DE 16 que empezaron hace cinco meses quedaron cinco y esta semana la baraja presidencial demócrata puede quedar reducida solo a tres por efecto de los resultados del “Súper Martes”, las primarias simultáneas que con alta participación se realizaron ayer en 14 estados y un territorio de Estados Unidos, Samoa.
En una jornada tan larga como compleja, ya que si bien estaban en juego 1.357 delegados, con dos grandes estados electores como lo son California y Texas, que otorgaban 415 y 228 delegados, respectivamente, en la gran mayoría de los estados el número de delegados se reparte proporcionalmente con la votación obtenida por cada uno de los candidatos. Es decir, el triunfo en un estado no significa que el ganador se lleve todo el botín electoral, ya que tanto el que quedó en segundo como en el tercer lugar también pueden sumar delegados de acuerdo a los votos alcanzados.
Por ser éstas primarias múltiples y en territorios densamente poblados, el escrutinio fue lento. Sin embargo, con a medida que éstos avanzaban se confirmaban las proyecciones de diferentes medios de comunicación sobre los triunfadores en cada estado. Y, además, se vislumbraba anoche una clara tendencia: el duelo por la nominación presidencial demócrata para enfrentar al presidente republicano Donald Trump quedaría reducido a dos septuagenarios: el centrista Joe Biden y el “socialista democrático”, Bernie Sanders.
La de ayer fue una positiva jornada para el exvicepresidente Biden, quien concitó el apoyo en varios Estados, lo que marca así el despegue en firme de su campaña, alicaída en las tres primeras citas electorales (Iowa, New Hamsphire y Nevada), pero que logró una fuerte bocanada de oxígeno el pasado sábado en Carolina del Sur.
Ayer, decenas de millones de estadounidenses se pronunciaron en la fecha más importante del calendario de la campaña, una jornada en la que se reparte un tercio del total de los delegados de las internas demócratas.
"¡Es una buena noche y parece que se va a poner mejor! No lo llaman súper martes por nada", celebró Biden ante a sus seguidores en Los Ángeles.
El lunes, el exvicepresidente de Barack Obama sumó los apoyos de los exaspirantes Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Beto O'Rourke, consolidando el aval de los moderados del partido, que temen que Bernie Sanders esté demasiado a la izquierda para ganarle a Trump.
Ese impulso permitió que se impusiera ayer, según las proyecciones de los medios, en las primarias (que reparte proporcionalmente los delegados de acuerdo a la votación) de Virginia, estado que aporta 99 delegados; Carolina del Norte (110), Alabama (52), Oklahoma (37), Tennessee (64), Arkansas (31) y Minnestota (75), Massachusets (91), este último el bastión de la senadora progresista Elizabeth Warren, quién de seguro, ante los pobres resultados de la jornada decidirá abandonar la carrera.
Biden registró victorias en estados del sur con importante población negra, pero a lo largo de la noche también avanzó en otros bastiones.
Su triunfo en Oklahoma, en el corazón de Estados Unidos y con una importante población indígena, marcó un importante avance para Biden y mostró un cambio de tendencia con respecto a 2016, cuando Sanders se impuso con un margen cómodo de 10 puntos sobre Hillary Clinton.
En Tennessee, la votación se vio perturbada por una serie de tornados que dejaron al menos 25 muertos.
En tanto, Sanders -que busca conservar el liderato tras imponerse en New Hampshire y Nevada y terminar casi empatado en Iowa- ganó en el estado de Vermont, donde es senador, sumando 16 delegados. También se impuso en Colorado (67) y Utah (29).
Una de las incógnitas de la jornada de ayer era el desempeño del exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quién debutaba en las primarias tras gastar 500 millones de su fortuna personal y posicionarse como tercero en discordia. Sin embargo, con los resultados parciales, no parecía haber logrado lo que presupuestaba y lo que muchos esperaban: un tercero de peso “respirándole” muy cerca a Biden.
En cuarto lugar se encasillaba la progresista Elizabeth Warren, de 70 años, que intentaba reavivar su campaña tras magros resultados en las primeras jornadas, tendencia que mantenía ayer, ya que perdió inclusive en su circunscripción senatorial: Massachusets.
. Muy por detrás figura la congresista de Hawái Tulsi Gabbard, de 38 años, sin expectativa de despuntar.
Para Biden, el “super tazón” electoral fue una oportunidad de despegarse de Bloomberg para consolidarse como el candidato moderado y centrarse en vencer a Sanders, que partió la jornada como favorito.
Sanders, "absoluta confianza"
Para Sanders -que se describe como "socialista democrático"- la fórmula para derrotar a Trump es congregar "la mayor participación de votantes en la historia" del país.
"Hoy les digo que tengo la absoluta confianza de que voy a ganar la nominación demócrata", dijo a sus seguidores en Vermont.
Su campaña -que defiende ideas como la cobertura universal de salud y un alza del salario mínimo- capta buena parte del voto latino, tiene gran movilización y ha logrado una recaudación récord a base de contribuciones de particulares.
Biden defiende que la gente no busca "una revolución" y que lo que quieren son resultados.
Los estados del "supermartes" congregan el 40% de la población del país, y California es la joya de la corona seguido de Texas, donde el escrutinio completo se conocerá solo hasta hoy.
Entre tanto Bloomberg, pese a su magro desempeñom no dio signos de una retirada inminente y recordó a sus seguidores que en sus campañas para la alcaldía de Nueva York forjó una "coalición amplia" que unió a demócratas, independientes y republicanos moderados.
Según las proyecciones, Bloomberg logrará imponerse en el pequeño territorio de ultramar estadounidense de Samoa, una isla en el Oceano Pacífico que también votó este martes.
"Sin importat cuantos delegados tengamos esta noche, hemos hecho algo que nadie más pensó que era posible, en sólo tres meses, pasamos de un 1% en las encuestas a ser un contendiente en la nominación demócrata", dijo Bloomberg, citado por su campaña en un comunicado.
Hoy, el día después de la gran cita demócrata en las urnas el panorama comenzaba a despejarse, ya que los que se consolidan para llegar a la convención partidaria con el mayor número de delegados serán Biden y Sanders. Dos personajes que tienen en común la edad y la filiación política pero que distan, y mucho, en su propuesta programática. Y ello se ha convertido en una “encrucijada” en el alama del partido del “burro”, que se ha caracterizado por enarbolar las banderas del centro.
DE 16 que empezaron hace cinco meses quedaron cinco y esta semana la baraja presidencial demócrata puede quedar reducida solo a tres por efecto de los resultados del “Súper Martes”, las primarias simultáneas que con alta participación se realizaron ayer en 14 estados y un territorio de Estados Unidos, Samoa.
En una jornada tan larga como compleja, ya que si bien estaban en juego 1.357 delegados, con dos grandes estados electores como lo son California y Texas, que otorgaban 415 y 228 delegados, respectivamente, en la gran mayoría de los estados el número de delegados se reparte proporcionalmente con la votación obtenida por cada uno de los candidatos. Es decir, el triunfo en un estado no significa que el ganador se lleve todo el botín electoral, ya que tanto el que quedó en segundo como en el tercer lugar también pueden sumar delegados de acuerdo a los votos alcanzados.
Por ser éstas primarias múltiples y en territorios densamente poblados, el escrutinio fue lento. Sin embargo, con a medida que éstos avanzaban se confirmaban las proyecciones de diferentes medios de comunicación sobre los triunfadores en cada estado. Y, además, se vislumbraba anoche una clara tendencia: el duelo por la nominación presidencial demócrata para enfrentar al presidente republicano Donald Trump quedaría reducido a dos septuagenarios: el centrista Joe Biden y el “socialista democrático”, Bernie Sanders.
La de ayer fue una positiva jornada para el exvicepresidente Biden, quien concitó el apoyo en varios Estados, lo que marca así el despegue en firme de su campaña, alicaída en las tres primeras citas electorales (Iowa, New Hamsphire y Nevada), pero que logró una fuerte bocanada de oxígeno el pasado sábado en Carolina del Sur.
Ayer, decenas de millones de estadounidenses se pronunciaron en la fecha más importante del calendario de la campaña, una jornada en la que se reparte un tercio del total de los delegados de las internas demócratas.
"¡Es una buena noche y parece que se va a poner mejor! No lo llaman súper martes por nada", celebró Biden ante a sus seguidores en Los Ángeles.
El lunes, el exvicepresidente de Barack Obama sumó los apoyos de los exaspirantes Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Beto O'Rourke, consolidando el aval de los moderados del partido, que temen que Bernie Sanders esté demasiado a la izquierda para ganarle a Trump.
Ese impulso permitió que se impusiera ayer, según las proyecciones de los medios, en las primarias (que reparte proporcionalmente los delegados de acuerdo a la votación) de Virginia, estado que aporta 99 delegados; Carolina del Norte (110), Alabama (52), Oklahoma (37), Tennessee (64), Arkansas (31) y Minnestota (75), Massachusets (91), este último el bastión de la senadora progresista Elizabeth Warren, quién de seguro, ante los pobres resultados de la jornada decidirá abandonar la carrera.
Biden registró victorias en estados del sur con importante población negra, pero a lo largo de la noche también avanzó en otros bastiones.
Su triunfo en Oklahoma, en el corazón de Estados Unidos y con una importante población indígena, marcó un importante avance para Biden y mostró un cambio de tendencia con respecto a 2016, cuando Sanders se impuso con un margen cómodo de 10 puntos sobre Hillary Clinton.
En Tennessee, la votación se vio perturbada por una serie de tornados que dejaron al menos 25 muertos.
En tanto, Sanders -que busca conservar el liderato tras imponerse en New Hampshire y Nevada y terminar casi empatado en Iowa- ganó en el estado de Vermont, donde es senador, sumando 16 delegados. También se impuso en Colorado (67) y Utah (29).
Una de las incógnitas de la jornada de este martes era el desempeño del exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quién debutaba en las primarias tras gastar 500 millones de su fortuna personal y posicionarse como tercero en discordia. Sin embargo, con los resultados parciales, no parecía haber logrado lo que presupuestaba y lo que muchos esperaban: un tercero de peso “respirándole” muy cerca a Biden.
En cuarto lugar se encasillaba la progresista Elizabeth Warren, de 70 años, que intentaba reavivar su campaña tras magros resultados en las primeras jornadas, tendencia que mantenía ayer, ya que perdió inclusive en su circunscripción senatorial: Massachusets.
. Muy por detrás figura la congresista de Hawái Tulsi Gabbard, de 38 años, sin expectativa de despuntar.
Para Biden, el “super tazón” electoral fue una oportunidad de despegarse de Bloomberg para consolidarse como el candidato moderado y centrarse en vencer a Sanders, que partió la jornada como favorito.
Sanders, "absoluta confianza"
Para Sanders -que se describe como "socialista democrático"- la fórmula para derrotar a Trump es congregar "la mayor participación de votantes en la historia" del país.
"Hoy les digo que tengo la absoluta confianza de que voy a ganar la nominación demócrata", dijo a sus seguidores en Vermont.
Su campaña -que defiende ideas como la cobertura universal de salud y un alza del salario mínimo- capta buena parte del voto latino, tiene gran movilización y ha logrado una recaudación récord a base de contribuciones de particulares.
Biden defiende que la gente no busca "una revolución" y que lo que quieren son resultados.
Los estados del "supermartes" congregan el 40% de la población del país, y California es la joya de la corona seguido de Texas, donde el escrutinio completo se conocerá solo hasta hoy.
Entre tanto Bloomberg, pese a su magro desempeñom no dio signos de una retirada inminente y recordó a sus seguidores que en sus campañas para la alcaldía de Nueva York forjó una "coalición amplia" que unió a demócratas, independientes y republicanos moderados.
Según las proyecciones, Bloomberg logrará imponerse en el pequeño territorio de ultramar estadounidense de Samoa, una isla en el Oceano Pacífico que también votó este martes.
"Sin importat cuantos delegados tengamos esta noche, hemos hecho algo que nadie más pensó que era posible, en sólo tres meses, pasamos de un 1% en las encuestas a ser un contendiente en la nominación demócrata", dijo Bloomberg, citado por su campaña en un comunicado.
Hoy, el día después de la gran cita demócrata en las urnas el panorama comenzaba a despejarse, ya que los que se consolidan para llegar a la convención partidaria con el mayor número de delegados serán Biden y Sanders. Dos personajes que tienen en común la edad y la filiación política pero que distan, y mucho, en su propuesta programática. Y ello se ha convertido en una “encrucijada” en el alama del partido del “burro”, que se ha caracterizado por enarbolar las banderas del centro.