Sao Paulo llora la peor matanza de su historia | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Miércoles, 13 de Marzo de 2019
Redacción internacional con AFP
Dos ex alumnos mataron a 10 personas en el colegio Suzano, ubicado en el área metropolitana del estado. “Una cobardía descomunal”, calificó el acto Bolsonaro

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DOS EX ALUMNOS de un colegio de Suzano, en la región metropolitana de Sao Paulo, mataron a ocho personas e hirieron a otras nueve antes de suicidarse en el establecimiento, un tipo de tragedia poco frecuente en Brasil.

Las víctimas mortales fueron cinco estudiantes de grados medios, una consejera pedagógica, una celadora de la institución y el propietario de un lavadero de autos, abatido por los agresores antes de irrumpir en el colegio Raul Brasil, precisó el secretario de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo, Joao Pires de Campos.

Los atacantes, que actuaron encapuchados, fueron identificados como dos ex alumnos del centro de 17 y 25 años que actuaron por motivaciones hasta ahora desconocidas, usando un revólver calibre 38 y también portaban “un arma medieval semejante a un arco con flechas”, indicó el coronel Marcelo Salles, de la Policía Militar (PM). Todos los muertos fueron baleados, precisó una portavoz de la PM.

Políticos y usuarios de las redes sociales debatían si la matanza es atribuible a la influencia de imágenes de tiroteos en colegios y universidades de Estados Unidos o a la prédica a favor del porte de armas del presidente Jair Bolsonaro y la bancada de la seguridad en el Congreso.

A la hora del recreo

Familiares angustiados y miembros del cuerpo de bomberos y de las fuerzas de seguridad llegaron rápidamente al lugar. “Me enteré cuando mi hija me llamó, me dijo: ‘Mamá, ven rápido, hay tiroteos, hay heridos, hay muertos’”, contó Rosa, madre de una alumna, a la entrada de la escuela.

El ataque se produjo a la hora del recreo de los alumnos de ciclo medio. Tras balear a quienes estaban en el patio, los dos criminales “se dirigieron hacia el centro de lenguas”, donde se habían refugiado varios estudiantes, “y se suicidaron en un corredor”, precisó Salles.

“Nos encerramos en un aula. Muchos alumnos se sintieron mal, incluso yo misma. Tratábamos de ayudarnos hasta que la puerta se abrió y pensamos que eran los bandidos, que veían a por nosotros; pero no, eran los policías (...) y salimos corriendo”, contó Milene Querren Cardoso, una estudiante.

La televisora Globonews mostró imágenes de cámaras de seguridad del vecindario en las que se veían a alumnos saltando uno de los muros de la escuela y corriendo asustados. “Es la escena más triste que he visto en mi vida”, declaró el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, que visitó el lugar poco después de la matanza.

Este tipo de ataques son excepcionales en Brasil, pese a ser uno de los países más violentos del mundo. En abril de 2011, un exestudiante mató a 12 alumnos e hirió a otros 20 antes de suicidarse en la localidad de Realengo, en Rio de Janeiro.

Influencia cultural o cultura del odio

La matanza de este miércoles revivió la polémica sobre la flexibilización de la tenencia de armas decretada por Bolsonaro, defensor de autorizar su porte. En un mensaje en Twitter, el Presidente expresó sus condolencias a “los familiares de las víctimas del inhumano atentado”, el cual calificó como “una monstruosidad y una cobardía descomunales”.

El vicepresidente Hamilton Mourao comentó: “Esas cosas no sucedían en Brasil, sucedían en otros países”, pero descartó que los debates sobre las armas hubiesen podido influir en los autores del ataque. “No veo que se trate de eso. ¿Van a decir que el arma de esos tipos era legal? Eso no tiene nada que ver. Sé que el asunto será planteado y discutido, pero es mi opinión”, agregó.

No obstante, uno de los hijos de Jair Bolsonaro, Flavio, relacionó a la matanza con el  Estatuto de Desarme. “Esto es más que una tragedia protagonizada por menores de edad y que atestigua el fracaso del mal estado del desarme, aún en vigor”, escribió en Twitter.

El Estatuto ha sido objeto de discusiones desde que Bolsonaro llegó a Planalto (palacio presidencial). Fiel creyente de que las armas legales deben ser portables por ciudadanos sin restricción alguna, el Presidente ha buscado la manera de derogar la decisión tomada por Luíz Ignacio Lula da Silva, que durante su gobierno bloqueó su acceso por parte del brasileño común, promulgando el Estatuto de Desarme.

Ante de su aprobación, Brasil tenía una legislación que promovía el uso de armas por parte de civiles, una muestra de que el manejo de armas en algunos sectores de este país tiene raíces históricas y culturales.

Por su parte el presidente de la Corte Suprema, Dias Toffoli, expresó que ese tipo de manifestaciones “no forman parte de nuestra cultura”, dijo, y alertó: “No podemos aceptar que el odio entre en nuestra sociedad”.

La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Gleisi Hoffmann, expresó su “solidaridad con las víctimas”, y agregó que “tragedias como estas resultan del incentivo a la violencia y a la liberación del uso de armas, Brasil necesita paz”. La polémica arreciaba en las redes sociales, con la etiqueta #Suzano encabezando los trending topic de Twitter en Brasil.

El Gobernador de Sao Paulo declaró “un duelo oficial de tres días en el Estado”, en honor a las víctimas del ataque perpetrado.