Lejos de paralizar la economía para contener al coronavirus, el presidente estadounidense Donald Trump ha insistido en que la solución pasa por el rápido descubrimiento de una vacuna y nuevos tratamientos contra el virus.
Contrario a confinamientos prolongados antes de las presidenciales del 3 de noviembre, en las que busca la reelección, Trump quiere resolver la crisis de salud gracias al "genio científico estadounidense".
El presidente republicano lo dejó claro al visitar Novavax empresa de biotecnología, en Carolina del Norte, que ha recibido 1.600 millones de dólares para el desarrollo de la vacuna.
En total, Washington ha destinado más de 6.300 millones de dólares desde marzo para financiar proyectos de vacunas, en grandes laboratorios como Johnson & Johnson, Pfizer, AstraZeneca y Moderna, que está asociada a los Institutos Nacionales de Salud, un grupo de instituciones públicas estadounidenses centradas en la investigación médica y cuya propuesta ya está en fase 3.
Asimismo el gobierno federal también otorgó miles de millones de dólares adicionales para financiar el desarrollo de tratamientos terapéuticos, plantas de producción, fabricación de jeringas y otros insumos médicos. Como es el caso del préstamo por 765 millones de dólares para financiar el lanzamiento de Kodak Pharmaceuticals nueva división de la empresa fotográfica que se dedicará a la producción de principios activos clave para la producción de medicamentos en Estados Unidos.
Dado que no hay garantía en cuanto a la efectividad de ninguno de los proyectos, los contratos firmados con tres de los desarrolladores prevén la entrega prioritaria a Estados Unidos de 500 millones de dosis.
“Nunca hemos hecho esto antes”, dijo Trump. “Hemos lanzado la producción en masa de las candidatas más prometedores, para que desde el primer día estén disponibles para los estadounidenses de inmediato”. “Y probablemente tendremos un montón para el resto del mundo”, agregó.
“He oído cosas muy positivas”, dijo Trump cuando le preguntaron por cuándo podría llegar una vacuna al mercado, “pero creemos que para final de año estaremos en muy buena posición para hacerlo”.
El equipo de Trump ve la búsqueda de la vacuna como algo que aún pueden hacer bien electoralmente. Y muchos partidarios depositan sus esperanzas de reelección en la posible aparición de una vacuna en octubre.
Peter Navarro, destacado asesor económico de Trump, aseguró que de funcionar la estrategia, sería un jonrón político para Trump, que presionó para desarrollar una vacuna y al mismo tiempo trabajaba en un proceso para distribuirla rápidamente.
Según datos la Universidad Johns Hopkins considerada como una de las mejores fuentes para seguir las estadísticas de la pandemia, el nuevo coronavirus ha provocado más de 159.000 decesos en Estados Unidos y registra casi 5 millones de contagios.
Por su parte el doctor Mahony Fauci, máximo experto en enfermedades infecciosas del país, ha dicho ser prudentemente optimista y que quizá habrá más de una vacuna disponible para final de año.
La oposición de Biden
Por su parte, el rival de Trump en la lucha por la presidencia, el candidato demócrata Joe Biden, se limita a criticar la mandatario por su gestión frente a la pandemia y apela al voto latino, minoría que representan más del 18% de la población en Estados Unidos, prometiendo una amplia reforma migratoria, medidas para garantizar el acceso al "sueño americano" y hasta la creación de un museo sobre su legado en Washington.
Ante la ofensiva del gobierno Trump en la búsqueda de la vacuna, la oposición, carente de posibilidades de incidir en el desarrollo del medicamento, enfila su estrategia en generar dudas sobre la posibilidad de que el mandatario “busque atajos en el proceso de aprobación de vacunas” y recalcan en la importancia de contar con una cura que cumpla con los estándares de eficacia y seguridad.
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Expertos del gobierno han rechazado esas preocupaciones, y el comisario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), Stephen Hahn, ha dicho que “debemos mantener la confianza del pueblo estadounidense en el proceso científico”.
A este respecto el vicepresidente Mike Pence ha dicho que "queremos asegurar que nos movemos a un ritmo seguro y eficaz. Quiero asegurar al pueblo… que no tomaremos atajos en el desarrollo de esta o de cualquier otra vacuna'', añadió.
Como se recordara Estados Unidos creo el programa “Operation Warp Speed” que busca desarrollar una vacuna rápidamente, lo que en opinión de Alex Azar, secretario estadounidense de Salud “aumenta las posibilidades de tener al menos una vacuna” en un corto tiempo.
La campaña
Algunos analistas consideran que aun si aparece una vacuna, este logro no repercuta en las elecciones considerando que es posible que muchos estadounidenses emitan sus votos por correo mucho antes del día de las elecciones, si esta opción se masifica.
La pandemia del Covid-19 ha producido una la campaña electoral atípica a tal punto que las convenciones partidarias con las que inician tradicionalmente las campañas electorales no se realizarán.
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La imposibilidad de realizar mítines ha privado al presidente Trump de una de sus grandes fortalezas y es su capacidad de encantar a su base electoral en grandes actos masivos donde, para deleite de sus partidarios, acrítica a su adversario y defiende su gestión.
Ante la coyuntura actual “los organizadores de la convención demócrata, programada del 17 al 20 de agosto dijeron que “los oradores, incluido el ex vicepresidente Biden, realizarán sus intervenciones de manera remota.
Por su parte el presidente Trump, quien originalmente iba a aceptar su nominación en la convención republicana, del 24 al 27 de agosto, en Carolina del Norte, prevé pronunciar su discurso desde la Casa Blanca.
Sin embargo ante posibles cuestionamientos por estar aprovechando actividades oficiales financiadas por los contribuyentes, en su favor el mandatario aclaró que “si alguien tuviera problemas con esto, yo podría ir a otro lado”.