El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, denunció el miércoles en la ONU un intento de golpe de Estado promovido por Estados Unidos contra el presidente Nicolás Maduro, y responsabilizó al gobierno "supremacista" de Donald Trump de un "bloqueo" económico en detrimento del pueblo venezolano.
Arreaza planteó esta situación al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, tras acusar más temprano en Twitter al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y "otros voceros extremistas" de buscar "desestabilizar el país e incitar la violencia".
"No es sencillo hacer una revolución socialista a tan pocas millas de ciudades como Washington y Nueva York", dijo Arreaza en un monólogo de más de 20 minutos a periodistas, en el que denostó la "permanente interferencia, intromisión, injerencia de Estados Unidos y de sus gobiernos satélites en Venezuela para provocar un cambio de régimen por vías no constitucionales".
Arreaza cuestionó además un tuit publicado más temprano por Pompeo, en el que según dijo, el jefe de la diplomacia estadounidense pretende "montar un golpe de Estado en Venezuela" citando artículos de la Constitución "sagrada para los venezolanos".
"Es lo absurdo de lo absurdo", dijo Arreaza, para arremeter luego contra Washington por aplicar sanciones económicas a Caracas.
"Venezuela vive un bloqueo económico semejante al que ha vivido Cuba por casi 60 años", dijo. "El objetivo es ahorcar la economía venezolana y forzar un cambio de régimen".
Arreaza subrayó la legitimidad del nuevo mandato de seis años de Maduro, posesionado el pasado jueves tras comicios en mayo considerados fraudulentos por la oposición, así como por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos.
Según el canciller venezolano, Maduro ganó en elecciones surgidas tras un diálogo con la oposición y la postura de Estados Unidos contrasta con la actitud del presidente venezolano de buscar un "diálogo respetuoso" con la Casa Blanca.
Pompeo felicitó este miércoles al Legislativo venezolano, de mayoría opositora, por haber declarado formalmente a Maduro como "usurpador de la democracia". También apoyó la decisión de los legisladores, el martes, de "transferir responsabilidades ejecutivas a la Asamblea Nacional".
Las nuevas acusaciones del gobierno de Maduro se producen un día después de que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dialogara por teléfono con el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, para elogiar su "valiente liderazgo" y ofrecer "apoyo continuo" al Legislativo.
El martes, el Congreso venezolano prometió además una "amnistía" a militares que desconozcan a Maduro, que tiene en la Fuerza Armada su principal sostén.
Guaidó, quien fue detenido brevemente el domingo por agentes del servicio de inteligencia, se ha declarado dispuesto a liderar un gobierno de transición, alegando que la ley lo faculta para llenar el vacío de poder que a su juicio hay en Venezuela.
Asimismo, convocó a una manifestación para el próximo miércoles en respaldo a los planes para desplazar a Maduro, quien también movilizará a sus partidarios ese día en Caracas.