Desde que iniciaron las protestas, el 1 de octubre, han muerto 257 personas. Crece la cólera ciudadana que exige la caída del régimen
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Las fuerzas iraquíes dispararon ayer contra manifestantes en Bagdad tras una noche de violencia en las cercanías del consulado iraní en Kerbala (sur de Irak), donde la desobediencia civil paraliza las rutas, infraestructuras petroleras y la administración.
Ayer, por primera vez desde la reanudación de las protestas, el 24 de octubre, las fuerzas de seguridad dispararon con munición real contra manifestantes que marchaban hacia la sede de la televisión estatal en Bagdad, según testigos. Una decena de personas resultaron heridas, de acuerdo a fuentes médicas y policiales.
La movilización ha estado marcada desde su comienzo, el 1 de octubre, por la muerte de unas 270 personas, sobre todo manifestantes, según un balance de la AFP, puesto que las autoridades no informan sobre víctimas desde hace casi una semana.
Por la noche, cuatro manifestantes murieron por disparos de la policía cuando intentaban incendiar la representación diplomática de Irán, país vecino y padrino del régimen iraquí, en Kerbala, ciudad santa chiita que cada año visitan millones de peregrinos iraníes, ubicada a unos 100 km al sur de Bagdad.
Además desplegaron banderas iraquíes en el muro del complejo consular y escribieron: "Kerbala libre, Irán fuera". Las fuerzas de seguridad respondieron con ráfagas de bala que dejaron cuatro muertos, según responsables médicos.
"Quieren matarnos, no dispersarnos, no disparan al aire", dijo un manifestante, que afirmó que las fuerzas de seguridad "protegen el consulado de un país extranjero mientras nosotros sólo pedimos que nuestro país sea libre, sin que ningún otro país lo dirija".
Desde hace algunos días la cólera de los manifestantes que reclaman "la caída del régimen" se concentra contra Irán, una de las dos potencias con influencia en Irak, junto a Estados Unidos.
Desde que empezaron las protestas hace un mes, el general Qasem Soleimani, comandante de las operaciones exteriores del ejército ideológico de Irán, visitó varias veces Irak.
En Bagdad y en el sur del país la mayoría de escuelas están cerradas. En Diwaniya, a 200 km de la capital, los manifestantes colgaron grandes banderolas en los edificios públicos de la ciudad con el lema: "Cerrado en nombre del pueblo".
En Najaf, la otra ciudad santa chiita del país, una banderola similar apareció en la entrada del Consejo Provincial, indicaron periodistas de la AFP.
Las protestas empezaron el 1 de octubre y han estado marcadas por la violencia que dejó 257 muertos, según cifras oficiales.
Tras una pausa, las manifestaciones se reanudaron el 24 de octubre, ahora organizadas por estudiantes y sindicatos, y las protestas se centran ahora en ocupar plazas en un ambiente más festivo.
Desobediencia civil
En otros lugares del país se multiplican actos de desobediencia civil y varios sindicatos declararon una huelga general.
La carretera que lleva al puerto de Um Qasr (sur), vital para las importaciones de alimentos, está cortada con bloques de cemento donde está escrito: "Cerrado por orden del pueblo".
En el puerto, decenas de barcos volvieron a irse sin haber podido dejar sus cargas, indicó a la AFP una fuente portuaria.
En Amara (sur), los manifestantes bloquean dos campos petroleros gestionados por compañías chinas, el de Halfaya, el más grande del país, y el de Buzurgan.
Las autoridades decretaron el toque de queda nocturno en Bagdad, pero sólo tuvo el efecto de aumentar el número de manifestantes en la plaza Tahrir./