Voto útil, la apuesta de conservadores para desbloquear España | El Nuevo Siglo
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Martes, 5 de Noviembre de 2019
Redacción internacional
A cinco días de la cita en las urnas, se duplican esfuerzos políticos para evitar que se vuelva a tener un Parlamento fragmentado. Socialistas plantean que se deje gobernar a la formación más votada

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EL mensaje de que sólo con un voto útil al Partido Popular se puede desalojar al socialista Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa y poner fin al bloqueo político parece estar calando entre los españoles, que este domingo deben volver a las urnas para elegir Parlamento, según coinciden en señalar diferentes sondeos.

El 10N, como lo han definido los medios españoles, es la jornada electoral donde los ciudadanos españoles volverán, por cuarta vez en cuatro años, a depositar su voto para elegir sus legisladores y de donde la formación más votada, si no logra la mayoría, como se prevé nuevamente, deberá buscar coaliciones para que su líder sea investido como jefe de gobierno.

El socialista Pedro Sánchez, aunque triunfó en los comicios de abril, no logró desde entonces y hasta el mes pasado convencer a su más lógico aliado, el izquierdista Unidas Podemos liderado por Pablo Iglesias, de una alianza programática que le permitiera seguir al frente del poder. De allí que se viera forzado a anticipar las elecciones.

Y, a éstas llegan las tradicionales formaciones: socialista Psoe, izquierda radical, Unidas Podemos; los conservadores del Partido Popular y Ciudadanos así como Vox (calificado como de extrema derecha) al igual que otras formaciones minoritarias que, de volver a consolidarse un Parlamento fragmentado –como se vaticina- se convertirían en el fiel de la balanza para el que finalmente obtenga el mayor apoyo para gobernar.

Todos los sondeos coinciden en que los socialistas están bajando pero volverían a ser los más votados, los conservadores del PP suben al igual que los de Vox, liderado por Santiago Abascal y hay un retroceso en Ciudadanos de Albert Rivera. Y el escenario que se conformaría sería similar al de abril pasado.  Es decir, con los socialistas alcanzando unas 130 curules mientras que los populares rondarían las 90, mientras Vox ascendería a unas 40, cifra algo mayor de la que obtendría Ciudadanos y menor a las de los izquierdistas de Podemos.

Conscientes de ello, los dos debates que han tenido lugar esta semana entre los líderes de estas formaciones han sido claves para que el electorado indeciso se decante por alguna opción. Y, el más reciente de estos cara a cara, el realizado por la Academia de Televisión, no solo tuvo una sintonía de 8,6 millones de personas evidenciando el interés político actual en España, sino que dejó al descubierto falencias pero también fortalezas de sus líderes.

Fue así como todos, a excepción del actual jefe de gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, coincidieron en señalar públicamente que el país no aguanta más la situación de bloqueo político y que la única forma de salir de ello es a través de un diálogo transparente pero sobre todo con el compromiso de hacer concesiones. Y que, frente a temas tan polémicos como los anhelos independentistas de Cataluña se deben fijar posiciones claras y sin intereses más allá de conservar la unidad de España.

En el mencionado debate, el líder del PP, Pablo Casado;  el presidente de Cs, Albert Rivera, y el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias conminaron al socialista Sánchez para que aclarara antes de las elecciones del domingo, con quién iba a pactar políticamente. Sin embargo, el candidato del Psoe se remitió a su propuesta de que se deje gobernar al más votado, a lo que Casado le recordó que dicha propuesta la había planteado en los ayuntamientos pero fue rechazada por el resto de las formaciones políticas.

Casado recordó en el debate  que Sánchez llegó a Moncloa gracias a una moción de censura alegando una sentencia que ahora la Audiencia Nacional ha dicho "que era incorrecta", ha recriminado al jefe del Ejecutivo en funciones que no haya cumplido ninguna de sus promesa en materia de regeneración democrática cuando fue investido. "El verdadero peligro para la calidad democrática en España es usted, señor Sánchez", le dijo, no sin antes cuestionarle su laxitud con los independentistas catalanes.

Enfatizó que “no cerrar la puerta a pactar con supremacistas violentos” lo "deslegitima" e "inhabilita" como candidato a la Presidencia del Gobierno".

El jefe de gobierno socialista también fue el blanco de fuertes críticas de Pablo Iglesias, quien pese a ser el más opcionado para un gobierno de coalición le instó a que en vez de “cambiar las reglas del juego” planteando que se deje gobernar a la lista más votada, debería “ser decente y decir con quién quiere gobernar, porque ello debe saberlo la gente”.

Por su parte Albert Rivera afirmó que "lo que está claro es que Sánchez bloquea el país" y cuestionó su silencio ante las posibles alianzas que realizaría.

Ante todo ello Sánchez se limitó a contestar que su propuesta para que se deje gobernar a la lista más votada es "bastante sensata y que no tiene "pacto alguno" con otros partidos, porque su norte es defender “un gobierno progresista, coherente y estable".

Tras la cita televisiva, los populares destacaron que los espectadores pudieron captar el "nerviosismo" de Sánchez y destacaron el hecho que no contestara a las preguntas de Casado sobre qué es una nación o si estaría dispuesto a pactar de nuevo con los independentistas en caso de necesitarlos para seguir en La Moncloa.

"Vimos un Pedro Sánchez huidizo", resumió uno de los directivos conservadores consultados, quien cree que este hecho puede pasarle factura en las urnas.

El PP afronta con optimismo este 10N que ha calificado como una "segunda oportunidad" para apuntalar a su partido como alternativa al Psoe de Sánchez y ha dicho en público que “estamos a tiro de piedra de ganar", en un intento por movilizar no solo a los cuadros del partido en toda España, sino a al electorado en general a favor de los conservadores.

Analistas políticos consideran que aunque no haya prosperado la coalición España Suma que Pablo Casado ofreció a Ciudadanos para concurrir juntos a las urnas, la papeleta del Partido Popular representa el "espíritu" de España Suma en estos comicios.

Y así, el líder conservador no solo se presenta al 10N como la solución viable para acabar el bloqueo institucional que hay en España sino también como la receta exitosa para la economía, lo que se evidenció durante el gobierno de Mariano Rajoy. Y va más allá al plantear una medida estrella: una "revolución fiscal" con bajadas de impuestos para devolver 16.000 millones a la economía productiva y crear 300.000 empleos.

De la misma manera ha sido claro frente a la situación en Cataluña al señalar que el precepto básico es la unidad territorial de España y que se debe aplicar la Ley de Seguridad Nacional para devolver la tranquilidad en esta convulsionada región.

A cinco días de las elecciones todos los dirigentes políticos españoles se esfuerzan por convencer al electorado ya que de ello dependerá que no se siga en las mismas al elegir un Parlamento fragmentado. La propuesta socialista de dejar gobernar al que logre al más votado, así no obtenga la mayoría de curules parece no tener futuro y el eslogan del voto útil para poner fin al bloqueo político parece que está calando. De lo contrario se deberán buscan salidas tan impensables, por las abismales distancias programáticas, como un gobierno de cohabitación o uno de transición.