¿Sobrevivirá 'relación especial' EU - G. Bretaña? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Martes, 9 de Julio de 2019
Redacción internacional con AFP
Presidente Trump trina por opiniones del Embajador en Washington, mientras Londres se esfuerza por esclarecer autores e intenciones de las filtraciones. 

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¿PODRÁ la ‘relación especial’ entre Londres y Washington sobrevivir a la crisis desatada por la filtración de opiniones del Embajador británico sobre el presidente Donald Trump?

Ese es el interrogante que surge a raíz de la “guerra verbal” desatada entre los dirigentes de ambos países a raíz de la publicación, el sábado, realizada por el diario The Mail On Sunday de los cables diplomáticos confidenciales del embajador Kim Darroch en los que critica con dureza su gobierno y describió el ambiente en la Casa Blanca como caótico, lo que como era de esperarse desató la ira de Trump en Twitter.

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La “relación especial” bilateral se consolidó con la reciente visita del Mandatario norteamericano a Londres, donde además de cumplir con la programada agenda real entregó varios consejos a la primera ministra, Theresa May, sobre el escollo en que se encontraba por las negociaciones del Brexit, el retiro del país de la Unión Europea.

La ‘luna de miel’ no duró mucho, algo más de un mes, ya que por las filtraciones sobre las opiniones del diplomático el tono cambió y las relaciones entre Washington y Londres se han tensado precisamente en un momento en que Reino Unido enfrenta el nombramiento de un nuevo gobierno a final de mes y el futuro del Brexit.

Trump anunció que ya no tendrá contactos con el diplomático británico, pero May reiteró su apoyo a su emisario en Washington. “No trataremos más con él”, tuiteó Trump como respuesta. Y aprovechó para celebrar como una “buena noticia” que la Primera Ministra vaya a dejar el poder este mes, una vez que las bases del Partido Conservador hayan elegido a su sucesor.

El Mandatario estadounidense dejó claro en sus mensajes que no conocía a Darroch, lo que no le impidió llamarlo “imbécil pretencioso”.

“Díganle que Estados Unidos tiene la mejor economía y el mejor ejército del mundo, y que ambos se están haciendo más grandes, mejores y más fuertes (...) ¡Gracias, señor Presidente!”, continuó.

Londres intenta contener los daños de las filtraciones de los cables confidenciales enviados por Darroch en los que describe a Trump como un “inepto” y califica a su gobierno como “disfuncional”, buscando restaurar “la relación especial” entre los dos aliados.

Tras el anuncio de que no iba a tener más trato con el emisario de Londres, Trump criticó duramente el lunes la gestión de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, y sugirió al Embajador que hable “con su país, y con la primera ministra May acerca de su fallida negociación sobre el Brexit”.

“Le dije a Theresa May cómo conseguir el acuerdo, pero siguió su propia y ridícula senda y no fue capaz de lograrlo. ¡Un desastre!”, afirmó el Presidente estadounidense.

Los dos candidatos a suceder a May reaccionaron de forma disímil a las declaraciones de Trump.

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El ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, condenó en Twitter los comentarios tildándolos de “irrespetuosos y falsos”. 

Boris Johnson, reivindicó sus “buenas relaciones” con Trump y se mostró conciliador con respecto a las críticas expresadas contra May.

“Yo mismo he dicho cosas muy críticas con respecto a las negociaciones sobre el Brexit”, afirmó Johnson, el favorito a la hora de reemplazar a May que tiene como su principal carta su acérrima defensa de la salida de la UE.

Entre tanto, políticos británicos de todo el espectro dieron su apoyo al Embajador y rechazaron la idea de que Trump pueda simplemente expulsar a su representante de Washington.

Y todos defendieron que para realizar correctamente su función un embajador debe poder dar opiniones sinceras sobre el país al que está destinado.

Que Darroch pueda seguir haciendo su trabajo dependerá de lo que signifiquen exactamente los tuits de Trump: de momento, el lunes su nombre fue borrado de la lista de invitados a una cena en la Casa Blanca.

Pero el diplomático debe verse más preocupado por la posibilidad de conservar sus contactos y hablar con personas cercanas a Trump.

Si la amenaza del Presidente se traduce en que nadie entre el personal de la Casa Blanca se comunique con él, “eso sería mucho más grave”, explicó a la radio BBC el exembajador británico en Washington, Christopher Meyers.

Así que poco más de un mes después de la visita de Estado en la que Reino Unido desplegó la alfombra roja para Trump, consciente de la importancia de Estados Unidos en el futuro comercial del país una vez que salga de la Unión Europea, la famosa “relación especial” entre los dos aliados transatlánticos se ve puesta a prueba.

¿Quién está tras la filtración?

Londres lanzó la investigación sobre quién es el responsable de esta comprometida filtración y por qué lo hizo.

La mayoría de teorías señalan el complejo contexto político en la carrera para suceder a May en las riendas del partido y del gobierno entre Boris Johnson y el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt.

Una de ellas afirma que la filtración no estaba dirigida contra Darroch sino contra quien parece que debe reemplazarlo en enero, un pro-europeo que desagrada a los más acérrimos defensores del Brexit.

Sin embargo, la información dañó sobre todo la relación entre los dos gobiernos y se hablado largo y tendido de lo mucho que tiene que ganar de esta situación alguien como el presidente ruso Vladimir Putin.

“Por supuesto sería tremendamente preocupante si se tratase de la acción de un Estado extranjero y hostil”, dijo Hunt al diario The Sun.

El escándalo pone bajo presión a Johnson, al que todo designa como futuro sucesor de May, para que se pliegue a los deseos de Trump o mantenga firme el apoyo al representante británico.

“Si Boris Johnson retira rápidamente a Darroch del puesto, sería interpretado como una rendición humillante ante un poder extranjero avasallador”, escribió la publicación estadounidense Politico.

“Pero decir alto y claro su apoyo al Embajador puede dañar desde el principio las relaciones con Trump”, quien durante su visita en junio había alabado a Johnson como muy probable próximo Primer Ministro.

¿Y la “relación especial”?

Esta expresión, y el concepto que encierra, es más popular en Reino Unido que en Estados Unidos, un superpoder que también tiene lazos especiales con países como Israel o Canadá.

Pero Londres constituye para Washington un aliado vital y fiable en Europa que estuvo a su lado durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Los dos países comparten informaciones vitales de sus servicios de inteligencia además de mantener una estrecha relación comercial.

Varios analistas británicos resaltaron que la relación con Washington se basa en intereses comunes fuertes y profundos y que, por tanto, es poco probable que se dañe la “relación especial” por las filtraciones que hoy tiene trinando al presidente Trump.