DESDE la polémica que desató en España denuncias sobre presuntas actuaciones cuestionables del rey emérito, Juan Carlos I, hasta los reiterados intentos de separación de algunas regiones autónomas fueron tratados por Ramón Tamames en entrevista concedida a EL NUEVO SIGLO.
Este economista español, galardonado por varios de sus escritos, fundador de la Federación Progresista de España en 1984 y posteriormente uno de los dirigentes políticos más activos durante el gobierno de Adolfo Suárez, trató en esta entrevista, entre otros temas, en el revivido debate de poner fin a la monarquía parlamentaria, las propuestas de volver a una República y el tema de Cataluña.
Respecto a las denuncias contra el rey emérito Juan Carlos indicó que no sólo debería volver a España, sino hacer una declaración pública de todos sus bienes y propuso que el monarca hiciera una Fundación para el “mecenazgo y la promoción del bienestar económico y cultural de todos los españoles”.
Opinó que la monarquía parlamentaria “ha funcionado bastante bien” y que no hay necesidad de “entrar en la aventura republicana”. Y, sobre los planes independentistas de algunas regiones manifestó que “en la España vigente no es posible la secesión”.
EL NUEVO SIGLO. Habiendo sido el rey Juan Carlos un protagonista central en la defensa de la democracia española contra los nuevos intentos de instaurar una dictadura ¿Qué piensa de las circunstancias que hoy vive un personaje de ese calibre?
RAMÓN TAMAMÉS. Las circunstancias actuales resultan un poco penosas, precisamente por lo que usted dice, el calibre de la persona. Pero también quiero decir que la responsabilidad de lo sucedido se extiende a todos los gobiernos que tuvimos desde 1977. La Constitución obliga al referendo, por el presidente del gobierno, o por un ministro, de todos los actos políticos del rey, que es inviolable. Pero, a mi juicio, implícitamente, también obliga a los Ejecutivos a mantener al rey en un nivel honroso y ejemplar. Lo que ha sucedido es que desde el principio de la nuestra nueva democracia, por la especial característica de Juan Carlos I, se le permitió cualquier cosa en su vida y sus negocios privados. Cuando todos sabían por dónde discurrían algunas actividades reales. En ese sentido, creo sinceramente que los presidentes Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar, Rodríguez Zapatero, Rajoy, y el propio Pedro Sánchez, tuvieron una responsabilidad que no han sabido o no quisieron ejercitar
ENS:- ¿Qué opina de las investigaciones vigentes sobre los paraísos fiscales en donde el rey Juan Carlos habría recibido presuntamente comisiones internacionales?
RT.- Como todo lo que sucede en los paraísos fiscales, las cosas están harto confusas. Supongo que si el fiscal suizo tiene algo que decir, lo hará con fundamento. En cualquier caso, el rey tiene la presunción de inocencia, hasta que se le pueda demostrar cualquier infracción después de finalizar su reinado el 18 de junio el 2014.
ENS.- ¿Le parece bien que el rey Juan Carlos hubiera dejado el territorio español, abandonando la Zarzuela y fijando su sitio de residencia en el exterior?
RT.- No me parece nada bien. El rey, aunque sea emérito, sigue perteneciendo a la casa real y continúa siendo un símbolo de la Nación española, por su propia ejecutoria. Por eso no puede comportarse como un personaje más de la jet society; por ser quién es.
ENS.- ¿Cree que el alejamiento del rey Juan Carlos ayuda a Felipe VI o, por el contrario, es una demostración de que la monarquía está minada?
RT.- Para empezar, la palabra alejamiento no es muy emocionante. Significa una mala relación, y eso entre cualquier padre e hijo, no es nada bueno. Juan Carlos educó bien a Felipe, su relación personal fue siempre buena, y precisamente el alejamiento que usted dice, marca una deficiencia de calidad. Creo que el rey emérito debe volver a España, y como propuse personalmente, debería hacer declaración pública de todos sus bienes en España y fuera de ella; tanto legales como posiblemente ajenos a la Hacienda Pública. Para acto seguido, hacer una Fundación Rey Juan Carlos I, para el mecenazgo y la promoción del bienestar económico y cultural de todos los españoles. Cumplido ese objetivo, el rey padre habría de reincorporase plenamente, a la casa real, con su estipendio anual presupuestario. Además, a esa Fundación podría contribuir cualquier ciudadano para engrandecerla.
ENS.- Usted que fue protagonista en la transición de la dictadura a la democracia española, firmando la nueva Constitución ¿Considera que los pactos de entonces puedan tener algún peligro frente a las circunstancias que vive hoy la monarquía constitucional?
RT.- Creo que el pacto constitucional se mantiene en pleno vigor, y que el episodio que nos ocupa ahora puede ser resuelto de diversas maneras, entre ellas, la Fundación que propongo; o por la labor de la justicia. El pacto sigue vigente, y nadie con un poco de cabeza lo denuesta. De modo que la monarquía parlamentaria puede seguir funcionando perfectamente, salvo que se reforme la Constitución según los artículos 196 y siguientes. Lo que exigiría, además dos tercios del Congreso de los Diputados, y de un referéndum nacional, para cambiar el régimen.
ENS.- Usted, que además de ser un eminente economista e intelectual, es un historiador ¿Cuál cree que es el aporte central de la dinastía Borbón a España?
ENS.- La dinastía borbona en España empezó en 1701, con la llegada de Felipe V, que entre otras cosas convirtió la confederación de reinos españoles (Coronas de Castilla, de Navarra, de Aragón, etc) en un Estado centralizado, con leyes homogéneas para todos, en la dirección de un mercado común español, que no existió hasta entonces. Después hubo reyes, como Carlos III, verdaderamente ilustrados, y también uno pacificador de las guerras civiles españolas del S.XIX, que fue Alfonso XII. Y ahora, después de una dictadura, Juan Carlos se jugó todo en pro de la democracia. Hubo varios reyes de la Casa de Borbón deleznables, pero también hubo contribuciones de interés.
ENS.- Como se sabe hay una honda polarización en España por las circunstancias políticas actuales ¿Ve posibilidad de plantear una nueva República?
RT.- No veo ningún sentido plantear una tercera República. La primera de ellas, apenas duró dos años y fue un desastre desde cualquier punto de vista (1873-1874). La Segunda República, al final del todo, fue la preparación de la guerra civil 1936/1939, tanto por parte las derechas como por las izquierdas. La monarquía parlamentaria, que tenemos ya desde hace 42 años, ha funcionado bastante bien, y no veo por qué tengamos que entrar en la aventura republicana; que, además, no quiere la inmensa mayoría, según creo.
ENS.- Uno de los temas más preocupantes de España, a nivel internacional es la resolución del asunto catalán. Uno de sus libros, precisamente, se refiere a este asunto ¿Usted piensa que se puede entender una España sin Cataluña?
RT.- Muchas gracias por esta pregunta citando mi libro sobre Cataluña. Como según creo dijo un día Pau Gassol, el baloncestista de las grandes ligas norteamericanas, “Cataluña es un pedazo de España”. Lo cual no significa, que su ubicación dentro de ella no haya sido problematizada, según se ve en mi libro citado: once veces, desde 1412, cuando el Compromiso de Caspe. España no sería lo mismo sin Cataluña, ni Cataluña sería lo mismo fuera de España. Además, la Constitución, por su sistema de reforma ya mencionado, hoy por hoy hace imposible la separación que algunos pretenden. Empezando por la pretensión un referéndum que no es posible, según, la propia Constitución, salvo que sea de todos los españoles, y no solamente de los catalanes.
ENS.- ¿Cuál es la salida que existe, entonces, en España: ¿mantener el régimen de las autonomías o recurrir a algún de tipo de fórmula como el federalismo?
RT.- La salida también está en la Constitución actual. Ya tenemos un régimen de autonomía, que es prácticamente federal en su modo. Lo cual no significa que cada comunidad vaya a convertirse en un Estado separado, como algunos quieren. Recuerde usted el más democrático de los paradigmas históricos, Abraham Lincoln, que en 1861 convocó a las fuerzas de la Unión para combatir a los secesionistas. Al igual que la Constitución norteamericana de 1787, en la de España vigente no es posible la secesión.
ENS.- De otra parte, usted sostiene, en otro de sus libros, que la gran obra española es América ¿Cómo ve la vinculación con el continente americano cuando España se debate en tantos nacionalismos internos?
RT.- Creo que es un momento de lo más interesante. España está realmente por un sistema federal; insuficientemente desarrollado, hasta ahora, en México, Venezuela y Argentina, que son los países federativos de Iberoamérica. En España podemos estar creando un federalismo nuevo, a la larga más eficiente; que deje aparte situaciones oníricas y quiméricas, de una separación que sería catastrófica. Como seguramente lo va a ser el Brexit de Inglaterra, pendiente de lo que digan Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Más que la gran obra española, yo diría que la conquista, la emancipación y el desarrollo ulterior de la América, es una obra de origen común, de españoles de ayer, peninsulares o criollos, y de los iberoamericanos de hoy.
ENS.- En suma, los dos frentes esenciales de la transición, es decir la monarquía y el régimen autonómico parecerían estar en entredicho ¿Usted cree que esto terminará afianzando la unidad española?
RT.- Los nacionalismos internos son reconducibles, y seguramente lo serán. El País Vasco ya tiene claro que la autonomía constitucional es la vía más adecuada. Y los catalanes en estos momentos, según el propio sondeo de la Generalidad de Cataluña, están en un 51% en pro de seguir siendo españoles, frente a un 42% de independentistas, autodeclarados pro secesión. Mucha demoscopía, pero a la hora de votar, hipotéticamente, muchos se pensarían lo malo que sería marcharse a no se sabe dónde, fuera de la Unión Europea. En cuanto a la monarquía parlamentaria, más que en entredicho, se encuentra en una fase de crítica a las actividades personales del monarca anterior. Es un problema que yo creo transitorio, que podrá resolverse definitivamente si el rey emérito presenta una declaración completa de lo que tiene, y lo pone a disposición del pueblo a través de la Fundación Juan Carlos I que he propuesto.
ENS.-Usted que ha sido tanto protagonista como intelectual de los tiempos contemporáneos españoles ¿Cuál cree que puede ser la lección principal del acontecer español hacia las futuras generaciones?
RT.-Las futuras generaciones, ya no son tan futuras. Hoy discuten los temas políticos jóvenes en los 12 /14 años. Y dentro de nada esos jóvenes votarán a los 18. En ese sentido yo he manifestado muchas veces, junto con otros colegas, que la ignorancia de la Historia en un país es un verdadero drama, porque se desconoce lo malo y bueno, y lo regular que ha habido en cada etapa. Y no cabe duda de que la fase 1977-2020, con sus claros y oscuros, ha sido la mejor desde 1812, cuando se promulgó nuestra primera Constitución, la de Cádiz de 1812. En la que se hace referencia la otra orilla del charco, en el artículo primero, cuando se dice exactamente: “la nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios”. Por eso agradezco mucho que en la entrevista que me han hecho proceda de los amigos colombianos que hasta 1824 fueron “españoles del otro hemisferio”, y que en el corazón seguirán siéndolo hoy día.