UE se impacienta con May que pide ayuda para salvar el Brexit | El Nuevo Siglo
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Jueves, 13 de Diciembre de 2018
Agence France Presse

Los mandatarios europeos desoyeron el jueves los llamados de su par británica, Theresa May, que les pedía "garantías legales" para poder salvar el acuerdo del Brexit en Westminster, y urgieron en cambio a intensificar los preparativos para un divorcio sin pacto.

Durante una reunión, cuyo ambiente calificaron fuentes europeas de "muy malo", la 'premier' no logró obtener la ayuda de sus 27 socios, quienes le reprocharon no haber sido lo suficientemente clara en sus peticiones y la emplazaron, si lo necesita, a presentarlas en las próximas semanas. 

"En lo que respecta a la relación futura, nuestros amigos británicos deben decirnos lo que ellos quieren en lugar de hacernos decir lo que nosotros queremos", aseguró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una rueda de prensa pasada la medianoche tras la reunión.

La referencia a la futura relación no es baladí. Londres y Bruselas pusieron sus esperanzas que un futuro acuerdo de libre comercio permita evitar el uso de un mecanismo de último recurso incluido en el acuerdo de divorcio que busca evitar la introducción de una frontera en la isla de Irlanda.

Ese mecanismo conocido como 'backstop' cristaliza el rechazo al acuerdo de divorcio en el parlamento británico, sobre todo de los fervientes partidarios del Brexit que temen quedarse atrapados indefinidamente en un "territorio aduanero común" con la UE y no recuperar nunca su libertad comercial.

"Hay una mayoría en mi parlamento que quiere retirarse con un acuerdo. Con las garantías correctas, este acuerdo puede pasar", había dicho a sus socios May, instándolos a "cambiar la sensación de que el 'backstop' puede ser una trampa". "El acuerdo está en peligro", advirtió.

 

¿Una fecha para el acuerdo comercial?

La cumbre de mandatarios este jueves y viernes pone la guinda a una semana rocambolesca en el drama del Brexit, en la que la primera ministra logró que sus propios diputados no le arrebataran las llaves del número 10 de Downing Street ni las riendas de la negociación con Bruselas.

Ante una posible derrota, la 'premier' decidió reportar hasta el 21 de enero como máximo el voto previsto el pasado martes e inició una ofensiva en Europa para lograr "garantías" de sus socios de que el 'backstop' no se utilizará.

Los mandatarios europeos, que se habían mostrado abiertos a ayudarla, reiteraron en una declaración sin validez jurídica su oposición a reabrir el acuerdo de divorcio ni las grandes líneas sobre la futura relación, negociados durante 17 meses y a los que dieron su aprobación el 25 de noviembre.

"El 'backstop' no está sobre la mesa", sentenció el primer ministro irlandés, Leo Varadkar. Ambas partes expresaron en noviembre su intención de trabajar en un futuro acuerdo comercial lo más estrecho posible que evite la introducción de ese mecanismo que busca preservar el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998.

En un gesto hacia May, los 27 se comprometieron el jueves a trabajar "con celeridad" en un acuerdo antes del final del período de transición, el 31 de diciembre de 2020 inicialmente, para evitar la entrada en vigor del 'backstop' y, en caso de que entre, a poner "el máximo empeño" para substituirlo con otro pacto.

Como una de las soluciones para calmar a los suyos, la primera ministra británica habría solicitado fijar una fecha para lograr un acuerdo sobre la futura relación comercial entre la UE y Reino Unido, una opción que no aparece en las conclusiones de los mandatarios.

 

Intensificar los preparativos

A pocos meses de que se consuma el divorcio, el 29 de marzo, los 27 pidieron además que "se intensifiquen los trabajos relativos a la preparación para las consecuencias de la retirada del Reino Unido a todos los niveles, teniendo en cuenta todas las posibilidades".

La Comisión Europea publicará así la próxima semana "todas las informaciones generalmente útiles sobre los preparativos para una ausencia de acuerdo", anunció Juncker sobre esta opción contra la que advirtieron instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) por su impacto.

El papel de Rusia en Ucrania también fue objeto de debate de los líderes, que prolongaron sus sanciones económicas contra Moscú y le urgieron a liberar a los marineros y buques ucranianos incautados a finales de noviembre en un incidente en el mar de Azov. 

Sobre la mesa de la reunión del viernes, los europeos tendrán varias de las decisiones con las que intentan dar un nuevo impulso a un proyecto europeo que en la última de sus seis décadas de historia superó una crisis económica, otra de refugiados y enfrenta su primer divorcio.

El viernes, los mandatarios deberán dar así su visto bueno a una reforma de la zona euro, para protegerla ante futuras crisis económicas, y urgir a finalizar rápidamente las negociaciones sobre la agencia europea de guardias fronterizos