenazas por parte de Trump.
La administración de aduanas China anunció el viernes que había aprobado importaciones de arroz estadounidense, luego de que el principal acopiador de granos estatal dijera que había reanudado la compra de soja a Estados Unidos. Además, el gigante asiático anunció que suspendería los aranceles adicionales a automóviles y autopartes de origen estadounidense a partir del 1° de enero.
China también se propuso combatir el robo de propiedad intelectual en el país, uno de los puntos de disputa más fuertes con Estados Unidos.
Trump inició la guerra comercial debido a quejas sobre prácticas comerciales desleales chinas, preocupación que comparten la Unión Europea, Japón y otros.
El mandatario estadounidense está buscando una reducción masiva del déficit comercial con China y reformas más profundas para abrir la economía a compañías extranjeras.
Comunicación fluida
Los negociadores comerciales de ambos países planean reunirse en enero para continuar las conversaciones, informó Pekín el jueves, sin precisar la fecha exacta ni el lugar.
"Los equipos económicos y comerciales de China y Estados Unidos siempre han mantenido una comunicación estrecha", dijo el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
"En enero, además de consultas telefónicas intensas, las dos partes han hecho arreglos específicos para tener consultas cara a cara", amplió.
El representante de comercio estadounidense, Jeffrey Gerrish, liderará el equipo de ese país para las conversaciones durante la semana del 7 de enero, informó Bloomberg, citando fuentes cercanas al asunto.
Estas serían las primeras conversaciones cara a cara después de acordada la tregua.