El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó este domingo a su homólogo colombiano Gustavo Petro, tras asumir el poder, y reiteró su disposición a reconstruir la relaciones con su vecino, rotas por años de tensiones.
"Tiendo mi mano al pueblo de Colombia, al presidente Gustavo Petro, para reconstruir la hermandad sobre la base del respeto y de amor entre los pueblos", dijo Maduro en un video grabado desde su residencia en Caracas y publicado en sus redes sociales.
Maduro no fue invitado a la ceremonia de investidura del primer presidente colombiano. El gobierno saliente de Iván Duque era el encargado de las invitaciones internacionales e indicó que mientras era el fuera el presidente de Colombia, el mandatario venezolano no ingresaría al país.
Maduro rompió relaciones con Colombia en 2019 luego que Duque desconociera su reelección y respaldara la proclamación del dirigente opositor Juan Guaidó como presidente encargado del país.
El restablecimiento oficial de las relaciones está previsto en los próximos días, un acercamiento que según Maduro será "por la paz de Colombia y la paz de Venezuela".
"Ahí estábamos, la espada, Bolívar, la historia", señaló Maduro de traje deportivo junto al televisor por donde siguió el acto. "Una segunda oportunidad, dice el presidente Petro, hay que aprovecharla", siguió Maduro, citando el discurso del mandatario colombiano en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
"Felicidades a toda Colombia, felicidades presidente Petro, ¡suerte!, que Dios lo bendiga".
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Ambos gobernantes hablaron por teléfono tras la segunda vuelta del 19 de junio, y el 28 de julio el ahora canciller Álvaro Leyva se reunió con su homólogo Carlos Faría en el estado venezolano de Táchira, donde se ubica uno de los pasos fronterizos más importantes entre Venezuela y Colombia, cerrado por las tensiones.
En el encuentro se acordó la normalización gradual de las relaciones binacionales a partir del 7 de agosto con el nombramiento de embajadores y demás funcionarios diplomáticos y consulares.
Los roces diplomáticos condujeron al cierre de fronteras por largos períodos, permitiendo solo el paso peatonal.
Los vecinos comparten una porosa frontera de unos 2.000 km, que millones de venezolanos han cruzado huyendo de la crisis, en la que se denuncia además la presencia de guerrilla, paramilitarismo y el narcotráfico.
La investidura fue acompañada en la ciudad fronteriza de San Antonio (Táchira) por empresarios, que esperan ansiosos la reapertura del comercio, y simpatizantes que disfrutaron también de un concierto "por la paz y la vida" en uno de los puentes internacionales.