EL TRIBUNAL Supremo español anunciará este martes su esperada decisión sobre la exhumación de Francisco Franco, objeto desde hace más de un año de un pulso judicial entre el gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) y los descendientes del dictador fallecido en 1975.
Seis magistrados de la más alta instancia judicial del país se reunirán a las 10H00 (08H00 GMT) para responder al recurso presentado por la familia del dictador.
Si dan luz verde a la exhumación, ésta no será inmediata porque hay otros tres recursos pendientes de ser examinados por el mismo tribunal, aunque es previsible que sus respuestas vayan "en la misma línea", explicó una portavoz del Supremo.
La exhumación del dictador del monumental mausoleo construido cerca de Madrid es una de las prioridades del actual jefe de gobierno desde su llegada al poder, en junio de 2018, para que el Valle de los Caídos deje de ser un lugar de apología del franquismo.
El complejo ideado por él mismo consiste en una basílica horadada en el flanco de una montaña (en la sierra del Guadarrama) y coronada por una cruz de 150 metros de altura. En su interior, frente al altar, está la tumba del dictador, habitualmente cubierta de flores frescas.
"Esperamos justicia" para terminar con "la indigndad que supone tener al dictador todavía en un lugar de enaltecimiento", dijo la número dos del gobierno español, Carmen Calvo.
La guerrilla jurídica iniciada por la familia Franco no lo puso fácil. En junio, días antes de la fecha fijada por el gobierno para la exhumación, el Tribunal Supremo la suspendió para estudiar su recurso.
"Vamos a seguir luchando legalmente hasta el final", aseguró la semana anterior Juan Chicharro Ortega, portavoz de la Fundación Francisco Franco, en un encuentro con periodistas.
Esta fundación, que defiende ferozmente el "legado" y la "memoria" del dictador, presentó uno de los recursos pendientes de examinar. Los otros dos los interpusieron la comunidad benedictina que administra el mausoleo y la Asociación de Defensa del Valle de los Caídos.
En su local en Madrid, decorado con numerosos retratos y un busto del 'Caudillo', Chicharro Ortega espera que el Supremo valide la exhumación pero "autorice a la familia a reenterrarlo" en otro lugar.
También hay controversia sobre dónde reinhumarlo. El gobierno quiere llevarlo al discreto cementerio de El Pardo, en el norte de Madrid, donde reposa su esposa.
En cambio, la familia quiere enterrarlo junto a su hija en la cripta en la catedral de la Almudena pese al rechazo del ejecutivo, que teme ver este céntrico templo de la capital convertido en lugar de peregrinaje para los nostálgicos del franquismo.
Vencedor de la Guerra Civil (1936-1939) como el líder de los militares que se sublevaron contra la República, Franco dirigió España hasta su muerte.
A partir de 1941, miles de prisioneros del bando republicano fueron forzados a participar en la construcción de su mausoleo, ubicado cerca de San Lorenzo de El Escorial.
En nombre de una pretendida "reconciliación" nacional, Franco hizo trasladar allí los restos de más de 30.000 españoles caídos en el conflicto, tanto sublevados como republicanos sacados de cementerios o fosas comunes sin informar a sus familias.
Días después de su muerte el 20 de noviembre de 1975, el cadáver embalsamado del dictador fue inhumado con todos los honores y la presencia de su sucesor, el rey Juan Carlos.
Junto a su tumba cubierta con flores está la del fundador del partido inspirado en el fascismo, La Falange, José Antonio Primo de Rivera.
La decisión del Tribunal supremo llega en plena precampaña electoral, a mes y medio de las legislativas del 10 de noviembre convocadas tras cinco meses de bloqueo político en el país.
En 2017, una amplia mayoría de los diputados españoles (198 de 350) pidió que los restos del dictador fueran retirados para que el Valle de los Caídos "deje de ser un lugar de memoria franquista y nacional-católica".